miércoles, 19 de octubre de 2011

Las descalificadoras siguen calificando

S&P, FITCH Y MOODY’S BAJARON LAS CALIFICACIONES DE LA DEUDA


Complicados: España e Italia siguen con las defensas bajas

19-10-11 00:00 Cuando se pensaba que con el Fondo Europeo iba a estabilizar la región, las calificadoras volvieron a alertar sobre las debilidades de dos países claves. Las reformas son costosas políticamente y las perspectivas, según las tres agencias, siguen siendo negativas. Ahora hay poco margen para el optimismo

MARTIN BURBRIDGE, Buenos Aires


En esta dinámica de la manta corta en que se ha convertido la crisis económica y financiera de la zona euro, hay semanas en las cuales daría la sensación de que se da un paso adelante para salir del estancamiento y luego se hacen dos pasos para atrás, o viceversa.

La realidad indica que, como en los juegos electrónicos, los problemas van surgiendo de distintos lugares y cuando se logró controlar uno, luego aparece otro más virulento que obliga a quitar el foco de lo que se estaba corrigiendo antes.

Tras la trabajosa aprobación de la ampliación del Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (FEEF), herramienta necesaria para salvar a la zona euro de la debacle, y que le dio sus 15 minutos de gloria a un país como Eslovaquia, que se resistía a firmar el sí, cayó como un baldazo de agua fría la rebaja en la calificación de la deuda soberana de España e Italia.

Primero fue la agencia Fitch la que se adelantó a sus competidoras para anunciar que la deuda española perdía dos escalones en su calificación para dejarla en AA-, mientras que la italiana bajaba un peldaño, de A+ a AA-. Y luego le llegó el turno a Standard & Poor´s y a Moody´s de sumarse a Fitch en la rebaja de la nota italiana. Ahora le toca a España sufrir el golpe encajado por S&P, que la semana pasada decidió llevar la deuda española también a AA-. En cuanto a Moody’s, ayer hizo lo mismo con España, mientras que los bancos de Italia sintieron un nuevo impacto por parte de S&P.

A nadie escapa que la delicada situación de la deuda soberana de ambos países es la punta del iceberg que les costó perder varios escalones en sus calificaciones crediticias.

En el comunicado publicado por Fitch en el momento de dar a conocer la nueva calificación española, la compañía recordó que el porcentaje de deuda externa respecto del PBI, que llega al 91%, es uno de los más elevados del mundo”.

En el caso de Italia, la situación es mucho peor, con más del 120% del producto comprometido para pagar su deuda.

La situación no sería tan complicada si el entorno económico fuera favorable, como ha venido sucediendo durante la última década (de hecho, el nivel de endeudamiento italiano no es nuevo), pero esta situación espanta a más de un inversor porque las perspectivas de crecimiento económico son anémicas y además el contexto internacional conspira contra la posibilidad de buscar financiamiento por las vías tradicionales.

Como sucedió con los bancos en 2008, en momentos en que se declara la peste en países como Grecia o Portugal, todos los vecinos son sospechosos de haberse contagiado.

“A pesar de los signos de recuperación registrados durante 2011, vemos perspectivas arriesgadas para el crecimiento de España”, firmaron los analistas de S&P en su informe publicado junto con la nueva calificación.

Para Fitch, el mensaje es similar: “con necesidades de financiamiento importantes por parte del gobierno español para cubrir su gasto fiscal y su deuda soberana, la mayor volatilidad tiene un impacto negativo sobre las condiciones de financiamiento del mercado de España”.

En el caso de Italia, la misma calificadora sostiene más o menos lo mismo: “el elevado nivel de deuda pública y las necesidades de financiamiento presupuestario, sumado al débil nivel de crecimiento potencial del país, han vuelto a Italia particularmente vulnerable a un shock externo”.

De ahí a decir que ambos países están con las defensas bajas hay tan sólo un paso.

Pero tal vez el problema no esté tanto en la foto que sacaron ambas agencias, sino en la película que ven para los próximos meses.

Tanto en el caso de España como en el análisis crediticio de Italia, para los analistas las perspectivas son negativas, dando la pauta de que la sangría va a seguir si las cosas no mejoran pronto.

Y como las razones de la rebaja en la calificación se justifican en problemas estructurales, todos ya se preparan para lo que viene. Según S&P, España crecerá a cerca del 1% este año y también en 2012, previsión rebajada además porque también se desaceleran los países hacia donde se dirigen las exportaciones españolas.

Y para Italia las perspectivas no son mejores, porque no se espera que se alcance este 1% anual durante los próximos dos años. Sin embargo, la situación interna también complica la salida de la crisis en ambos países.

Si bien todos se focalizaron, durante una primera etapa, en el nivel de endeudamiento externo, por debajo de la superficie hay problemas que pueden precipitar el colapso.

Italia sufre por su bajísima gobernabilidad, donde el Primer Ministro Silvio Berlusconi se enfrenta regularmente a votos de confianza en el Parlamento, acusado por la oposición de haber minimizado la crisis y por sus escándalos privados.

En cambio, en España el foco está puesto en la severa situación financiera de varias de las comunidades autonómicas (equivalentes a nuestros gobiernos provinciales), con serios problemas de caja para pagar a proveedores.

Allí, además, el escenario social es explosivo, con un altísimo nivel de desempleo y una protesta que crece y que va a hacer más difícil aplicar los ajustes presupuestarios previstos. A los ojos de los demás socios de la zona euro, la manta se está quedando cada vez más corta.

Fuente: http://www.cronista.com/finanzasmercados/Complicados-Espaa-e-Italia-siguen-con-las-defensas-bajas-20111019-0063.html

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