lunes, 25 de junio de 2012

SE CONSUMÓ LA FARSA


Se consumó la farsa: el presidente del Paraguay Fernando Lugo fue destituído de su cargo en un juicio sumarísimo en donde el Senado más corrupto de las Américas -¡y eso es mucho decir!- lo halló culpable de "mal desempeño" de sus funciones debido a las muertes ocurridas en el desalojo de una finca en Curuguaty. Es difícil saber lo que puede ocurrir de aquí en más. Lo cierto es que, como lo dice el artículo de Idilio Méndez (leer en attac-info.blogspot.com ) la matanza de Curuguaty fue una trampa montada por una derecha que desde que Lugo asumiera el poder estaba esperando el momento propicio para acabar con un régimen que pese a no haber afectado a sus intereses abría un espacio para la protesta social y la organización popular incompatible con su dominación de clase. Pese a las múltiples advertencias de numerosos aliados dentro y fuera de Paraguay Lugo no se abocó a la tarea de consolidar la multitudinaria pero heterogénea fuerza social que con gran entusiasmo lo elevó a la presidencia en Agosto del 2008.



Su gravitación en el Congreso era absolutamente mínima, uno o dos senadores a lo máximo, y sólo la capacidad de movilización que pudiera demostrar en las calles era lo único que podía conferirle gobernabilidad a su gestión. Pero no lo entendió así y a lo largo de su mandato se sucedieron múltiples concesiones a una derecha ignorando que por más que se la favoreciera ésta jamás iría a aceptar su presidencia como legítima. Gestos concesivos hacia la derecha lo único que hacen es envalentonarla, no apaciguarla. Pese a estas concesiones Lugo siempre fue considerado como un intruso molesto, por más que promulgara en vez de vetarlas las leyes antiterroristas que, a pedido de "la Embajada", aprobaba el Congreso, el más corrupto de las Américas.



Una derecha que, por supuesto, siempre actuó hermanada con Washington para impedir, entre otras cosas, el ingreso de Venezuela al Mercosur. Tarde se dio cuenta Lugo de lo "democrática" que era la institucionalidad del estado capitalista, que lo destituye en un tragicómico simulacro de juicio político violando todas las normas del debido proceso. Una lección para el pueblo paraguayo y para todos los pueblos de América Latina y el Caribe: sólo la MOVILIZACIÓN y ORGANIZACIÓN POPULAR sostiene gobiernos que quieran impulsar un proyecto de transformación social, por más moderado que sea, como ha sido el caso de Lugo. La oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar, y si parece que están resignados esta apariencia es enteramente engañosa, como lo acabamos de comprobar en Asunción.
 
Fuente: ATTAC

sábado, 23 de junio de 2012

Coca-Cola nos golea recordándonos lo españoles que somos



Jon Juanma
Rebelión

El lunes estuve viendo el partido de España contra Croacia en la Eurocopa. Corrijo: estuve viendo un partido repleto de jugadores millonarios que jugaron en nombre de un estado llamado España contra otros que lo hicieron en nombre de uno llamado Croacia. Confieso que lo vi porque me gusta el fútbol, pero sobre todo por inercia y como excusa para cenar con unos amigos. La aclaración al lector viene como antesala para hacerle otra de mayor calado: desde hace tiempo, al igual que procuro comer sano o hacer ejercicio, intento limpiarme el cuerpo de esa ideología cancerígena que nos separa y enfrenta a todos los que compartimos hogar en la Tierra: el nacionalismo.
¿Por qué digo todo esto? En el descanso del encuentro, mientras los jugadores relajaban sus músculos y los aficionados hacían lo mismo con sus nervios, en pleno prime time, Coca-Cola tuvo la poca amabilidad de obsequiarnos con un anuncio ciertamente obsceno1. El spot se dividía narrativamente en dos partes. En la primera, aparecían los medios de (des)información hablando de los desempleados, la prima de riesgo y la crisis, o sea, el pan de cada día para cualquier sufrido ciudadano que acostumbre a acompañar las noticias en los últimos tiempos. Mientras tanto, en la segunda parte (a partir del segundo 22), se narraba la historia de una cercana e ilusoria recuperación de la economía española en base al esfuerzo colectivo y la iniciativa empresarial de los españolitos, que con fuerza de voluntad y fe (en sí mismos), saldrían de este pozo negro en el que seguimos ahogándonos, llamado crisis. ¿Qué bonito no? El esfuerzo colectivo (acompañado de música de gladiadores in crescendo) estaba representado por imágenes de pruebas históricas de solidaridad auténticas entre los habitantes del Estado español, como fue el caso de los voluntarios que marcharon a Galicia a limpiar las playas tiznadas de negro por el Prestige o de aquellos que ayudaron a sus vecinos tras el terremoto de Lorca. Pero lo más hiriente de los numerosos ejemplos es que se atrevieron a mezclar en este pastiche de oportunismo y subsunción simbólica una recreación de activistas indignados del 15M. Con este anuncio, la empresa transnacional Coca-Cola, dispara hacia un espectro amplio de la población (de derecha a izquierda) y ayuda a propagar la hegemonía de las dos ideologías dominantes de nuestro sistema-mundo: el individualismo y el nacionalismo-estatal.
La primera les sirve, como capitalistas, para atomizar e imposibilitar la temida unión de los trabajadores (véase los mineros), en tanto Coca-Cola forma parte de los Aparatos Privados de Hegemonía burguesa radicados en la sociedad civil2. Mientras que con la otra ideología dominante, el nacionalismo-estatal, generan la energía socializadora que necesitan para que los trabajadores sigan produciendo (y no se suiciden en masa) en una sociedad disociada regida por la Ley del Valor, la explotación, el egoísmo y la neurosis colectiva. En un entramado social como el actual donde el ser humano es más dependiente que nunca del resto, pero en el que continuamente se le azuza para que compita a muerte contra los demás, el Estado y su parafernalia anexa de marketing (banderitas, toritos, deportistas “nacionales”, etc) viene a ocupar el lugar espiritual-colectivo que la élite eclesiástica no consigue generar con la figura de Dios en la sociedad neoliberal, pues el dinero como fetiche universal no hace sino socavar su antiguo Reinado en la Tierra3. La nación, por su parte, es la Madre que lleva el amor al Padre (el Estado), y de este modo consagra la pretendida familia de todas las familias (el Estado-nación), aquella que finge amparar a sus hijos mientras ayuda a machacarlos legislando en favor del Capital transnacional. Una vez muerto Dios, para muchos, y Marx, para otros tantos, el nacionalismo es el amor del Padre perdido pero todavía anhelado en su imposible regreso (Estado keneysiano) sanador-redentor de las masas expropiadas (los hijos asalariados perdidos en la jungla neoliberal). Para no volver completamente locos a los proletarios, y mantenerlos en unos niveles de sociabilización mínimos que les permita emplearlos como fuerza de trabajo, las élites capitalistas, por medio de sus mandarines, necesitan crear esa falsa unión entre individuo disociado y colectivo mistificado. Justo en el preciso momento en que los magnates no tienen problemas para trasladar su capital e invertirlo (o atesorarlo) en cualquier lugar del mundo, tienen la poca vergüenza de vendernos la ideología que afirma que a lo mejor que podemos aspirar como asalariados, en este planeta interconectado, es a vivir separados por aduanas, permisos de trabajo y residencia, mientras ellos se limpian el culo con las banderas que nosotros, o algunos de nosotros, adoramos. Nuestros ojos clavados con orgullo en sus telas pintadas, provocan no pocas risas y satisfacciones entre aquellos que transitan tragando billetes y escupiendo primas de riesgo.
El spot de Coca-Cola contiene un mensaje ideológico bicefálico muy poderoso que intenta convertir en sentido común lo que es una mentira flagrante: “si todos colaboramos y trabajamos juntos codo con codo, podremos salir de esta crisis”. Para empezar la crisis es sólo “propiedad” de la gran mayoría, mientras una minoría pluripropietaria se está pegando un atracón de plusvalor viviendo una auténtica orgía de adquisiciones de activos a precio de saldo4. En este contexto, la empresa Coca-Cola nos anima a ser buenos españoles. Esto es: a creer que nadie “de los nuestros” nos explota y a abrazar la ideología nacionalista-estatal, para que si en algún momento las élites degeneradas que mueve la economía-mundo consideraran necesitan una guerra, igual que ahora nos animan a apoyar a “la roja” como “gladiadores” (bebiendo una cola fría, faltaría más), llegado el momento, nos animarían a luchar codo con codo, fusil contra fusil, contra los “malditos italianos”, “alemanes”, “chinos” o “los extranjeros” que sean dependiendo de la cobertura internacional. Pero la guerra sería entre los asalariados (como la I y la II GM)... ¡faltaría más! Nunca contra italianos o alemanes de cualquier tipo, ni mucho menos como ellos, porque recuerde: ellos no existen cuando hay problemas. Sólo existimos los tontos que todavía vivimos bajo la sombra de las banderas, la dureza de las aduanas y la carestía crónica de no tener suficientes papeles por ser “de fuera” de tal o cual tierra dividida por tal o cual jodida bandera. Recordemos a este respecto que en 1919 había solamente 23 estados en Europa, mientras que en 1994 ya eran 51, y en la actualidad son casi 200 en todo el mundo, mientras que en 1945 eran unos 60. ¿Por qué el capitalismo necesita crear más estados pese a todas las organizaciones supraestatales que se ha visto obligado a levantar por el desarrollo y la mundialización de los medios de producción y comunicación? Fácil: porque el sistema precisa de una libertad global para el capital y más barreras en las cuales encerrar/encapsular a los trabajadores para exprimirlos con más fuerza hasta que de ellos sólo quede la gelatina de la que hablaba Marx en “El Capital”. Simple división internacional del trabajo. El león corre libre (y mata más fácil) mientras los antílopes esperan su muerte en la charca vallada.
Coca-Cola junto a Rajoy, Rubalcaba y el Rey, al compás de Merkel, Obama y Barroso, nos recuerdan constantemente que somos españoles, pero todos ellos son títeres de apellidos que a penas logramos intuir y a los que el común de los mortales les damos absolutamente igual. Ante esto, por nuestra parte, no deberíamos olvidar que somos seres humanos, que el Capital no tiene patria y nosotros tampoco la tendremos hasta que la construyamos con nuestras propias manos. Esa patria se llamará socialismo mundial y no debiera alzar otra tela en su nombre que la coloreada por el internacionalismo, el mismo que late y bombea bajo las diferentes pieles que conforman la infinita belleza de nuestros millones de rostros. ¿Utópico hablar de socialismo mundial? Utópico es pensar que de este pozo nos van a sacar los mismos que día a día nos hunden más al fondo. Así que comencemos a hablar de socialismo sin miedo, porque después tocará construirlo. Ni patria ni banderas, o socialismo mundial o la muerte que nos acecha. Los tambores de guerra ya resuenan en el horizonte de un futuro cercano. No olvidemos que es una salida fácil para el sistema: bombas vendidas, bombas lanzadas, nuevas bombas, muchos muertos y reconstrucción. Resultado: eliminación del ejército de reserva excedente y creación de nuevos empleos. Se llama destrucción creativa made in Capitalismo “realmente existente”, no capitalismo vendido ni soñado.
Así que construir el socialismo mundial donde los trabajadores tengamos los mismos derechos y vivamos respetando la libertad de cada cual, es una premisa mínima que debemos cumplir si queremos vivir con la luz de la dignidad como especie4. Es la única alternativa para no continuar arrastrándonos como gusanos bajo las prolongadas sombras del terrorismo de los mercados, tras los que, como las grandes sociedades anónimas, se esconden los mayores explotadores del género humano: la élite capitalista más poderosa jamás parida gracias al peso de nuestra desidia hipotecariamente acumulada.

Notas:

1. El spot es conceptualmente y éticamente reprobable, para ser exactos, pues nada tengo que decir de su factura audiovisual. El dinero, como mercancía equivalente general, tiene el poder de atraer a los mejores profesionales mercenarios y/o confundidos. El visionado del anuncio demostrará que una(s) imagen(es) vale(n) más que mil palabras: http://www.youtube.com/watch?v=C63ummLZ26A

2. Todo ello siguiendo el arsenal conceptual de Gramsci en sus “Cuadernos de la cárcel”.

3. ILLESCAS MARTÍNEZ, Jon E (2009), “Estetización y mistificación de la vida en el sistema publicitario”. Ver: http://www.rebelion.org/docs/89506.pdf

4. La banca y la gran burguesía que controlan la gestión de los capitales financieros están destruyendo los negocios de los pequeños empresarios que deben entregar o malvender sus activos ante la imposibilidad o las dificultades de devolver la deuda con la que financiaban sus negocios.

5. E incluso, para muchos de nosotros, como individuos.

Jon Juanma es el seudónimo de Jon E. Illescas Martínez, activista, artista e investigador FCM en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante. Recientemente ha publicado el libro “Nepal, la revolución desconocida. Crisis permanente en la tierra de Buda ” (Editorial: La Caída).


Correo: jonjuanma@gmail.com

Blog: http://jonjuanma.blogspot.com.es/

viernes, 22 de junio de 2012

¿Por qué derrocaron a Lugo?




Por Atilio Boron

Hace unos minutos se acaba de consumar la farsa: el presidente del Paraguay Fernando Lugo fue destituído de su cargo en un juicio sumarísimo en donde el Senado más corrupto de las Américas -¡y eso es mucho decir!- lo halló culpable de "mal desempeño" de sus funciones debido a las muertes ocurridas en el desalojo de una finca en Curuguaty.
Es difícil saber lo que puede ocurrir de aquí en más.Lo cierto es que, como lo dice el artículo de Idilio Méndez que acompaña esta nota, la matanza de Curuguaty fue una trampa montada por una derecha que desde que Lugo asumiera el poder estaba esperando el momento propicio para acabar con un régimen que pese a no haber afectado a sus intereses abría un espacio para la protesta social y la organización popular incompatible con su dominación de clase.
Pese a las múltiples advertencias de numerosos aliados dentro y fuera de Paraguay Lugo no se abocó a la tarea de consolidar la multitudinaria pero heterogénea fuerza social que con gran entusiasmo lo elevó a la presidencia en Agosto del 2008.
Su gravitación en el Congreso era absolutamente mínima, uno o dos senadores a lo máximo, y sólo la capacidad de movilización que pudiera demostrar en las calles era lo único que podía conferirle gobernabilidad a su gestión.
Pero no lo entendió así y a lo largo de su mandato se sucedieron múltiples concesiones a una derecha ignorando que por más que se la favoreciera ésta jamás iría a aceptar su presidencia como legítima. Gestos concesivos hacia la derecha lo único que hacen es envalentonarla, no apaciguarla.
Pese a estas concesiones Lugo siempre fue considerado como un intruso molesto, por más que promulgara en vez de vetarlas las leyes antiterroristas que, a pedido de "la Embajada", aprobaba el Congreso, el más corrupto de las Américas.
Una derecha que, por supuesto, siempre actuó hermanada con Washington para impedir, entre otras cosas, el ingreso de Venezuela al Mercosur. Tarde se dio cuenta Lugo de lo "democrática" que era la institucionalidad del estado capitalista, que lo destituye en un tragicómico simulacro de juicio político violando todas las normas del debido proceso.
Una lección para el pueblo paraguayo y para todos los pueblos de América Latina y el Caribe: sólo la MOVILIZACIÓN y ORGANIZACIÓN POPULAR sostiene gobiernos que quieran impulsar un proyecto de transformación social, por más moderado que sea, como ha sido el caso de Lugo.
La oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar, y si parece que están resignados esta apariencia es enteramente engañosa, como lo acabamos de comprobar hace unos minutos en Asunción.

Fuente: http://www.atilioboron.com.ar/2012/06/por-que-derrocaron-lugo.html

Anexo:

Monsanto golpea en Paraguay: Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo.


por Idilio Méndez Grimaldi (*)



Quienes están detrás de esta trama tan siniestra? Los propulsores de una ideología que promueven el máximo beneficio económico a cualquier precio y cuanto más, mejor, ahora y en el futuro.

El viernes 15 de junio de 2012, un grupo de policías que iba a cumplir una orden de desalojo en el departamento de Canindeyú en la frontera con Brasil, fue emboscado por francotiradores, mezclados con campesinos que reclamaban tierras para sobrevivir. La orden fue dada por un juez y una fiscala para proteger a un latifundista. Como resultado se tuvo 17 muertos; 6 policías y 11 campesinos y decenas de heridos graves. Las consecuencias: El laxo y timorato gobierno de Fernando Lugo quedó con debilidad ascendente y extrema, cada vez más derechizado, a punto de ser llevado a juicio político por un Congreso dominado por la derecha; duro revés a la izquierda, a las organizaciones sociales y campesinas, acusadas por la oligarquía terrateniente de instigar a los campesinos; avance del agronegocio extractivista de manos de las transnacionales como Monsanto, mediante la persecución a los campesinos y el arrebato de sus tierras y, finalmente, la instalación de una cómoda platea para la los oligarcas y los partidos de derecha para su retorno triunfal en las elecciones de 2013 al Poder Ejecutivo.

El 21 de octubre de 2011, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, dirigido por el liberal Enzo Cardozo, liberó ilegalmente la semilla de algodón transgénico Bollgard BT de la compañía norteamericana de biotecnología Monsanto, para su siembra comercial en Paraguay. Las protestas campesinas y de organizaciones ambientalistas no se dejaron esperar. El gen de este algodón está mezclado con el gen del Bacillus Thurigensis, una bacteria tóxica que mata a algunas plagas del algodón, como las larvas del picudo, un coleóptero que oviposita en el capullo del textil.

El Servicio de Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, SENAVE, otra institución del Estado paraguayo, dirigido por Miguel Lovera, no inscribió dicha semilla transgénica en los registros de cultivares, por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación.

Campaña mediática

Durante los meses posteriores, Monsanto, a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, que publica el diario ABC Color, arremetió contra SENAVE y su presidente por no inscribir la semilla transgénica de Monsanto para su uso comercial en todo el país.

La cuenta regresiva decisiva pareció haberse dado con una nueva denuncia por parte de una seudosindicalista del SENAVE, de nombre Silvia Martínez, quien acusó el 7 de junio pasado a Lovera de corrupción y nepotismo en la institución que dirige, a través de ABC Color. Martínez es esposa de Roberto Cáceres, representante técnico de varias empresas agrícolas, entre ellas Agrosán, recientemente adquirida por 120 millones de dólares por Syngenta, otra transnacional, todas socias de la UGP.

Al día siguiente, viernes 8 de junio, la UGP publica en ABC a seis columnas: “Los 12 argumentos para destituir a Lovera” (1). Estos presuntos argumentos fueron presentados al vicepresidente de la República, correligionario del ministro de Agricultura, el liberal Federico Franco, quien en ese momento se desempeñaba como presidente de Paraguay en ausencia de Lugo, de viaje por Asia.

El viernes 15 del corriente mes, en ocasión a una exposición anual organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el ministro Enzo Cardozo dejo escapar un comentario ante la prensa que un supuesto grupo de inversores de la India, del sector de los agroquímicos, canceló un proyecto de inversión en Paraguay por la presunta corrupción en SENAVE. Nunca aclaro de qué grupo se trataba. En esas horas de aquel día se registraban los trágicos sucesos de Curuguaty.

En el marco de esta exposición preparada por el citado ministerio, la transnacional Monsanto presentó otra variedad de algodón, doblemente transgénico: BT y RR o Resistente al Roundup, un herbicida fabricado y patentado por Monsanto. La pretensión de la transnacional norteamericana es la inscripción en Paraguay de esta semilla transgénica, tal como ya ocurrió en la Argentina y otros países del mundo.

Previamente a estos hechos, el diario ABC Color denunció sistemáticamente por presuntos hechos de corrupción a la ministra de Salud, Esperanza Martínez y al ministro del Ambiente, Oscar Rivas, dos funcionarios que no dieron su dictamen favorable a Monsanto.

Monsanto facturó el año pasado 30 millones de dólares, libre de impuestos, (porque no declara esta parte de su renta) solamente en concepto de royalties por el uso de semillas transgénicas de soja en Paraguay. Independiente, Monsanto factura por la venta de las semillas transgénicas. Toda la soja cultivada es transgénica en una extensión cercana a los tres millones de hectáreas, con una producción en torno a los 7 millones de toneladas en el 2010.

Por otro lado, en la Cámara de Diputados ya se aprobó en general el proyecto de Ley de Bioseguridad, que contempla crear una dirección de bioseguridad a cargo del Ministerio de Agricultura, con amplia potestad para la aprobación para su cultivo comercial de todas las semillas transgénicas, ya sean de soja, maíz, arroz, algodón y algunas hortalizas. Este proyecto de ley contempla la eliminación de la Comisión de Bioseguridad actual, que es un ente colegiado de funcionarios técnicos del Estado paraguayo.

En tanto transcurrían todos estos acontecimientos, la UGP viene preparando un acto de protesta nacional contra el gobierno de Fernando Lugo para el 25 de junio próximo. Se trata de una manifestación con maquinarias agrícolas, cerrando medias calzadas de las rutas en distintos puntos del país. Una de las reivindicaciones del denominado “tractorazo” es la destitución de Miguel Lovera del SENAVE, así como la liberalización de todas las semillas transgénicas para su cultivo comercial.

Las conexiones

La UGP está dirigida por Héctor Cristaldo, apoyado por otros apóstoles como Ramón Sánchez - quien tiene negocios con el sector de los agroquímicos - entre otros agentes de las transnacionales del agronegocio. Cristaldo integra el staff de varias empresas del Grupo Zuccolillo, cuyo principal accionista es Aldo Zuccolillo, director propietario del diario ABC Color desde su fundación bajo el régimen de Stroessner, en 1967. Zuccolillo es dirigente de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.

El Grupo Zuccolillo es socio principal en Paraguay de Cargill, una de las transnacionales más grandes del agronegocio en el mundo. La sociedad construyó uno de los puertos graneleros más importante del Paraguay, denominado Puerto Unión, a 500 metros de la toma de agua de la empresa aguatera del Estado paraguayo, sobre el Río Paraguay, sin ninguna restricción.

Las transnacionales del agronegocio en Paraguay prácticamente no pagan impuestos, mediante la férrea protección que tienen en el Congreso, dominado por la derecha. La presión tributaria en Paraguay es apenas del 13% sobre el PIB. El 60 % del impuesto recaudado por el Estado paraguayo es el Impuesto al Valor Agregado, IVA. Los latifundistas no pagan impuestos. El impuesto Inmobiliario representa apenas el 0,04% de la presión tributaria, unos 5 millones de dólares, según un estudio del Banco Mundial (2) aún cuando el agronegocio produce rentas en torno al 30 % del PIB, que representan unos 6.000 millones de dólares anuales.

Paraguay es uno de los países más desiguales del mundo. El 85 por ciento de las tierras, unas 30 millones de hectáreas, está en manos del 2 por ciento de propietarios (3) que se dedican a la producción meramente extractivista o en el peor de los casos a la especulación sobre la tierra.

La mayoría de estos oligarcas poseen mansiones en Punta del Este o Miami y tienen estrechas relaciones con las transnacionales del sector financiero, que guardan sus bienes mal habidos en los paraísos fiscales o le facilitan inversiones en el extranjero. Todos ellos, de alguna u otra manera, están ligados al agronegocio y dominan el espectro político nacional, con amplias influencias en los tres poderes del Estado. Allí reina la UGP, apoyada por las transnacionales del sector financiero y del agronegocio.

Los hechos de Curuguaty

Curuguaty es una ciudad ubicada al este de la Región Oriental del Paraguay, a unos 200 km de Asunción, capital del Paraguay. A unos kilómetros de Curuguaty se halla la estancia Morombí, propiedad del terrateniente Blas Riquelme, con más de 70 mil hectáreas en ese lugar. Riquelme proviene de la entraña de la dictadura de Stroessner (1954-1989) bajo cuyo régimen amasó una inmensa fortuna, aliado al general Andrés Rodríguez, quien ejecutó el golpe de Estado que derrocó al dictador Stroessner. Riquelme, que fue presidente del Partido Colorado por muchos años y senador de la República, dueño de varios supermercados y establecimientos ganaderos, se apropió mediante subterfugios legales de unas 2.000 hectáreas, aproximadamente, que pertenecen al Estado paraguayo.

Esta parcela fue ocupada por los campesinos sin tierras que venían solicitando al gobierno de Fernando Lugo su distribución. Un juez y una fiscala ordenaron el desalojo de los campesinos, a través del Grupo Especial de Operaciones, GEO, de la Policía Nacional, cuyos miembros de élite en su mayoría fueron entrenados en Colombia, bajo el gobierno de Uribe, para la lucha contrainsurgente.

Sólo un sabotaje interno dentro de los cuadros de inteligencia de la Policía, con la complicidad de la Fiscalía, explica la emboscada, en la cual murieron 6 policías. No se comprende cómo policías altamente entrenados, en el marco del Plan Colombia, pudieron caer fácilmente en una supuesta trampa tendida por campesinos, como quiere hacer creer la prensa dominada por los oligarcas. Sus camaradas reaccionaron y acribillaron a los campesinos, matando a 11, quedando unos 50 heridos. Entre los policías muertos estaba el jefe del GEO, comisario Erven Lovera, hermano del teniente coronel Alcides Lovera, jefe de seguridad del presidente Lugo.

El plan consiste en criminalizar, llevar hasta el odio extremo, a todas las organizaciones campesinas, para empujar a los campesinos a abandonar el campo para el uso exclusivo del agronegocio. Es un proceso lento, doloroso, de descampesinización del campo paraguayo, que atenta directamente contra la soberanía alimentaria, la cultura alimentaria del pueblo paraguayo, por ser los campesinos productores y recreadores ancestrales de toda la cultura guaraní.

Tanto la Fiscalía o Ministerio Público, como el Poder Judicial y la Policía Nacional, así como diversos organismos del Estado paraguayo, están controlados mediante convenios de cooperación por USAID, la agencia de cooperación de los Estados Unidos.

El asesinato del hermano del jefe de seguridad del presidente de la República obviamente es un mensaje directo a Fernando Lugo, cuya cabeza sería el próximo objetivo, probablemente a través de un juicio político, quien derechizó más su gobierno tratando de calmar a los oligarcas. Lo ocurrido en Curuguaty tumbó a Carlos Filizzola del Ministerio del Interior y fue nombrado en su reemplazo a Rubén Candia Amarilla, proveniente del opositor Partido Colorado, al cual Lugo lo derrotó en las urnas en el 2008, luego de 60 años de dictadura colorada, incluyendo la tiranía de Alfredo Stroessner.

Candia fue ministro de Justicia del gobierno colorado de Nicanor Duarte (2003-2008) y se desempeñó como fiscal general del Estado por un periodo, hasta el año pasado, cuando fue reemplazado por otro colorado, Javier Díaz Verón, a instancia del propio Lugo. Candia es acusado de haber promovido la represión a dirigentes de organizaciones campesinas y de movimientos populares. Su nominación a Fiscal General del Estado en el 2005 fue aprobado por el entonces embajador de los Estados Unidos, Jhon F. Keen. Candia fue responsable de un mayor control por parte de USAID del Ministerio Público y fue acusado en los inicios de su gobierno por Fernando Lugo de conspirar en su contra para quitarlo del gobierno.

Tras asumir como el ministro político de Lugo, lo primero que anunció Candia fue la eliminación del protocolo de diálogo con los campesinos que invaden propiedades. El mensaje es que no habrá conversación, sino simplemente la aplicación de la ley, lo que significa emplear la fuerza policial represiva sin contemplación.

Dos días después de asumir Candia Amarilla, los miembros de la UGP, encabezado por Héctor Cristaldo, ya visitaron al flamante ministro del Interior, a quien solicitaron garantías para la realización del denominado tractorazo. Sin embargo, Cristaldo dijo que la medida de fuerza puede ser suspendida en caso de nuevas señales favorables para la UGP (léase liberación de las semillas transgénicas de Monsanto, destitución de Lovera y otros ministros, entre otras ventajas para el gran capital y los oligarcas) derechizando aun más el gobierno.

Cristaldo es precandidato a diputado para las elecciones de 2013 por un movimiento interno del Partido Colorado, liderado por Horacio Cartes, un empresario investigado en el pasado reciente por Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico, según el propio diario ABC Color, que se hizo eco de varios cables del Departamento de Estado de USA, publicado por WikiLeaks, entre ellos uno que aludía directamente a Cartes, el 15 de noviembre de 2011.

Juicio político a Lugo

En las últimas horas, mientras se redactaba esta crónica, la UGP, (4) algunos integrantes del Partido Colorado y los propios integrantes del Partido Liberal Radical Auténtico, PLRA, dirigido por el senador Blas Llano y aliado del gobierno, amenazan con un juicio político Fernando Lugo para destituirlo como presidente de la República del Paraguay.

Lugo depende del humor de los colorados para seguir como presidente de la República, así como de sus aliados liberales, que ahora lo amenazan con juicio político, con seguridad buscando más espacios de poder (dinero) como prenda de paz. El Partido Colorado, aliado a otros partidos minoritarios de la oposición, tiene la mayoría necesaria como para destituir al presidente de sus funciones.

Quizás se esperan “las señales favorables” de Lugo que la UGP - en nombre de la Monsanto, la patria financiera y los oligarcas - está exigiendo al gobierno. Caso contrario, se estaría pasando a una siguiente fase de los planes de copamiento de este gobierno que nació como progresista y lentamente va terminando como conservador, controlado por los poderes fácticos.

Entre algunos de sus haberes, Lugo es responsable de la aprobación de la Ley Antiterrorista, propiciada por Estados Unidos en todo el mundo después del 11 S. Autorizó en 2010 la implementación de la Iniciativa Zona Norte, consistente en la instalación y despliegue de tropas y civiles norteamericanos en el norte de la Región Oriental - en las narices del Brasil - supuestamente para desarrollar actividades a favor de las comunidades campesinas.

El Frente Guazú, coalición de las izquierdas que apoya a Lugo, no logra unificar su discurso, y sus integrantes pierden la perspectiva en el análisis del poder real, cayendo en los juegos electoralistas inmediatistas. Infiltrados por USAID, muchos integrantes del Frente Guazú que participan en la administración del Estado, sucumben ante los cantos de sirena del consumismo galopante del neoliberalismo. Se corrompen hasta los tuétanos y en la práctica se convierten en émulos vanidosos de engreídos ricos que integraban los recientes gobiernos del derechista Partido Colorado.

Curuguaty también engloba un mensaje para la región, especialmente para Brasil, en cuya frontera se producen estos hechos sangrientos, claramente dirigidos por los amos de la guerra, cuyos teatros de operaciones se pueden observar en Irak, Libia, Afganistán y ahora Siria. Brasil está construyendo hegemonía mundial junto a Rusia, India y China, denominado BRIC. Sin embargo, Estados Unidos no ceja en su poder de persuasión al gigante de Sudamérica. Ya está en marcha el nuevo eje comercial integrado por México, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Es un muro de contención a los deseos expansionistas del Brasil hacia el Pacífico.

Mientras, Washington sigue con su ofensiva diplomática en Brasilia, tratando de convencer al gobierno de Dilma Rousseff a estrechar vínculos comerciales, tecnológicos y militares. Entre tanto, la IV Flota de los Estados Unidos, reactivada hace unos años después de estar fuera de

servicio apenas culminó la Segunda Guerra Mundial, vigila todo el Atlántico Sur, en carácter de otro cerco al Brasil por si no comprendiese la persuasión diplomática.

Y Paraguay es un país en disputa entre ambos países hegemónicos, dominado aun ampliamente por USA. Por eso lo de Curuguaty es también una pequeña señal para Brasil, en el sentido que el Paraguay puede convertirse en un polvorín que quebrantará el desarrollo del suroeste del Brasil.

Pero por sobre todo, los muertos de Curuguaty es una señal del capital, del gran capital, del extractivismo expoliador, que asuela el Planeta y aplasta la vida en todos los rincones de la Tierra en nombre de la civilización y el desarrollo. Por fortuna, los pueblos del mundo también van dando respuestas a estas señales de la muerte, con señales de resistencia, con señales de dignidad y de respeto a todas formas de vida en el Planeta.



1- http://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/presentan-12-argumentos-para--destituir-a--lovera-411495.html

2- Documento del Banco Mundial. Paraguay. Impuesto Inmobiliario: Herramienta clave para la descentralización fiscal y el mejor uso de la tierra. Volumen I: Informe principal. 2007.

3- Censo Agropecuario Nacional 2008.

4- http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/productores-se-ratifican-en-juicio-politico-416196.html


(*) Periodista, investigador y analista. Miembro de la Sociedad de Economía Política del Paraguay, SEPPY. Autor del libro Los Herederos de Stroessner.

Retrocediendo en cuatro patas

Lugo aceptó su destitución, pero advirtió que "la historia y la democracia paraguayas fueron heridas"

A nueve meses de las próximas elecciones, el Congreso destituyó por 39 votos a favor al presidente Fernando Lugo, quien en su discurso de despedida les aseguró a "todos los paraguayos y paraguayas que sueñan con un Paraguay diferente, que siempre podrán contar conmigo", exhortó a que "cualquier manifestación sea con aristas pacíficas" y pidió que "la sangre de los justos no se derrame nunca más por asuntos mezquinos". Afirmó que a pesar de que "las leyes fueron torcidas de manera cobarde y alevosa" se someterá a la decisión del Congreso y responderá con sus actos como exmandatario "al llamado de los compatriotas, los más humildes y excluídos". Luego de agradecer el apoyo brindado por las Fuerzas Armadas y a las organizaciones sociales que lo acompañaron durante los cuatro años de su presidencia, afirmó que nunca respondió "a claques políticas, las mafias ni al narcotráfico".
"No es Fernando Lugo el que recibe un golpe, no es Fernando Lugo quien es destituido, es la historia paraguaya la que ha sido herida profundamente", aseguró el exmandatario en el inicio de su discruso de despedida y sostuvo que "se han transgredido todas las normas de la defensa de manera alevosa y espero que sus ejecutores tengan en cuenta la gravedad de esto".
"Este ciudadano respondió y seguirá respondiendo a los compatriotas (...) Hoy me despido como presidente pero no como ciudadano", dijo Lugo al tiempo de asegurar que nunca respondió "a claques políticas, las mafias ni al narcotráfico". "Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria, por la puerta del corazón de mis compatriotas", agregó.
Ayer, el Congreso resolvió intempestivamente iniciar un juicio político a Lugo por presunto "mal desempeño en sus funciones" tras el enfrentamiento entre policías y campesinos que, durante una toma de tierras en Curuguaty la semana pasada, dejó un saldo de 17 muertos. El Partido Liberal, de mayoría parlamentaria, anticipó que el presidente sería destituido, y que en su lugar quedaría Federico Franco, que responde a esa fuerza política.
Durante una entrevista radial, Lugo aseguró que acatará lo que se decida en ese juicio, al que calificó de “golpe parlamentario con ropaje jurídico”, pero advirtió que impulsará "una resistencia" desde "otras instancias organizativas". Remarcó que cuenta con "un gran apoyo popular" y agradeció los llamados de apoyo que recibió de pares de la región, entre ellos de la presidenta Cristina Kirchner.
"Es más que un golpe de Estado al Presidente, un golpe parlamentario con un ropaje jurídico, con una herramienta como es el juicio político pero con motivos que no se ajustan a la verdad", describió Lugo y enfatizó que los motivos esgrimidos por la oposición para iniciarle el proceso "no ameritan" impulsar ese mecanismo. No obstante, ratificó que lo afrontará, a partir del "apoyo popular" y de los "sectores más vulnerables de la sociedad paraguaya".


http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-196997-2012-06-22.html

jueves, 14 de junio de 2012

Morris Berman: El 'sueño americano' está basado en una premisa errónea




Miguel Ayuso, El Confidencial

El 'sueño americano' está basado en una premisa errónea que no funciona ni en el país que la vio nacer. El escritor e historiador Morris Berman (Nueva York, 1944) no se anda con rodeos. Esta semana está de visita en España para presentar su último libro, Las raíces del fracaso americano (Sexto Piso), dónde traza una evolución del pensamiento político y económico de su país y llega a una conclusión: Estados Unidos fracasará por no haber prestado nunca atención a soluciones alternativas. En su opinión, “las bases del capitalismo no están funcionando. Se está derrumbando y va a desintegrarse”.
La meta principal de la civilización americana”, explica Morris en el libro, “es y siempre ha sido una economía en expansión perpetua e innovación tecnológica sin límites”. Morris define esta tradición como “oportunismo”, pues se basa en la premisa del 'sueño americano' de que todo individuo tiene la oportunidad de triunfar, de crecer, como el conjunto de la sociedad. El problema es que, tal como ha explicado Morris a El Confidencial, esta ideología es errónea: “El crecimiento no redistribuye la riqueza y además está basado en la idea del infinito, de que los recursos van a durar siempre, y esto no es verdad”.
En opinión de Morris, “todo el sistema se basa en la noción, popularizada mayormente por Ronald Reagan, de que la riqueza se acaba filtrando a toda la población. Pero eso nunca pasa. Los ricos son más ricos y ahí se acaba la historia”. El problema, según el historiador, es que la población estadounidense no se da cuenta de que vive en un engaño: “Las cifras reales de paro rondan el 18% [Morris insiste en que las cifras oficiales, de un 8,2%, no son reales]. 200 millones de personas viven de cheque en cheque. Tienen un trabajo, pero si tienen un accidente están en un verdadero aprieto. La asistencia sanitaria cuesta dinero en los EE.UU. y no lo tienen. Dos tercios de la población viven en la cuerda floja. No me parece un gran éxito como país”.



La tradición alternativa

Morris ha rastreado la historia ideológica de su país y explica en el libro que siempre existió una alternativa al oportunismo; una tradición de corte espiritual que insistió, “desde el siglo XVII”, en la idea de que el dinero y el crecimiento sin fin no debían ser la meta de la sociedad. Esta “tradición alternativa”, tal como la define el historiador, era la dominante en el Sur hasta la guerra civil. “La lucha entre el Norte y el Sur”, explica Morris, “fue un choque de civilizaciones. La esclavitud no era el tema central, lo que quería el Norte era imponer en el Sur el régimen oportunista, el capitalismo, aunque ellos no lo querían. Desafortunadamente, la tradición del sur estaba muy atada a la economía esclavista. Esa es la parte triste. Teóricamente se pueden separar las dos cosas, pero no por aquel entonces: el esclavismo soportaba esa forma de vida”.
Tras la guerra, la tradición alternativa fue completamente ignorada y marginalizada. En 1979 Jimmy Carter –al que Morris considera el último ideólogo alternativo de peso– pronunció su famoso discurso, El malestar espiritual, en el que decía: "Americanos, ¿creéis que comprar puede llenar vuestras vidas? Volved a pensar". Tal como cuenta el historiador, “Carter tuvo la mayor derrota electoral de la historia de los Estados Unidos. Ronald Reagan ganó por una barbaridad, porque decía que comprar era la base de la vida. Después del 11-S George W. Bush dijo lo mismo, que era necesario seguir comprando en las grandes superficies”.
La alternativa al “sueño americano”, al oportunismo, siempre ha existido, pero “se ha considerado algo estúpido”. Morris cree que la ideología americana es tremendamente simplista: “Es como una guitarra con una sola cuerda. Los americanos creen que realmente sus vidas consisten en comprar. Es lo único que quieren hacer y es lo que hacen. Ven la televisión, trabajan y compran. No somos un país inteligente. En EE.UU. los ricos duermen confortablemente todas las noches y no están preocupados porque saben que el 99% del país quiere ser como ellos. No quieren encarcelarles, colgarles, ni hacer una revolución: quieren ser ellos. Ese es el gran problema. Si un americano no tiene trabajo no se para a pensar que el capitalismo ha hecho que casi el 20% de la población tampoco lo tenga. Lo que piensa es que es culpa suya. La población americana está de acuerdo con la cábala capitalista y quiere entrar en ella. La democracia está funcionando bien. Se está dando a la gente lo que quiere”.

Indignación pesimista

Morris no es en absoluto optimista. En su opinión las alternativas a la ideología oportunista han fracasado y su resurgir sólo vendrá de un colapso total del sistema: “Podría haber una alternativa al colapso total si Carter hubiera ganado y Reagan hubiera perdido. La habría si Rajoy dijera: ‘¿Rescate? Eso no es lo que necesitamos. Es lo de siempre’. En vez de eso sale en televisión contento y diciendo que está bien lo que ha hecho. El rescate es sólo un patético intento de sostener un sistema que no funciona. Rajoy ha ganado algo de tiempo pero, ¿qué va a hacer con él? No tiene ni idea. Puedes estar seguro que dentro de seis meses España volverá a la misma situación y estarán hablando de otro rescate. Alguien tiene que levantarse y decir que no podemos estar haciendo esto todo el tiempo. Hay que hacer algo diferente”.
¿Pero qué podemos hacer? Morris cree que la base de todo es no pensar sólo en términos de blanco y negro –que es cómo dice que piensan los americanos­–. En su opinión, algo que “funciona bastante bien” es una economía mixta: “La crisis de 2008 tuvo un impacto mucho menor en Noruega, Suecia, Finlandia o Dinamarca. Protegieron sus economías porque no están totalmente basadas en el capitalismo. Esto es un sistema inteligente, no el capitalismo de cowboys y casinos de EE.UU. o el comunismo de la extinta Unión Soviética. Es una alternativa y es real”.
El historiador insiste en que siempre “ha habido gente que ofrecía una alternativa, pero nunca tuvieron acogida”. En su opinión, los americanos están entrenados en el capitalismo desde que nacen: “Tienen pensamientos inconscientes como que hay crecimiento infinito y el inviduo es lo que cuenta. Todo esto lo maman desde que tienen dos o tres años. Quién va a ganar, ¿la sociedad que te ha educado durante toda tu vida o yo que te voy a dar una charla de 45 minutos? Se creen que soy un mal chiste. Hay algo que nos ha enseñado la historia, la exhortación no funciona, funciona el poder y mi lado nunca lo ha tenido. La conclusión es que sólo nos daremos cuenta de esto cuando el capitalismo fracase por completo y nos quedemos sin recursos. Tendremos que recapacitar a la fuerza”.

"No hay país en el mundo que sea tan estúpido"

Aunque Morris ha seguido de cerca el movimiento de los ‘indignados’, y le resulta “esperanzador”, no cree que logre nada: “No creo que Occupy Wall Street sea un movimiento serio. Es una cosa descentralizada que no se ha planteado ninguna meta. Si fallan no va a ser una sorpresa. Hay que tener las cosas más planeadas. No puedes ganar una guerra basándote en una emoción".
El historiador asegura que no es optimista porque conoce a la gente de América. “Casi dos tercios de los americanos creen en alguna versión del creacionismo”, explica. “No hay país en el mundo que sea tan estúpido. Me quita la respiración”. Por eso mismo hace unos años se mudó a México: “Estaba cansado de los EE.UU. No podía hablar con nadie, no podía tener conversaciones como esta. Todo gira en torno al oportunismo. Era demasiado opresivo. Quería ir a un sitio donde aún hubiera aspectos de la cultura tradicional”. O quizás prefería estar un poco apartado: “No me cabe duda de que, con el tiempo, acabaré torturado en Guantanamo. Suena extremo, pero tarde o temprano los EE.UU. acabarán siendo como la Inglaterra que imaginaba Orwell en 1984. ¿Cuánto tardarán en cogerme? Para mi América no iba de esto cuando empezó”.

Hay alternativas

Noam Chomsky
Página 12


En 1978, el presidente del sindicato más poderoso de Estados Unidos, Douglas Fraser, de la federación de los trabajadores de la industria del automóvil United Auto Workers (UAW), condenó a los “dirigentes de la comunidad empresarial” por haber “escogido seguir en tal país la vía de la guerra de clases (class war) unilateral, una guerra de clases en contra de la clase trabajadora, de los desempleados, de los pobres, de las minorías, de los jóvenes y de los ancianos, e incluso de los sectores de las clases medias de nuestra sociedad”.
Fraser también los condenó por haber “roto y descartado el frágil pacto no escrito entre el mundo empresarial y el mundo del trabajo, que había existido previamente durante el período de crecimiento y progreso” en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, conocido como la “edad dorada” del capitalismo de Estado.
El reconocimiento de la realidad por parte de Fraser fue acertado aunque tardío. Lo cierto es que los dirigentes empresariales y sus asociados en otros sectores de las elites dominantes estaban constantemente dedicados a una siempre presente guerra de clases, que se convirtió en unilateral, sólo en una dirección, cuando sus víctimas abandonaron tal lucha.
Mientras Fraser se lamentaba, el conflicto de clases se iba recrudeciendo y, desde entonces, ha ido alcanzando unos enormes niveles de crueldad y salvajismo en Estados Unidos que, al ser el país más rico y poderoso del mundo y con mayor poder hegemónico desde la Segunda Guerra Mundial, se ha convertido en una ilustración significativa de una tendencia global.
Durante los últimos treinta años, el crecimiento económico ha continuado –aunque no al nivel de la “edad dorada”–, pero para la gran mayoría de la población la renta disponible ha permanecido estancada mientras que la riqueza se ha ido concentrando, a un nivel abrumador, en una facción del uno por ciento de la población, la mayoría de los ejecutivos de las grandes corporaciones, de empresas financieras y de alto riesgo, y sus asociados.
Este fenómeno se ha ido repitiendo de una manera u otra a nivel mundial. China, por ejemplo, tiene una de las desigualdades más acentuadas del mundo. Se habla mucho, hoy en día, de que por el hecho de que “Estados Unidos esté en declive” hay un cambio en las relaciones de poder a nivel global. Esto es parcialmente cierto, aunque no significa que otros poderes no puedan asumir el rol y la supremacía que ahora tiene Estados Unidos.
El mundo se está convirtiendo así en un lugar más diverso en algunos aspectos, pero más uniforme en otros. Pero en todos ellos existe un cambio real de poder: hay un desplazamiento del poder del pueblo trabajador de las distintas partes del mundo hacia una enorme concentración de poder y riqueza. La literatura económica del mundo empresarial y las consultorías a los inversores súper ricos señalan que el sistema mundial se está dividiendo en dos bloques: la plutocracia, un grupo muy importante, con enormes riquezas, y el resto, en una sociedad global en la cual el crecimiento –que en una gran parte es destructivo y está muy desperdiciado– beneficia a una minoría de personas extraordinariamente ricas, que dirigen el consumo de tales recursos. Y por otra parte existen los “no ricos”, la enorme mayoría, referida en ocasiones como el “precariado” global, la fuerza laboral que vive de manera precaria, en la que se incluyen mil millones de personas que casi no alcanzan a sobrevivir.
Estos desarrollos no se deben a leyes de la naturaleza o a leyes económicas o a otras fuerzas impersonales, sino al resultado de decisiones específicas dentro de estructuras institucionales que los favorecen. Esto continuará, a no ser que estas decisiones y planes se reviertan mediante acción y movilizaciones populares con compromisos dedicados a programas que abarquen desde remedios factibles a corto plazo hasta otras propuestas a más largo plazo que cuestionen la autoridad ilegítima y las instituciones opresivas entre las que reside el poder.
Es importante, por lo tanto, acentuar que hay alternativas. Las movilizaciones del 15M (los “indignados” españoles) son una ilustración inspiradora que muestra qué es lo que puede y debe hacerse para no continuar la marcha que nos está llevando a un abismo, a un mundo que debería horrorizar a todas las personas decentes, que será incluso más opresivo que la realidad existente hoy en día.

Noam Chomsky es escritor, lingüista y filósofo estadounidense. De CCS (Centro de Colaboraciones Solidarias).



Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-196366-2012-06-14.html

lunes, 11 de junio de 2012

Hasta Siempre, Camilo!

Falleció el periodista Camilo Taufic

Ernesto Carmona/Rebelión

Sorpresivamente falleció el sábado 9 de junio por la noche en Chillán el periodista chileno Camilo Taufic, de 74 años y una dilatada carrera profesional en varios países de América Latina. Relatan sus familiares que después de observar por televisión el partido de fútbol Chile-Venezuela, en la noche del sábado 9, Taufic repentinamente manifestó sentirse mal y mientras aguardaban la llegada de ayuda médica falleció de un ataque cardíaco fulminante. Sus funerales se efectuarán el lunes 11 de junio en Chillán.
Taufic se destacó como periodista, docente, investigador y consultor en comunicación en diferentes naciones de la región, acumulando una importante experiencia internacional. Comenzó de joven como reportero de revista Ercilla, trabajando cerca de Lenka Franulic y Luis Hernández Parker, dos figuras emblemáticas del periodismo chileno del siglo 20 previo a la dictadura militar. Más tarde, se desempeñó en diarios de la cadena El Mercurio, en el vespertino izquierdista Última Hora, Empresa Zig-Zag y Editorial Nacional Quimantú. A comienzos de los años 60 residió un breve tiempo en Cuba.
Taufic fue profesor de periodismo en la Universidad de Chile hasta que –al igual que otros docentes– fue expulsado por los interventores designados en esa casa de estudios por la dictadura militar inaugurada en 1973. Años después regresó a la cátedra en Venezuela y Argentina, donde alcanzó gran difusión su libro “Periodismo y Lucha de Clases”, escrito a comienzos de los años 70 y publicado masivamente por Quimantú, bajo el gobierno de Salvador Allende.
En 1974 publicó en Buenos Aires la denuncia testimonial “Chile en a Hoguera”, una de las primeras historias periodísticas sobre las atrocidades inéditas, quema de libros y violaciones terribles a los derechos humanos que comenzaba a cometer la dictadura militar. Este libro fue reproducido y conocido en Chile recién a comienzos de los 90, con el regreso de la democracia.
A fines de los años 70, Camilo publicó en Venezuela el libro "Crónica del Primero de Mayo", ilustrado por Aníbal Ortizpozo, una valiosa recopilación de los despachos periodísticos enviados desde Estados Unidos sobre la represión en Chicago que dio origen al Día Internacional de los Trabajadores, escritos por el corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires. Las notas periodísticas incluyeron también reportajes a la farsa de juicio amañado contra los ocho líderes por la jornada de ocho horas, Oscar Neebe, George Engel, Michaelo Schwab, A.R. Parsons, Louis Lingg Samuel Fielden, Autust Spies y Adolph Fischer, lucha que les costo la vida a cinco de estos trabajadores (uno de los condenados a la pena capital se suicidó antes de la ejecución) y a largas penas de prisión a los otros tres. Lo notable de estas crónicas es que el autor y corresponsal de La Nación en EEUU era nada menos que el cubano José Martí, periodista, escritor, líder político y padre de la patria de Cuba, llamado el Apóstol de ese país.
En ese tiempo, ya de regreso en Chile, Taufic dictó cursos y seminarios sobre ‘Periodismo en Internet’, en las universidades Academia de Humanismo Cristiano y ARCIS. En 2005 el Observatorio de Medios Fucatel publicó su trabajo «Manual de Ética Periodística Comparada», libro que culmina una larga búsqueda de materiales en distintos países. En total, Taufic publicó seis libros de temas periodísticos –indagativo, testimonial o teórico–, con ediciones en Chile, Argentina, México y España.
Durante su exilio, trabajó en Buenos Aires en el diario Noticias, fue redactor de La Opinión cuando la dirigía Jacobo Timerman, y luego se desempeñó como corresponsal en Europa, países del Pacto Andino, el Caribe y EEUU para diversas publicaciones del Cono Sur sudamericano
En los años 90, fue redactor de reportajes especiales para distintos medios impresos, entre ellos la cadena mundial de diarios Metro/MTG, el diario Nuevo Fortín y las revistas Rocinante y El Periodista, de Santiago de Chile. Fue columnista en Buenos Aires del periódico Página 12, durante una nueva residencia en Argentina entre 1996 y 1998.
También, entre 1987 y 1991, fue jefe de redacción de la revista de ciencias sociales Nueva Sociedad, de circulación latinoamericana, cuando se publicaba en Caracas con el auspicio de la germana Fundación Friedrich Ebert, y anteriormente se desempeñó como encargado de Información Pública del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), organismo internacional con sede en Venezuela, al que pertenecen todos los gobiernos de la región.
En el prólogo de su “Manual de Ética Periodista Comparada”, Taufic escribió que su obra tenía propósitos académicos, pero también de aplicación práctica y uso cívico: “Este libro pretende contribuir a la búsqueda de un periodismo de mayor calidad y credibilidad, al que tenemos derecho todos los ciudadanos a comienzos del siglo 21. Reúne una selección amplísima de valores profesionales y éticos que inspiran a grandes diarios del mundo, para que miremos en ella —como en un espejo— las reales dimensiones del derecho a la información de que disponemos. Cuando murió, estaba haciendo gestiones para concretar su proyecto de publicar un Manual de Periodismo concebido para loa legión de periodistas empíricos que desarrollan los nuevos medios de información alternativos, populares y comunitarios, sean escritos o audiovisuales.
En 2008, Camilo Taufic fue uno de los ganadores del Fondo del Libro que le otorgó financiamiento para la publicación de “Memorias de 50 años de un periodista. Encuentros inéditos con personas ‘top’ y otros testimonios”. Sin abandonar su estilo, que definía como “cronista de la vieja guardia”, recopiló 21 historias fantásticas, algunas fruto de su imaginación y otras más o menos plausiblemente reales, bajo el título “Un extraterrestre en La Moneda”, publicado por Planeta.
Entre estas historias asombrosas está “El extraño caso del pasaporte turco”, el cuento mítico sobre un exilado –de cualquier nacionalidad latinoamericana– que en la Europa de los años 70 se confecciona él mismo un pasaporte con el menú de un restaurante turco europeo que le permite ingresar a Suecia y pedir asilo político. Sobre esta historia, el propio Camilo dijo en El Mercurio:
-La historia del exiliado que viajó con el menú de restorán turco, ¿se conocía anteriormente?
-Ésa la viví yo, directamente. Se publicó en Chile en el año 83 y provocó una gran conmoción. Me he encontrado con cuenta cuentos que reproducen esta historia. Pero hoy no es conocida a nivel masivo ni por las nuevas generaciones. Es una historia que ha fascinado a muchas personas, que siempre me piden que se las cuente, que les dé nuevos detalles. Tiene que ver con el alma nacional, por ser un pícaro chileno, y tiene un trasfondo político. A quienes han leído el libro, incluso gente joven, es la historia que más les gusta.



Fragmento de un texto de Camilo Taufic:

"El periodismo no es sólo la forma más dinámica de la comunicación social, sino que -al informar y dar su interpretación sobre las noticias- es, al mismo tiempo, una activa fuerza política, un instrumento de la lucha de clases que se da en el seno de la sociedad. Influye directamente en la realidad cotidiana, contribuyendo a organizar el mundo material según los contenidos de clase que transmite y hasta el punto en que estos encuentran la resistencia suficiente para ser anulados. Es un arma poderosa, cubierta por un camuflaje de independencia cuando sirve a los capitalistas, o actuando a campo descubierto y proclamando su carácter de clase cuando sirve a los trabajadores.


(...)


El papel político del periodismo queda de manifiesto si recordamos que no existe la información por la información misma; se informa para orientar en determinado sentido, a las diversas clases y capas de la sociedad, y con el propósito de que esa orientación llegue a expresarse en acciones determinadas. Es decir, se informa para dirigir. En ese sentido, el mimetismo de periodismo y política llega a ser total.


El periodismo, además, es una forma singular y peculiar de la superestructura, pues al expresar y formar las ideas, los juicios, las opiniones, no está ligado (ni mucho menos) sólo con la ideología política y sus manifestaciones prácticas, sino que está vinculado también a todas las demás esferas de la superestructura, reflejando y formando la conciencia jurídica, moral, estética, religiosa o antirreligiosa; en suma, la concepción del mundo de la sociedad. A través del periodismo, el auditorio capta una determinada visión ideológica de todo el conjunto de rasgos, aspectos y propiedades de las relaciones sociales, lo que llega a determinar la naturaleza de clase de las ideas que se imponen en su conciencia por esta vía de conocimiento".


Camilo Taufic
"Periodismo y lucha de clases"
Ediciones de La Flor- Buenos Aires-1974
Extraído de: http://unblogpeperonista.blogspot.com.ar/2012/06/feliz-dia.html

Grecia nos salvará

Slavoj Zizek Il Manifesto

Texto de la intervención del filosofo esloveno en la convención de Syriza. Traducido por nemoniente.

Al final de su vida Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, hizo la famosa pregunta «¿qué quiere una mujer?», admitiendo su perplejidad frente al enigma de la sexualidad femenina. Similar perplejidad surge hoy: «¿Qué quiere Europa?» esta es la pregunta que vosotros, los griegos, estáis dirigiendo a Europa. Pero Europa no sabe lo que quiere. El modo en que los estados europeos y los medios de comunicación se refieren a lo que está pasando hoy en Grecia, creo que es el mejor indicador de la Europa que pretenden. Es la Europa neoliberal, la Europa de los estados aislacionistas. Los críticos acusan a Syriza de ser una amenaza para el euro, pero Syriza es, al contrario, la única posibilidad que tiene Europa. ¿Qué amenaza?. Vosotros estáis dando Europa la posibilidad de salir de su inercia y encontrar una nueva vía.



En sus notas sobre la definición de cultura, el gran poeta conservador Thomas Eliot subrayó esos momentos en que la única elección es entre la herejía y la incredulidad, momentos en que el único modo de mantener la creencia, de mantener viva la religión, es desviarse drásticamente de la vía principal. Esto es lo que ocurre hoy en Europa. Solo una nueva herejía –representada en este momento por Syriza- puede salvar lo que merece la pena salvar de la herencia europea, la democracia, la confianza en las personas, la solidaridad igualitaria. La Europa que vencerá, si Syriza no gana, será una Europa con valores asiáticos y, naturalmente, estos valores no tienen nada que ver con Asia, sino con la voluntad actual y evidente del capitalismo contemporáneo de suspender la democracia.



Se dice que Syriza no tiene suficiente experiencia para gobernar. Estoy de acuerdo, le falta experiencia sobre cómo llevar a la ruina un país, engañando y robando. No tenéis esa experiencia. Esto nos lleva al absurdo de la política europea: nos sermonea sobre pagar impuestos, oponiéndose al clientelismo griego al tiempo que pone todas sus esperanzas en la coalición de dos partidos que han llevado a Grecia a ese clientelismo.



Christine Lagarde ha afirmado recientemente que tiene más simpatía por los pobres de Niger que por los griegos, y también ha aconsejado a los griegos que se ayuden a sí mismos pagando impuestos, que, como he podido comprobar hace pocos días, no deben pagar. Como todos los liberales humanitarios, ama a los pobres impotentes que se comportan como víctimas, evocando nuestra simpatía e inclinándonos a la caridad. Vuestro problema es que sí, sufrís, pero no sois víctimas pasivas: resistís, lucháis, no pedís comprensión ni caridad, reclamáis solidaridad activa. Demandáis y reivindicáis una movilización, apoyo para vuestra lucha.



Se acusa a Syriza de promover utopías de izquierda, pero la utopía es el plan de austeridad impuesto por Bruselas. Todos saben que este plan es ficción, que el estado griego no podrá jamás pagar la deuda. ¿Por qué Bruselas impone estas medidas? Su propósito no es salvar a Grecia, sino salvar a los bancos europeos.



Estas medidas no son presentadas como decisiones basadas en opciones políticas, sino como una necesidad impuesta por una lógica económica neutral. Como si dijéramos: si queremos estabilizar nuestra economía, nos tenemos que tragar esta píldora amarga. O, como dicen los proverbios tautológicos: no se puede gastar más de lo que se tiene. Los bancos americanos y los Estados Unidos llevan decenios demostrando que sí se puede gastar más. Para ilustrar el error de las medidas de austeridad, Paul Krugman las compara a menudo con la práctica medieval de las sangrías. Una metáfora pertinente, que pienso puede ser más extremada. Los médicos europeos, ignorando cómo funcionará el tratamiento, os están usando a vosotros los griegos como conejillo de indias, están desangrándoos, no a sus países. No hay sangrado para los bancos alemanes y franceses. Al contrario, están recibiendo grandes transfusiones.



El buen sentido radical



¿Es realmente Syriza grupo de peligrosos extremistas? No, Syriza está aportando un pragmático buen sentido para abortar la confusión generada por otros. Los soñadores peligrosos son los que pretender imponer las medidas de austeridad. Los verdaderos soñadores son los que piensan que las cosas pueden seguir así, indefinidamente, haciendo algunos cambios cosméticos. Vosotros no sois soñadores: vosotros estáis despertando de un sueño que se está transformando en una pesadilla. Vosotros no estáis destruyendo nada, estáis reaccionando al modo en que el sistema está gradualmente destruyéndose a sí mismo. Todos conocemos la clásica escena de los dibujos animados de Tom y Jerry: el gato alcanza el precipicio y continúa caminando, ignorando que no hay suelo bajo sus píes. Solo cuando mira hacia abajo se da cuenta que cae al vacío. Esto es lo que estáis haciendo: estáis diciendo a los que están en el poder, «¡eh, mira hacia abajo!» y se caen.



La mapa político de Grecia está claro. En el centro hay un solo partido, con dos alas, derecha e izquierda, Pasok y Nueva Democracia. Es, como la Cola, Coca o Pepsi, una elección que no lo es. El verdadero nombre de este partido, si se meten Pasok y Nd en el mismo saco, debería ser algo así como NMCED, Nuevo Movimiento Helénico Contra la Democracia. Naturalmente este gran partido dice estar a favor de la democracia, pero yo digo que será a favor de una democracia descafeinada, como el café sin cafeína, la cerveza sin alcohol, el helado sin azúcar. Hablan de democracia, pero de una democracia donde en vez de hacer una elección, la gente se limita a confirmar lo que los expertos dicen lo que hay que hace. ¿Buscan un diálogo democrático? Sí, pero como los últimos diálogos de Platón, en los que un niño habla todo el tiempo y otro solo dice de vez en cuando, «¡por Zeus, así es!»



Luego está la elección. Vosotros, Syriza, el auténtico milagro, movimiento de izquierda radical, que ha salido de la cómoda posición de resistencia marginal y se ha dispuesto valerosamente a tomar el poder. Este es el motivo por el cual debéis ser castigados. Este es el porqué de un reciente artículo escrito por Bill Freyja en la revista Forbes bajo el título «Darle a Grecia lo que se merece: comunismo». Cito: «Lo que el mundo necesita, no lo olvidemos, es un ejemplo contemporáneo del comunismo en acción. ¿Qué mejor candidato que Grecia? Échesela de la Unión europea, interrúmpase el flujo libre de euros y devuélvasele al viejo dracma. Después, ved que ocurre durante una generación». En otras palabras, Grecia debería ser castigada de modo ejemplar para acabar de una vez por todas con la tentación de una solución radical de izquierda a la crisis.



Sé que la misión de Syriza es casi imposible. Syriza es la extrema izquierda, es la voz pragmática de la razón, que contrasta con la loca ideología del mercado. Syriza necesitará de la formidable combinación de principios políticos y pragmatismo sin compromiso democrático, además de la capacidad de actuar rápidamente y sin miramientos cuando sea necesario. Para que Syriza tenga una oportunidad, incluso una mínima oportunidad de éxito, será necesaria una solidaridad pan-europea.



Cambiar Grecia



Pienso que vosotros, aquí en Grecia, debéis evitar el nacionalismo fácil, todos esos discursos acerca de que Alemania quiere volver a ocupar Grecia, destruirla y cosas así. Vuestra primera tarea es la de cambiar las cosas aquí. Syriza deberá hacer el trabajo que otros tenían que haber hecho. El trabajo de construcción de un estado mejor, moderno: un etado eficiente. Deberéis hacer un trabajo de recuperación del aparato estatal del clientelismo. Es un trabajo duro, exento de entusiasmo: lento, duro, tedioso.



Vuestros críticos pseudo-radicales dicen que la situación no está todavía madura para un cambio social. Que si tomáis el poder ahora, no haréis más que ayudar al sistema, haciéndolo más eficiente. Si he comprendido bien, esto es lo que el KKE, el partido de quienes todavía viven porque se olvidan de morir, está diciendo.



Es cierto que vuestra élite política ha demostrado su incapacidad para gobernar, pero no hay nunca un momento exacto en que la situación sea la completamente idónea para el cambio. Si esperáis ese momento, el momento idóneo no llegará jamás. Nunca se interviene en el momento exactamente adecuado. Por tanto, estáis ante una elección: o esperáis cómodamente y veis cómo se desintegra vuestra sociedad, como proponen algunos otros partidos de izquierda, o intervenís heroicamente, plenamente conscientes de la dificultad de la situación. Syriza ha hecho la elección adecuada.



Pienso que vuestros críticos os odian porque, en su interior, saben que tenéis el valor de ser libres y actuar como personas libres. Cuando se mira a los ojos, la gente comprende, al menos por un instante, que se le está ofreciendo su libertad. Estáis atreviéndoos a hacer lo que ellos sueñan hacer. En este instante, son libres. Son uno con vosotros. Pero solo es un momento. Vuelve el miedo y os odiarán otra vez, porque tienen miedo de su libertad.



¿Cuál es entonces la elección que, vosotros los griegos, habréis de afrontar el 17 de junio? Debéis tener en cuenta la paradoja que sostiene la libertad de voto en las sociedades democráticas: sois libres de elegir, a condición de que hagáis la elección correcta. Porque cuando la elección es errónea, por ejemplo cuando Irlanda votó contra la constitución europea, esa elección es tratada como un error. Entonces repiten la votación, para que las personas alumbren la decisión adecuada. Por esto el establishment europeo está prensa del pánico. Piensan que quizá no merecéis vuestra libertad, porque existe el peligro de que hagáis la elección equivocada.



Café sin leche



En Ninoska de Ernst Lubitsch aparece una broma maravillosa: el protagonista entra en una cafetería y pide un café sin crema. El camarero responde «lo siento, se nos ha acabado la crema, solo tenemos leche. ¿Quiere un café sin leche?» En ambos casos se tomará solo el café, pero pienso que la broma es acertada. También la negación es importante. Un café sin crema no es lo mismo que un café sin leche. Vosotros os encontráis hoy en la misma difícil situación. Tenéis austeridad, pero ¿tenéis el café de la austeridad sin crema o sin leche? Aquí es donde el establishment europeo hace trampas. Se está comportando como si tuvierais el café de la austeridad sin crema. Es decir, los frutos de vuestro esfuerzo no solo beneficiarán a los bancos europeos: os están ofreciendo también un café sin leche. Vosotros seréis los que no os beneficiaréis de vuestros sacrificios y dificultades.



En el sur del Peloponeso hay mujeres que son las encargadas de llorar en los funerales, de hacer un espectáculo para los parientes del difunto. No hay nada de primitivo en esto. Nosotros, en nuestras sociedades desarrolladas, hacemos exactamente lo mismo. Pensad en este maravilloso invento, quizá la mejor contribución de América a la cultura mundial: las risas enlatadas. Las risas que forman parte de la banda sonora de los programas de televisión. Vuelves a casa cansado, enciendes la tv en uno de estos estúpidos programas tipo Cheers o Friends. Te sientas y la tv ríe también por ti. Desgraciadamente, funciona.



Así es como los que detentan el poder, el establishment europeo, quiere ver no solo a los griegos sino a todos nosotros: mirando a la pantalla y observando cómo sueñan los otros, cómo lloran, cómo lloran. Hay una anécdota, apócrifa pero maravillosa, sobre el intercambio de telegramas entre el cuartel general del ejército alemán y el austriaco durante la primera guerra mundial. Los alemanes envían un mensaje a los austriacos: «Desde nuestro frente vemos la situación grave pero no catastrófica». Los austriacos responden: «Desde el nuestro, la situación es catastrófica, pero no grave».



Esta es la diferencia entre Syriza y los otros: para ellos la situación es catastrófica pero no grave, las cosas pueden seguir como hasta ahora, mientras que para Syriza la situación es grave, pero no es catastrófica y por eso el valor y la esperanza deben sustituir al miedo. Por tanto tenéis delante, por decirlo con el título de una vieja canción de los Beatles, una long and winding road. Cuando hace años la guerra fría amenazaba con estallar, John Lennon escribió una canción, all we are saying is give peace a chance. Hoy, quiero escuchar una nueva canción en toda Europa, «todo lo que estamos diciendo es dar una oportunidad a Grecia».



La revolución en la propia casa



Consentidme una referencia a una de las grandes, quizá la más grande, de las tragedias clásicas, Antígona: no combatir batallas que no sean las tuyas. En mi idea de Antígona, tenemos a Antígona y a Creonte. Son de la clase dirigente. Un poco como Pasok y Nueva Democracia. En mi versión de Antígona, mientras los dos miembros de las familias reales están combatiendo entre ellos, amenazando con enviar a la ruina al estado, me gustaría ver al coro, las voces de las personas, salir de su estúpido rol de acompañamiento sentencioso, apoderarse de la escena, constituir un comité público de poder popular, arrestarlos, a Creonte y Antígona, y dar vida al poder del pueblo.



Permitidme ahora acabar con una nota personal. Odio a la izquierda tradicional, intelectual, que ama la revolución, pero la revolución que tiene lugar en algún sitio lejano. Así era de joven: cuanto más lejos, mejor, Vietnam, Cuba, todavía hoy, Venezuela. Pero vosotros estáis aquí y os admiro. No tenéis miedo a involucraos en una situación desesperada, sabiendo qué las probabilidades están en vuestra contra. Por esto os admiro. Hay también un oportunismo de principio, el oportunismo de los principios. Cuando se dice que la situación está perdida, que no podemos hacer nada, porque significaría traicionar nuestros principios, esta parece ser una posición coherente, pero en realidad es una forma extrema de oportunismo. Precisamente Syriza es un evento único de esa izquierda -en contradicción con lo que hace habitualmente la izquierda extraparlamentaria, que se preocupa más de la violación de los derechos humanos de cualquier criminal que de los millares de seres humanos que mueren- que ha encontrado el valor de hacer algo.



Fuente de la traducción: https://n-1.cc/pg/blog/read/1347543/grecia-nos-salvar

viernes, 8 de junio de 2012

El desempleo tiene dos caras

El doble negocio del desempleo


Jorge Majfud, ArgenPress



Los pobres desempleados e improductivos que viven de la ayuda del Estado en realidad no son un mal negocio para las grandes empresas. No sólo ayudan a mantener los sueldos deprimidos, según ya se sabía en el siglo XVIII, sino que, además, en nuestra civilización de las cosas son consumidores perfectos. La ayuda que estos pobres desempleados reciben del Estado va destinada completamente al consumo de bienes básicos o de diversión y dis-track-tion, lo que significa que las megaempresas aún así continúan haciendo un gran negocio con el dinero de los contribuyentes. Por supuesto, todo tiene su arte y su línea de naufragio.



Por otro lado, esta realidad sirve para una crítica o un discurso en principio aceptable y enquistado en la conciencia popular del mundo rico, producto del bombardeo mediático: mientras las grandes compañías producen (en varios sentidos de la palabra) y generan puestos de trabajo, los holgazanes se benefician de ellas a través del Estado. Las grandes compañías son las vacas sagradas del progreso capitalista y el Estado con sus holgazanes son las lacras que impiden la aceleración de la economía nacional.



En primera instancia es verdad. Este mecanismo no sólo mantiene una cultura de la pereza en las clases más bajas esperando esa ayuda del Estado (cuando existe un sistema de seguro social como en Estados Unidos) sino que además alimenta el odio de las clases trabajadoras que deben resignarse a seguir pagando sus impuestos para mantener a ese margen de desocupados que básicamente significan una carga y también una permanente amenaza de mayor criminalidad y más gastos en prisiones. Lo cual también es cierto, ya que es más probable que un desocupado profesional se dedique a alguna actividad criminal que un trabajador activo.



Este odio de clases mantiene el status quo y, por ende, el dinero sigue fluctuando de la clase trabajadora a la clase ejecutiva, entre otros medios, vía holgazanes-desocupados. Si esos desocupados estuviesen en el circuito de trabajo, probablemente consumirían menos y exigirían mejores salarios y educación. Estarían mejor organizados, no tendrían tanto resentimiento por aquellos que se levantan temprano para ir a sus trabajos, serían menos víctimas de la demagogia de los políticos populistas y de las sectas empresariales que son, en definitiva, las dueñas del capital y, sobre todo, del know-how social --los know-why y los know-what son irrelevantes.



Para alguien que debe vender un mínimo anual de toneladas de azúcar a la industria de la alimentación, por decirlo de alguna forma, un trabajador nunca será una mejor opción que un desocupado mantenido por el Estado. Para los empresarios de la salud, tampoco. Algunos estudios recientes indican que el consumo de azúcar en las gaseosas es tan perjudicial para el hígado como el consumo de alcohol, ya que el hígado de cualquier forma debe metabolizar el azúcar (glucólisis), por lo cual tomar una soda, en última instancia y sin considerar las alteraciones de la conducta, es lo mismo que beber whisky (Nature, Dr. Robert Lustig, Univ. of California). Una Coca-Cola ni siquiera tiene las ventaja que tiene el vino para la salud. Sin embargo, en los últimos años la proporción de azúcar en las bebidas y la cantidad que consume cada individuo ha ido aumentando en el mundo entero, a pesar que nuestro organismo sólo tuvo tiempo de evolucionar para tolerar el azúcar de las frutas, una temporada al año. Los especialistas consideran que ese aumento del consumo se debe a la presión política de las compañías que están involucradas en la comercialización del azúcar. Como consecuencia, en Estados Unidos y en muchos otros países tenemos poblaciones cada vez más obesas y más enfermas, lo que de paso significa mayores ganancias para la industria de la salud y los laboratorios farmacéuticos.



Pero así funciona la lógica del capitalismo tardío, que es la lógica global hoy en día: si no hay consumo no hay producción y sin ésta no hay ganancias. Sería mucho más saludable para los consumidores si los vendedores de alimentos a base de sabrosos shocks de sal-azúcar, asaltaran a cada consumidor antes de entrar a un supermercado. Pero esto, como el incremento de impuestos, es políticamente incorrecto y demasiado fácil de visualizar por parte de los consumidores. Siempre me llamó la atención el hecho universal de que los drogadictos roban y matan a personas honestas para comprar drogas y no roban ni asaltan a los mismos vendedores de drogas, lo cual sería un camino más directo e inmediato para una persona desesperada. Pero la respuesta es obvia: siempre es más fácil asaltar a un trabajador honesto que a un delincuente que conoce el rubro. Por lo general, esto último es casi imposible, al menos para un consumidor común.



El objetivo primario de cualquier empresa son las ganancias y todo lo demás son discursos que intentan legitimar algo que no puede ser cambiado dentro de la lógica puramente capitalista. Cuando esta lógica funciona sin trabas, se llama progreso. Las compañías progresan y como consecuencia progresan los individuos --hacia la destrucción propia y ajena.



Recientemente la ciudad de Nueva York prohibió la venta de las botellas gigantes de soda alegando que estimulaban el excesivo consumo de azúcar. Este tipo de medidas nunca sería tomada, ni siquiera propuesta, por una empresa privada cuyo objetivo es vender, al menos que venda agua mineral. Pero en este caso la prohibición explícita de una empresa sobre otra iría contra las leyes del mercado, razón por la cual esta lucha normalmente se produce según las leyes de Darwin, donde los más fuertes devoran a los más débiles.



Estos límites a la “mano invisible del mercado” sólo pueden establecerlos los gobiernos. Lo mismo ocurrió con la lucha contra el tabaquismo. Los gobiernos suelen estar infestados, inoculados por los lobbies de las grandes corporaciones y suelen responder a sus intereses, pero no son monolitos y cada tanto recuerdan su razón de ser según los preceptos modernos. Entonces se acuerdan de que existen para la población, y no al revés, y actúan en consecuencia reemplazando las ganancias por la salud colectiva.



Las libertades no han progresado por las corporaciones empresariales y financieras sino a pesar de estas. Han progresado a lo largo de la historia por aquellos que se han opuesto a los poderes hegemónicos o dominantes del momento. Siglos atrás esos poderes eran las iglesias o los Estados totalitarios, como los antiguos reyes y sus aristocracias, como en la Unión Soviética y sus satélites. Desde hace varios siglos hasta hoy, cada vez más, esos poderes radican en las corporaciones que son las que poseen el poder en forma de capitales. Cualquier verdad que salga de los grandes medios estará controlada de forma directa o de forma sutil –por ejemplo, a través de la autocensura-- por estas grandes firmas, que son las que mantienen los medios a través de los anuncios publicitaros. Los medios ya no sobreviven, como en el siglo XIX y gran parte del siglo XX, de la venta de ejemplares. Es decir, los grandes medios cada vez dependen menos y, por lo tanto, cada vez se deben menos a la clase media y trabajadora. La Era digital podrá un día revertir este proceso, pero por el momento los individuos aislados se limitan a reproducir noticias y narrativas sociales prefabricadas por los grandes medios que básicamente viven de los anuncios publicitarios de las grandes empresas y corporaciones. Es decir, los superyós sociales. El control es indirecto, sutil e implacable. Cualquier cosa que vaya contra los intereses de los anunciantes significará la retirada de capitales y, por ende, la decadencia y el fin de esos medios, que dejarán lugar a otros para cumplir su rol de marionetas.



Con algunas excepciones, ni los pobres ni los trabajadores pueden hacer lobbies en los parlamentos. En tiempos de elecciones, son los las corporaciones quienes pondrán miles de millones para elegir un candidato o el otro. Ninguno de los candidatos cuestionará la realidad básica que sostiene la existencia de esta lógica pero cualquiera de ellos que sea elegido y luego electo --o viceversa-- estará hipotecado en sus promesas cuando asuma el poder y deberá responder en consecuencia: ninguna empresa, ningún lobby pone millones de dólares en algún lugar sin considerar eso como una inversión. Si lo ponen para combatir el hambre en África será una inversión moral, “lo que les sobra”, como dijera Jesús refiriéndose a las limosnas de los ricos. Si lo ponen en un candidato presidencial será, obviamente, una inversión de otro tipo.



El poder desproporcionado de estas corporaciones, muchas secretas o discretas son el peor atentado contra la democracia en el mundo. Pero pocos podrán decirlo sin ser etiquetados de idiotas. O aparecerán en algunos grandes medios voceros del establishment, porque cualquier medio que se precie de democrático deberá pagar un impuesto a su hegemonía permitiendo que se filtren algunas opiniones verdaderamente críticas. Estas, claro, son excepciones, y entrarán en conflicto con un público acostumbrado al sermón diario que sostiene el punto de vista contrario. Es decir, serán entendidas como productos infantiles de aquellos que no saben “cómo funciona el mundo” y defienden a los holgazanes desocupados que viven del Estado, mientras éste vive de y castiga a las grandes empresas más exitosas. Sobre todo en tiempos de crisis, el Estado las castiga con rebajas de impuestos, préstamos sin plazo y rescates sin límites.



Desde la última gran crisis económica de 2008 en Estados Unidos, por ejemplo, las grandes empresas y corporaciones no han parado de aumentar sus ganancias mientras la reducción del empleo ha sido débil y un caballito de batalla para la oposición al gobierno. Los economistas más consultados por los grandes medios llaman a esto “aumento de la productividad”. Es decir, con menos trabajadores se obtienen mayores beneficios. Los trabajadores que sobran como consecuencia del aumento de productividad son derivados a la esfera del maldito Estado que debe asegurar que --aunque desmoralizados o por eso mismo-- sigan consumiendo con el dinero de la clase media para aumentar aún más las ganancias de los mercaderes de las elites dominantes que, sin pagar esos salarios pero sin dejar de venderles las mismas baratijas y las mismas sodas azucaradas y las mismas chips saladas, verán aumentadas aún más la efectividad, la productividad y las ganancias de sus admirablemente exitosas empresas.



Nosotros podemos llamar a todo este mecanismo perverso “el doble negocio de la desocupación” o “los milagros de las crisis financieras”.
 
http://mamvas.blogspot.com.ar/2012/06/el-doble-negocio-del-desempleo.html

jueves, 7 de junio de 2012

Españistán

El asesino en jefe


Tom Engelhardt

Tom Dispatch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Podéis estar seguros de una cosa: no importa quién resulte elegido en noviembre, no solo elegirán a un presidente de EE.UU.; también estarán eligiendo un asesino en jefe. Puede que los últimos dos presidentes no hayan sido emperadores o reyes pero ellos -y la vasta estructura de seguridad nacional que se sigue incrementando e institucionalizando alrededor del presidente- son ciertamente una de las pesadillas de las que nos advirtieron los padres fundadores de este país. Son uno de los motivos por los cuales esos fundadores pusieron importantes poderes respecto a la guerra en manos del Congreso. Sabían que sería un organismo lento, recalcitrante, deliberativo.

Gracias a un largo artículo del New York Times de Jo Becker y Scott Shane, “Secret ‘Kill List’ Proves a Test of Obama’s Principles and Will,” (Lista secreta de asesinatos, prueba de los principios y la voluntad de Obama) sabemos ahora que el presidente ha pasado una cantidad sorprendente de tiempo supervisando la “nominación” de presuntos terroristas para asesinarlos mediante el programa de drones [aviones sin tripulación a control remoto] que heredó del presidente George W. Bush y que ha expandido exponencialmente. Además, ese artículo se basó en gran parte en entrevistas con “tres docenas de sus actuales y antiguos consejeros”. En otras palabras, fue esencialmente un artículo inspirado por el gobierno –el columnista Robert Scheer lo denomina “plantado”- sobre un programa “secreto” del cual el presidente y sus allegados están bastante orgullosos y del que quieren alardear en un año electoral.

El lenguaje del artículo sobre nuestro presidente guerrero es generalmente favorable, incluso en algunos sitios apasionado. Se concentra en los dilemas de un hombre que, como sabemos ahora, ha aprobado y supervisado el crecimiento de un programa de asesinatos notablemente poderoso en Yemen, Somalia y Pakistán basado en una “lista de asesinatos”. Además lo ha hecho regularmente, objetivo tras objetivo, nombre tras nombre, (El Times no mencionó el reciente ataque de un drone estadounidense en las Filipinas que mató a 15 personas.). Según Becker y Shane, el presidente Obama también ha estado involucrado en el uso de un método fraudulento de recuento de asesinatos de drones que minimiza las muertes de civiles.

Hablando históricamente, todo esto es bastante extraño. El Times califica el papel de Obama en la maquinaria de asesinatos mediante drones de “sin precedentes en la historia presidencial”. Y así es.

No significa, sin embargo, que otros presidentes de EE.UU. nunca hayan tenido nada que ver o no hayan estado involucrados de alguna manera en programas de asesinatos. No se puede decir que el Estado como asesino sea desconocido en nuestra historia. ¿Cómo es posible, por ejemplo, que el presidente John F. Kennedy no conociera las tramas de asesinatos, inspirados o respaldados por la CIA, contra Fidel Castro en Cuba, Patrice Lumumba en el Congo y el autócrata sudvietnamita (y ostensible aliado) Ngo Dinh Diem? (Lumumba y Diem fueron exitosamente asesinados.) De la misma manera, durante la presidencia de Lyndon Johnson, la CIA realizó una campaña masiva de asesinatos en Vietnam, la Operación Phoenix. Resultó ser un programa sorprendentemente disoluto de asesinatos de decenas de miles de vietnamitas, de verdaderos enemigos y de otros que simplemente fueron incluidos en el proceso.

En eras anteriores, sin embargo, los presidentes se mantenían por sobre los asesinatos o practicaban una especie de negación plausible respecto a esos actos. Es seguro que nos encontramos en una nueva etapa en la historia de la presidencia imperial cuando un presidente (o su equipo electoral) junta a sus asistentes, consejeros y asociados promueve una historia que se propone transmitir el orgullo colectivo del grupo por la nueva posición de asesino en jefe.

¿Congregación religiosa o brigada mafiosa?

Estamos ante una nota al pie, lo crean o no, en nuestra era estadounidense. ¿Quién recuerda que en los primeros años de su presidencia George W. Bush llevaba lo que Bob Woodward del Washington Post llamó “su propia cuenta personal de la guerra” contra el terror? Consistía en fotografías con breves biografías y descripciones de la personalidad de los que estaban considerados los terroristas más peligrosos del mundo, cada uno de ellos listo para que Bush lo tachara una vez que lo capturasen o lo asesinasen. Esa cuenta, agrega Woodward, estaba siempre disponible en un cajón del escritorio del Despacho Oval.

Ahora, una contabilidad privada presidencial ciertamente parece de poca monta. La distancia que hemos recorrido en una década se puede medir por la descripción del Times del equivalente actual de esa “cuenta personal” (y sin un cajón de escritorio donde guardarla):

“Es el más extraño de los rituales burocráticos: Más o menos cada semana, se reúnen más de 100 miembros del creciente aparato de seguridad nacional del gobierno, en una vídeoconferencia segura, para estudiar las biografías de presuntos terroristas y recomendar al presidente quiénes deben ser los próximos eliminados. Ese proceso secreto de ‘nominaciones’ es un invento del gobierno de Obama, un nefasto círculo de discusión que estudia las diapositivas de PowerPoint con los nombres, alias y biografías de presuntos miembros de la filial de al Qaida en Yemen o sus aliados en la milicia Shabab en Somalia. Las nominaciones van a la Casa Blanca, donde por su propia insistencia y guiado por el ‘zar’ del contraterrorismo John O. Brennan, Obama debe aprobar cada nombre”.

En otras palabras, gracias a tales reuniones –en lo que los conocedores llaman “martes del terror”— los asesinatos se han institucionalizado, normalizado y burocratizado alrededor de la figura del presidente. Sin la ayuda, o cualquier supervisión del pueblo estadounidense o sus representantes elegidos, solo él es ahora responsable de los asesinatos regulares perpetrados a miles de kilómetros, incluidos los de civiles y niños. En otras palabras, si no es un rey, sí es por lo menos el rey de los asesinatos estadounidenses. En ese aspecto, su poder es total y carente de todo control. Puede prescribir la muerte de cualquier “nominado” eligiendo cualquiera de las “tarjetas de beisbol (biografías en PowerPoint) en esa lista de asesinatos y luego ordenar que los drones lo liquiden (a él y a cualquier vecino suyo).

Él y solo él puede decidir que el asesinato de individuos conocidos no es suficiente y que en vez de eso los drones de la CIA pueden atacar “tipos de conducta” sospechosos en tierra en Yemen o Pakistán, Puede detener cualquier ataque, cualquier asesinato, pero no hay nadie, ningún mecanismo que lo pueda detener a él. Una máquina global de asesinato estadounidense (de modo bastante literal, considerando la creciente fuerza de los drones) se encuentra ahora a entera disposición de un solo individuo que no tiene que rendir cuentas a nadie. Es la pesadilla de la que nos querían proteger los padres fundadores.

Al hacerlo, como ha señalado Glenn Greenwald de Salon, el presidente ha destruido la Quinta Enmienda, que garantiza a los estadounidenses que no serán “privados de vida, libertad, o propiedad sin el debido proceso”. La Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia elaboró un memorando secreto en el que afirma que, aunque la garantía de debido proceso de la Quinta Enmienda se aplica al asesinato mediante drones de un ciudadano estadounidense en un país con el cual no estamos en guerra, “debe aprobarse mediante deliberaciones internas del poder ejecutivo”. (Eso, escribe Greenwald, es “la interpretación gubernamental más extremista de la Declaración de Derechos que he oído en mi vida"). En otras palabras, el exprofesor de derecho constitucional ha sido liberado de la ley del país en casos en los que “nomine”, como lo ha hecho, a ciudadanos estadounidenses para la muerte robótica.

Existe, sin embargo, otro aspecto respecto a la institucionalización de esas “listas de asesinatos” y es el asesinato como prerrogativa presidencial, que no se ha mencionado. Si creemos el artículo del Times, que refleja en gran parte cómo pretende verse a sí mismo y a sus acciones el gobierno de Obama, el programa de drones también se encuentra en proceso de santificación y sacralización.

Se obtiene un sentido del asunto por el lenguaje del propio artículo. (“Un proceso paralelo de la CIA, más enclaustrado, se concentra en gran parte en Pakistán…”) Presenta al presidente como como un hombre particularmente moral, que estudia las obras de la “guerra justa” de personajes religiosos como Tomás de Aquino y San Agustín y toma cada muerte como una carga moral. Su principal consejero de contraterrorismo Brennan, un hombre que mientras estaba en la CIA estuvo implicado hasta el cuello en la controversia sobre la tortura, aparece de un modo bastante literal, como un sacerdote de la muerte, no una vez, sino dos veces en el artículo. Es descrito por los reporteros del Times como “un sacerdote cuya bendición se ha convertido en indispensable para Obama”. Luego citan al principal abogado del Departamento de Estado, Harold H. Koh: “Es como si tuvieras un sacerdote con valores morales extremadamente fuertes que de repente se encargase de dirigir una guerra”.

Según el Times, la organización de la muerte robótica se ha convertido en la idea fija del gobierno, una especie de culto a la muerte en Despacho Oval, y los que están involucrados son otros tantos devotos religiosos. Es decir, que podríamos estar al borde de una nueva religión, dirigida por el Estado y basada en la seguridad nacional, de asesinatos sobre la base de que estamos en un mundo “peligroso” y que la “seguridad” de los estadounidenses es nuestro valor supremo. En otras palabras, el presidente, sus apóstoles y los acólitos de su campaña oran todos, al parecer, en la Iglesia de "San Drone".

Por cierto, pensado de otra manera, la escena del “martes del terror” podría no provenir de un monasterio o de un sínodo eclesiástico, sino directamente de un consejo de la mafia de una novela de Mario Puzo, con el presidente como Padrino, decidiendo los “golpes” en un mundo de reyertas.

¡Adónde hemos llegado solo en dos presidencias! El asesinato como modo de vida se ha institucionalizado en el Despacho Oval, se ha normalizado totalmente y ahora nos lo presentan a todos como una solución razonable a los problemas globales de EE.UU. y un asunto en el que se basa una campaña presidencial.



Cuesta abajo hacia el planeta Blowback

Después de 5.719 palabras propias de Washington (la mayoría procedentes del Despacho Oval), el artículo del Times finalmente llega a esta única frase respecto al exterior: “Se puede afirmar que tanto Pakistán como Yemen son menos estables y más hostiles a EE.UU. que cuando Obama llegó a la presidencia”.

¡Se puede decir, sin duda! Para los pocos que llegaron a ese punto fue un breve recordatorio de lo estrecha y limitadora que es la experiencia de rendir culto a San Drone. Todas esas interminables reuniones, todas esas horas presidenciales se podrían haber dedicado a recolectar todavía más dinero para la campaña 2012, y los dos países que han soportado la mayor parte de los ataques de los drones son más hostiles, más peligrosos y están en peores condiciones que en 2009. (Y hay que tener en cuenta que uno de ellos es una potencia nuclear). Desde entonces las noticias solo han subrayado el poder con el que los drones han radicalizado a poblaciones enteras, sin importar a cuantos "sujetos malos" (y niños) han borrado de la faz de la tierra.

Y aunque el Times no lo menciona, no son solo malas noticias para Yemen o Pakistán. A la democracia estadounidense, que ya está al borde del abismo, también le va peor.

Lo que debería sorprender a los estadounidenses –pero al parecer pocas veces se observa– es la forma en que, en las sombras, el rigor militar estéril se ha convertido en el pensamiento profundo de Washington ante el altar de San Drone y sus equivalentes (incluidas las fuerzas de operaciones especiales secretas del presidente que van en aumento en las fuerzas armadas). Sí, el mundo sigue siendo un lugar peligroso, aunque mucho menos que en la epoca de la Guerra Fría cuando dos superpotencias estaban a un paso de una guerra nuclear. Pero –aunque sea cada vez más herético decirlo– los peligros que enfrentan los estadounidenses, incluidos peligros relativamente modestos del terrorismo, no constituyen lo peor de nuestro planeta.

La elección de un asesino en jefe, no importa por quién votéis, es peor. La pretensión de que la Iglesia de San Drone ofrezca algún de tipo de soluciones razonables o incluso prácticas en este planeta nuestro, es peor todavía. E incluso peor, una vez que comienza un proceso semejante, es que tenderá a ir continuamente cuesta abajo. Como nos informó la semana pasada el Times, no solo tenemos a un asesino en jefe en el Despacho Oval, sino a un ciber-guerrero perfectamente dispuesto a desplegar un nuevo tipo de armamento, el “gusano” informático más sofisticado que se ha desarrollado, contra otro país con el que no estamos en guerra.

Esto representa un sobrecogedor tipo de imprudencia, especialmente por parte del líder de un país que, tal vez más que cualquier otro, depende de sistemas computarizados, exponiendo a EE.UU. a tipos potencialmente debilitantes de futuras represalias. Una vez más, como en el caso de los drones, la Casa Blanca está estableciendo las reglas globales para todo país (y grupo) que pueda obtener un armamento semejante y salga a la carretera a 200 kilómetros por hora sin que haya un policía a la vista.

James Madison, Thomas Jefferson, George Washington y todos los demás conocían la guerra y no fueron acólitos de los equivalentes de San Drone en el Siglo XVIII, ni de presidentes a los que se podría permitir que convirtieran el mundo en una zona de la muerte. Sabían, por lo menos tanto como cualquiera en nuestro Estado de seguridad nacional actual, que el mundo es siempre un lugar peligroso y que eso no es una excusa para entregar los poderes de la guerra a un solo individuo. No pensaban que un Estado de guerra permanente, un Estado de muerte permanente, o un presidente con la libertad para lanzar a los estadounidenses a estados semejantes era un camino razonable para su nueva república. Para ellos, era de lejos la manera más peligrosa de existir en nuestro mundo.

Los padres fundadores seguramente habrían preferido la democracia republicana a la seguridad. Nunca habrían creído que un hombre rodeado de consejeros y abogados, abandonado a su propio criterio, podría protegerlos de lo verdaderamente importante. Trataron de prevenir esa posibilidad. Ahora tenemos un gobierno y una presidencia que está dedicado a ello, no importa quién sea elegido en noviembre.

Tom Engelhardt, cofundador de American Empire Project y autor de The United States of Fear y The End of Victory Culture es el director de Tom Dispatch.com del Nation Institute. Su último libro, en colaboración con Nick Turse, es Terminator Planet: The First History of Drone Warfare, 2001-2050.

Copyright 2012 Tom Engelhardt

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