martes, 27 de diciembre de 2011

El verde ya no está de moda

El mayor acuerdo comercial de todo este año 2011 se cerró ayer entre China y Japón cuando ambas naciones acordaron abandonar el dólar en sus intercambios comerciales. Este hecho ha dado un vuelco inesperado a la guerra de divisas desatada tras el estallido de la crisis dado que indica que el control hegemónico del billete verde en el mundo comienza su declive. La segunda y la tercera economía del planeta intercambiarán sus productos en sus propia monedas, saltándose la intermediación de la Reserva Federal y el Tesoro de Estados Unidos. (Ver la declaración del Banco Popular de China)
No es arriesgado aventurar la tesis del ocaso del dólar, aunque hay que tener en cuenta un par de hechos de la historia reciente. Lo significativo es que el gigantesco movimiento comercial entre ambos países asiáticos demandaba un alto volumen de divisas que mantenía en alza el precio del billete verde (más de 350.000 millones de dólares al año). Tras el acuerdo Tokio-Shanghai, es muy probable que se incorporen otros países (Corea del Sur es uno de ellos y Rusia ya tiene acuerdo con China de negociar bilateralmente yuanes con rublos).
El abandono del billete verde por parte de estos países se produce en momentos en que reina la total incertidumbre en los mercados financieros y donde prima la desconfianza y el miedo al interior de la misma banca. Como señala esta nota de El Economista, lejos de hacer fluir hacia el mercado los 489.000 millones de euros que recibieron de regalo navideño, la banca no ha hecho otra cosa que depositar más del 84% de esa suma en las misma bóvedas del BCE, llevando este tipo de depósitos a niveles récords, como si la propia banca propiciara el colapso total del sistema.
Por ello no debe resultar extraña la pérdida de confianza en el dólar y el euro, como confirman las medidas de los países asiáticos. La corrupción desatada de estas monedas con más de 700 billones (millones de millones) en derivados financieros que se derrumban como un castillo de naipes es digna de miedo. China y Japón se han dado cuenta que algo huele muy mal en Europa y Estados Unidos y de ahí la necesidad de separar caminos. Si esta acción se proyecta hacia los países exportadores de petróleo, el derrumbe del dólar será imparable.
Debemos recordar que tras la crisis petrolera de 1974 se crearon los petrodólares, que anclaron el oro negro al dólar y obligaron durante cuatro décadas a comercializar el petróleo exclusivamente en dólares. Cada intento de algún país (como Irak o Libia) de negociar el petróleo en otra moneda ha dado como resultado una guerra invasiva en el oriente medio. Irán es el único país que ha desafiado a Estados Unidos y comercia el petróleo en otras monedas. Sin embargo, Libia e Irak han pagado cara sus acciones para debilitar al dólar por esta vía. Lo de China y Japón es el golpe más duro para Estados Unidos y un anticipo del declive que viene para el billete verde.

http://www.elblogsalmon.com/economia/china-y-japon-abandonan-al-dolar-en-sus-intercambios-de-comercio

“No sirve ser exportadores primarios”


El crecimiento de la minería da lugar a un encendido debate. Dos especialistas dan su visión sobre el proceso argentino.

Por Javier Lewkowicz

El boom de la megaminería en la Argentina, que comenzó a fines de los ’90, despierta posturas contrapuestas, algunas de ellas encendidas, como decirle no a la actividad o, en el otro extremo, la defensa que encarnan las empresas y algunos gobiernos de las provincias donde se explotan esos recursos. Otros especialistas analizan de qué forma la minería puede generar desarrollo económico. Desde una posición crítica, Gian Carlo Delgado Ramos, doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de México (UNAM), y Marcelo Giraud, geógrafo de la Universidad de Cuyo, convocados para un debate que organizó el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE), conversaron con Página/12 sobre el tipo de explotación minera en América latina.
–¿Qué papel debe jugar el Estado en relación con el sector minero?
Delgado Ramos: –Habría que discutir cómo entiende el Estado el desarrollo. Están los que buscan el crecimiento por el crecimiento, para que a partir de ahí se genere un derrame. Yo creo que eso no es desarrollo. En toda nuestra historia como región, el paradigma de la plataforma exportadora extractiva como punto para el desarrollo económico no se ha corroborado. El grueso de la población ve escasos beneficios y, sobre todo, costos, que tienen que ver con los pasivos ambientales. El principio del Estado no es la acumulación de capital, sino cómo se conserva de la mejor manera posible el entorno natural generando riqueza económica. El problema con la minería es similar a la industria nuclear, que tiene un riesgo ambiental altísimo.
–Algunos analistas sostienen que la renta que genera la minería puede potenciar el desarrollo económico argentino. De hecho, los esquemas más fructíferos en materia de industrialización incluyeron la captación de renta de los recursos naturales, como en el caso del IAPI. Si se tiene en cuenta ese aspecto, ¿cambia la valoración de la actividad?
D. R.: –Hay países que tienen un modelo primario exportador con grandes diferencias del esquema extractivista tradicional. Venezuela o Bolivia hacen una redistribución de la riqueza, que no sucede en otros países, como México. No nos podemos ir al punto de decir “no a la minería”, porque utilizamos esos materiales de forma creciente. Pero la discusión sobre el nivel de apropiación de la renta por parte del Estado deja de lado la pregunta de si realmente queremos ser un país primario exportador, un país que se dedique a la exportación minera. El modelo clásico capitalista es de innovación de ciencia y tecnología, no de exportación de minerales. Llevamos 200 años con el modelo primario exportador y nos está fallando.
Marcelo Giraud: –Cuando estaba vigente el IAPI existía una diversidad fenomenal de cultivos. Desde el punto de vista ambiental, tenía sustentabilidad. Todas las minas tienen impacto ambiental fuerte, pero no todas contaminan. Hay que ser muy rigurosos en el aspecto ambiental y además cobrarle impuestos como se debe. Estoy completamente de acuerdo con la medida de las retenciones, y creo que las regalías deberían ser mucho mayores. Pero no comparto la idea de financiar un proceso de desarrollo de esa manera. En casos como la producción de hierro en Sierra Grande para abastecer a las acerías nacionales, habría que ver de qué manera de puede aumentar la producción maximizando la reducción del riesgo ambiental. En Europa ni locos quieren tener el impacto ambiental que produce la minería, los españoles lo han sufrido y también los rumanos y todos los que estaban aguas abajo en el río Danubio. Tampoco quieren realizar minería los estadounidenses. Hay una fortísima resistencia.
–¿Habría que refinar el metal que se extrae?
M. G.: –En el caso del cobre, mi juicio sería muy distinto del actual si minera La Alumbrera lo extrajera según las necesidades nacionales y realizando el proceso productivo completo, con una refinadora cerca del yacimiento. Entre eso y exportar un concentrado de cobre en volúmenes muchísimo mayores a nuestros requerimientos, con un impacto ambiental muy alto, hay una diferencia enorme. La Alumbrera podría haber construido ferrocarriles, pero en cambio hizo un pésimo mineroducto, con episodios frecuentes de rotura y contaminación. Si hubiese sido un proceso integral al servicio del desarrollo argentino, sería otra cosa. Ahora es una economía de enclave.
–La empresa mixta brasileña Vale va a extraer potasio en Mendoza. Para ello anunció la construcción de un puerto y un ferrocarril. ¿Modifica eso el concepto de economía de enclave?
–No veo diferencia entre eso y otros proyectos actuales de megaminería. La ampliación del puerto tiene un diseño absolutamente específico para las necesidades de Vale. Es un puerto minero de cloruro de potasio. En cuanto al ferrocarril, que consiste en rehabilitar una línea que no se está utilizando, también está creado exclusivamente para el yacimiento y Vale no lo va a compartir. Cuando se agote el mineral, el tren no va a cumplir ninguna función.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-184209-2011-12-27.html

jueves, 22 de diciembre de 2011

Otro salvavida para los bancos europeos

Europa megarrescata a sus bancos


Mientras los gobiernos de la Eurozona someten a sus países a duros ajustes para alcanzar ambiciosas metas fiscales, los bancos recibieron una inyección fresca de dinero para afrontar sus vencimientos. La crisis continúa.
Los bancos de la Zona Euro se aprovisionaron generosamente en liquidez en el Banco Central Europeo (BCE), que les otorgó préstamos a tres años por casi 500.000 millones de euros ayer, pero la operación, según los economistas, no resuelve todo y desestabilizó los mercados. Para el BCE, que llevó a cabo por primera vez una operación de este tipo, fue un éxito. En total 523 bancos de la Zona Euro se precipitaron a su mostrador para obtener la suma histórica de 489.000 millones de euros en préstamos.
Aunque divididos, los economistas preveían una demanda entre 100 y 500.000 millones para esta operación en la que el BCE ponía sumas ilimitadas a disposición. Los bancos podían obtener cuanto dinero necesitasen con la condición de tener la contrapartida en garantías para el BCE. La inyección neta en el sistema bancario europeo luego de la operación es de menos de 200.000 millones de euros. El resto corresponde a préstamos a una semana, tres meses o un año, que los bancos no renovaron estos últimos días en vistas de esta operación especial.
Esta liquidez es bienvenida por los bancos de la Zona Euro, que tienen importantes necesidades de refinanciamiento para 2012 y mucha dificultad para encontrar los fondos en el mercado en donde los inversores no les tienen confianza. Más de 600.000 millones de deuda bancaria vencen en 2012, de los cuales 230.000 millones sólo en el primer trimestre, recordó el presidente del BCE, Mario Draghi. “Con una ayuda tan generosa, el espectro de bancarrotas de las instituciones financieras por problemas de liquidez debería alejarse y hacer desaparecer uno de los riesgos que podrían provocar un deterioro de la crisis de la deuda”, señaló Christian Schulz, del Banco Berenberg.
El BCE espera principalmente que los bancos utilicen este dinero para prestar a los hogares y empresas de la Zona Euro y evitar el derrumbe del crédito que sería devastador para la economía. Las Bolsas europeas y el euro saludaron este resultado, pero revirtieron luego la tendencia al estimar algunos analistas que la importancia de la operación era más bien de mal augurio para la solidez de los bancos.
“Los corredores intentan evaluar la significación de la importancia del préstamo acordado por el BCE para la salud del sector bancario de la región”, estimaban los analistas de Charles Schwab en Nueva York. Hacia las 17, Wall Street cedía en Nueva York. En París el CAC 40 cerró perdiendo 0,82 por ciento, Frankfurt perdió 0,95 por ciento, Madrid 0,90 por ciento y Londres 0,55 por ciento.
Parece poco probable que la inyección de liquidez sirva para aliviar a los Estados frágiles de la Zona Euro, como lo esperaban algunos en el Eurogrupo, como el presidente francés, Nicolas Sarkozy. En el papel, la liquidez levantada por los bancos a bajo costo puede ser lucrativamente reinvertida en bonos de Estado, algunos ofrecen tasas muy interesantes.
Pero “dudamos de que el dinero sea utilizado principalmente en comprar deuda periférica”, estimó Martin van Vlie, de ING.
La mayoría de los grandes bancos tienen otras prioridades, como cubrir sus propios vencimientos, y no desean comprar activos de riesgo que podrían costarles una rebaja en su nota de calificación financiera, según Schulz.
Primer signo alentador. Sin embargo, España aprovechó el martes de la distensión en los mercados para colocar más bonos de lo previsto a tres y seis meses por 5640 millones de euros con una tasa que bajó fuertemente.
Las tasas a 10 años de España, que cayeron ayer por la mañana por debajo de 5 por ciento por primera vez desde octubre, se situaban a 5,097 (contra 5,030).
Al final de cuentas, la operación a tres años “no va a salvar la Zona Euro”, estimó Jonathan Loynes, de Capital Economics. “Las sumas en juego no se sustituyen a las compras más importantes, o a las garantías, que los mercados esperan del BCE”, agregó.
Desde hace meses la entidad de Frankfurt está bajo presión para que resuelva la crisis comprando masivamente títulos de deuda. Pero se rehúsa a hacerlo, ya que lo considera contraproductivo y evoca su independencia así como la prohibición del Tratado Europeo de financiar a los Estados.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

EE.UU. menosprecia el precio de la guerra que sigue pagando el pueblo iraquí


Gary Younge
Common Dreams/the Guardian UK

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


El 19 de noviembre de 2005, un pelotón de marines estadounidenses fue atacado por una bomba al borde de la ruta en Haditha, en la provincia Anbar de Iraq, matando a un soldado e hiriendo gravemente a dos. Según declaraciones de civiles los marines se lanzaron a una masacre desenfrenada, matando a 24 personas. Entre ellas un hombre de 76 años en una silla de ruedas y un niño de tres años. Fue una matanza. “Pienso que simplemente estaban cegados por el odio… y perdieron el control”, dijo James Crossan, uno de los marines heridos.
Cuando escuchó la noticia, el general Steve Johnson, el comandante estadounidense en la provincia Anbar en esos días, no vio motivos para más exámenes. “Pasaba todo el tiempo… en todo el país. Ya sabéis, tal vez, si yo hubiera estado sentado aquí [en Virginia] y hubiese oído que 15 civiles fueron asesinados me habría sorprendido y espantado y habría hecho más para investigarlo. Pero entonces sentí que solo era el precio de la acción en ese enfrentamiento en particular”.
Ocho soldados fueron acusados originalmente por la atrocidad. Los cargos contra seis soldados se retiraron, uno fue absuelto y el otro sigue a la espera de un juicio. Lo sabemos porque un periodista del New York Times encontró documentos de la investigación interna de los militares estadounidenses en un basural cerca de Bagdad. Un asistente los estaba usando para alimentar un fuego para cocinar carpa ahumada para la cena.
El artículo apareció el mismo día en el que Barack Obama anunció la retirada de los soldados estadounidenses la semana pasada, aclamando la guerra de casi nueve años como un “éxito”, que fue “un extraordinario logro” que los soldados pueden ver con “sus frentes en alto”. Y así sigue adelante EE.UU., tirando a la basura la evidencia de sus crímenes de guerra, no responsabilizando a nadie y prefiriendo ver la derrota como victoria y el fracaso como éxito.
Aunque hay que saludar la salida de los soldados estadounidenses con un alivio precavido (precavido porque EE.UU. mantendrá su mayor embajada del mundo en Iraq junto con miles de contratistas privados armados), se debe hacer todo lo posible por frustrar a los que tratan de engalanar y deformar su lamentable legado. Se pensaría que es algo fácil. El caso contra esta guerra se ha enjuiciado exhaustivamente en esta columna y en otros sitios. (El argumento de que el derrocamiento de Sadam Hussein compense de alguna manera las mentiras, la tortura, el desplazamiento, la carnicería, la inestabilidad y los abusos de los derechos humanos es perverso. EE.UU. utilizó una bomba Daisy-Cutter para cascar una nuez.)
Esta guerra comenzó con muchos padres, pero terminó sus días como un huérfano, mancillando las reputaciones de los que la lanzaron y a los idiotas útiles que dieron cobertura intelectual. Nadie ha tenido que rendir cuentas; pocos aceptan la responsabilidad.
En todo caso, no podrían haberlo hecho solos. Fue posible gracias a la colusión sistémica de una clase política indolente y una cultura política jingoísta, para no hablar de un cheque en blanco del gobierno británico. Cuando la guerra comenzó, casi tres cuartos de los estadounidenses la apoyaron. Solo los políticos con principios se opusieron, y hubo muy pocos. Cuando preguntaron a Nancy Pelosi por qué no presionó por la recusación de Bush cuando llegó a presidenta de la Cámara en 2006, dijo: “¿Y los demás que votaron por esa guerra sin tener evidencia alguna?… ¿Dónde estarán esos demócratas? ¿Van a votar por nosotros para recusar a un presidente que nos llevó a la guerra basándose en información que ellos también tenían?”
Hoy, el retiro de las tropas es casi lo único popular que ha hecho Obama en los últimos dos años. Los sondeos muestran que más de un 70% apoya la retirada, aproximadamente dos tercios se oponen a la guerra y más de la mitad cree que fue un error. Pero existe una diferencia entre lamentar algo y aprender de ello. Y aunque hay amplia evidencia de lo primero, hay poca que sugiera lo segundo.
Según Christopher Gelpi, profesor de ciencias políticas de la Universidad Duke, dspecializado en actitudes públicas ante la política exterior, el factor más importante que conforma las opiniones de los estadounidenses sobre cualquier guerra es si creen que EE.UU. vencerá. Esta visión solipsista del mundo difícilmente lleva al tipo de introspección que puede convertir el remordimiento en redención.
Es un modo de pensar que ve que la guerra de Vietnam fue errónea no porque se invadió a un país independiente, lo arrasaron y asesinaron a y torturaron a millones de persona. Fue errónea porque EE.UU. la perdió.
Y esta actitud impregna el espectro político. Incluso cuando los críticos de la guerra censuran la sangre y el dinero desperdiciados, generalmente se refieren solo a vidas estadounidenses y al dinero estadounidense. También los encuestadores lo presentan de esa forma. Un reciente sondeo de CBS preguntó: “¿Piensa que la remoción de Sadam Hussein del poder justificó la pérdida de vidas estadounidenses y otros costes del ataque contra Iraq, o no? (50% no, 41% sí) y “¿Piensa que el resultado de la guerra contra Iraq justificó la pérdida de vidas estadounidenses y otros costes del ataque contra Iraq, o no? (67% no, 24% sí). Simplemente no mencionan el coste para los iraquíes.
“Es el fin solo para los estadounidense”, escribió Emad Risn, un columnista iraquí, en un periódico financiado por el gobierno. “Nadie sabe si la guerra terminará también para los iraquíes”. Y parece que a pocos estadounidenses les importa. Ha pasado un tiempo desde los días en que Iraq aparecía entre las prioridades de la nación, y ni hablar de las primeras. Tienen razón los estadounidenses cuando se quejan de la suerte de los veteranos que vuelven a una economía deprimida con una serie de discapacidades físicas y mentales. Pero los civiles iraquíes apenas merecen que se les mencione.
Según un informe del New York Times, entre el testimonio descartado había una entrevista con el sargento mayor Edward Saz: “Ordené que los marines dispararan sobre niños en coches, y encaré a los marines individualmente, uno a uno, al respecto porque les costó enfrentar esa situación”. Cuando le dijeron que no sabían que había niños a bordo, les dijo que no era su culpa y afirmó que las muertes no deberían significar un lastre vitalicio para ellos.
Los progresistas, que tratan de vincular el colapso económico a los contratiempos militares, argumentan a menudo que la construcción de la nación debería comenzar en casa, no en Iraq, convirtiendo así –a sabiendas o no– a los iraquíes en la imaginación pública de víctimas de una guerra ilegal a receptores de un bienestar ilícito. Sin ninguna ironía aparente, Obama marcó el fin de la ocupación llamando a otros a no interferir en los asuntos internos de Iraq.
El esfuerzo conjunto de todo esto es como romperle primero la mandíbula a alguien con tu puño solo para lamentarte después del terrible dolor causado a tu mano.
EE.UU. no es el único en esta situación. La amnesia y la indiferencia son privilegios de los poderosos. Los kenianos y los argelinos recuerdan las atrocidades cometidas por británicos y franceses bajo el colonialismo, mientras los colonialistas siguen huyendo de su historia. “La característica esencial de una nación es que todos sus individuos tienen que tener muchas cosas en común” escribió el filósofo francés del Siglo XIX, Ernest Renan, “y también tienen que haber olvidado muchas cosas”.
No es sorprendente que un reciente sondeo Pew estableció que a pesar de toda la evidencia contraria un 56% de los estadounidenses dijo que pensaba que la invasión había tenido éxito en sus objetivos, mientras que la cantidad de los que piensan que la invasión fue la decisión correcta es la mayor en cinco años. El coste de hacer las cosas siempre parece más razonable cuando son otros los que pagan el precio.

© 2011 The Guardian/UK

Gary Younge es un columnista y cronista de The Guardian basado en EE.UU.

Fuente: http://www.commondreams.org/view/2011/12/19-3?print

Aquellos días de diciembre de 2001

"Nos hizo más libres y menos cínicos”




Los autores de 2001. Relatos de la crisis que cambió la Argentina, Walter Isaía y Manuel Barrientos, reflexionan sobre las causas y las consecuencias del proceso que desembocó en las protestas del 19 y el 20 de diciembre.

Por Ailín Bullentini

Cuando terminó el programa de radio que producía, hace hoy diez años, el periodista Walter Isaía se subió a la camioneta ploteada con el logo de radio La Tribu y se internó en el microcentro porteño, convertido aquel jueves caluroso de fin de año en uno de los focos del desmoronamiento del país, parte de un proceso histórico que es complicado delimitar, casi tanto como definir con un solo concepto: lo que sucedió el 19 y 20 de diciembre de 2001 en la Argentina. “Nunca me imaginé lo que vi. Era la subversión absoluta de las lógicas cotidianas”, comentó Isaía. ¿Qué le pasó al país en esos días en los que más de 30 argentinos murieron en manos de la represión estatal? ¿Qué hizo la sociedad luego? “Algunos dicen que es el último minuto del último round de un proceso de resistencia que habíamos iniciado a fines de los ‘80. De lo que no dudamos es de que fue un momento de épica popular muy fuerte que dejó un sello importante, una huella”, dijo Manuel Barrientos, también periodista. La necesidad de ambos de profundizar en la reflexión los llevó a entrevistar a una veintena de “voces que hayan participado de esos días y a quienes eso les haya resultado importante en su vida, en su trabajo político o social”, contó Isaía. El trabajo, que duró dos años, desembocó en el libro 2001. Relatos de la crisis que cambió la Argentina (Patria Grande).
Hebe de Bonafini, Víctor De Gennaro, la politóloga María Esperanza Casullo, el historiador Ezequiel Adamovsky, el dirigente de La Cámpora Eduardo “Wado” De Pedro, Horacio González son algunas de las más de veinte voces “del campo popular” a las que Barrientos e Isaía invitaron a repensar aquellos días “aportando a la memoria colectiva y a la historia popular”. Los autores se conocieron tres años después del estallido y la represión del gobierno de Fernando de la Rúa. En 2007 recibieron una beca de investigación y en 2008 tuvieron la idea de hacer el libro. “Fue un momento de una movilización social impresionantemente masiva, inorgánica, sin banderas. Una de las primeras veces que nuestra generación, nacida durante la dictadura, crecida en el alfonsinismo y el menemismo, veía y vivía algo así”, definió Barrientos, con la memoria puesta en la noche de aquel 19.
Walter Isaía: –Transcribir las entrevistas nos dio la posibilidad de dar profundidad, de escarbar sentimientos y emociones de los protagonistas, cosas que perderíamos si hacíamos algo ensayístico. Además queríamos que el libro sirviera de insumo para otros laburos; que otros pudieran tomar el recorrido que les interesara y que a partir de ahí pudieran trabajar otra cuestión.
Manuel Barrientos: –El libro nace de esa mirada generacional y apunta a reconstruir y a la vez poner en discusión eso que había pasado. El 2001 marca un quiebre para nuestra generación y también para muchos militantes de los ‘70 que volvieron a politizarse, a pensar de nuevo no sólo en política sino en lo público. Partimos de que no se podía tener una mirada unívoca o cerrada de lo que fue 2001. No hubo una organización o partido político que haya sido el único protagonista de los hechos. De aquellas movilizaciones espontáneas participaron miles de organizaciones, muchas sin banderas.
–¿Por qué no hubo un único protagonista?
M. B.: –Había una crisis de representación muy fuerte. El momento era muy dificultoso, de mucha incertidumbre. Durante la movilización del 19 imperó en todos la imposibilidad de poder sintetizar en consignas eso que estaba pasando. Nadie habló con un micrófono en la Plaza. Eso también marcó un límite. Esa imposibilidad en cierto modo sigue existiendo. En el libro hay discusiones entre los distintos entrevistados sobre eso, sobre el proceso previo y sobre lo que se pudo construir después.
–¿Cómo eligieron las voces?
W. I.: –No queríamos tomar fuentes del oficialismo de ese momento, tampoco queríamos a los máximos dirigentes políticos de entonces. Queríamos voces de organizaciones sociales que hayan participado de esa historia y a las que les haya sido importante en su accionar, en su trabajo político; a quienes les resultaron interesantes el proceso, el estallido, el después; a quienes lo estudiaron, también, para poder encuadrar en un contexto, con su reflexión. Además, para evitar cierta mirada cínica y burlona que aún existe sobre 2001.
M. B.: –Nuestra mirada sobre 2001 no tenía nada que ver con la lógica de museo. De la misma manera trabajamos con nuestros entrevistados: queríamos ver cómo habían avanzado luego de la crisis, en qué los marcó, en qué cambiaron. Pasa con Hebe de Bonafini (titular de Asociación Madres de Plaza de Mayo), que caminó hacia el kirchnerismo; Mario Cafiero, que se alejó del peronismo; Víctor De Gennaro, el presidenciable que no fue.
–Es difícil definir lo que ocurrió esos dos días. ¿Y lo que dejaron?
M. B.: –No dudamos de que surgió un campo popular mucho más rico, diverso y plural en el país. Hay mayor militancia política y, en ese sentido, el kirchnerismo canalizó mucho de todo aquello, de toda esa fuerza de participación que había quedado dormida en los ‘90. Pero también hay muchos más grupos de izquierda autonomista que no se referencian en los partidos tradicionales y hacen su propio camino. En algún punto nos hizo más humilde como pueblo y nos enseñó una mirada regional. Nos hizo más libres y menos cínicos.
W. I.: –Realmente fue un quiebre. 2001 les pegó una patada en el culo a las ideas neoliberales, al fin de la historia, de los relatos, a la imposibilidad de hacer nada para que algo cambie. En uno de los peores estados sociales, económicos y políticos del país, la sociedad pudo obtener la claridad de, cuando le plantearon estado de sitio, salir a la calle masivamente y parar una medida de ese cariz autoritario. Luego, muchos empezaron a hacer. La incapacidad del Estado de gestionar el día a día no paralizó a la gente, que tuvo que empezar a garantizar cómo comer. El resultado de las asambleas pudo no haber sido el deseado, pero no se puede negar que derivaron en decenas de miles de organizaciones sociales que empezaron a hacer emprendimientos productivos, colectivos culturales, de comunicación, organizaciones de microcréditos, comedores, merenderos, bibliotecas y espacios de educación popular. La crisis también cambió a la dirigencia política. No sólo cambió a los políticos, sino que influyó de manera determinante en la conformación de la agenda, puso sobre el escenario nuevos actores. Si se analizan los gobiernos kirchneristas, sale a la luz esto de que el Estado empezó a trabajar esos ejes que fueron protagonistas del estallido: la educación, el trabajo, la deuda externa, la Justicia.
–¿Qué quedó en el camino?
W. I.: –Consideramos que somos “diez años del 2001” y no que estamos “a diez años de”. Es necesario poder pensar dónde y cómo estábamos parados entonces. Es un buen ejercicio que nos permite, además, poder construir una historia popular como pueblo, desde el relato de los hechos que vivimos para poder aprender y rescatar saberes y prácticas, profundizar en determinados temas.

Lo que viene...

CRISTINA KIRCHNER RECIBIO LA PRESIDENCIA PRO TEMPORE DEL MERCOSUR EN UNA CUMBRE EN LA QUE SE BUSCO DAR RESPUESTA A LA CRISIS


“Yo lo veo como una oportunidad histórica”

En una cumbre marcada por la muerte del subsecretario de Comercio Exterior, Iván Heyn, los presidentes llegaron a acuerdos en materia arancelaria. CFK se hizo cargo de la conducción pro témpore convocando a una respuesta común a la crisis.

Por Julián Bruschtein

Desde Montevideo

“Hay un nuevo mundo, pero no hay nuevas ideas”, destacó la presidenta Cristina Kirchner parafraseando el lema de la última reunión del G-20 en su discurso en la XLII Cumbre del Mercosur al asumir la presidencia pro témpore del bloque de manos del uruguayo José Mujica. En un día ensombrecido por la muerte del subsecretario de Comercio Exterior, Iván Heyn, el cierre de la cumbre de presidentes del Mercosur fue agitado y con mucho debate entre los mandatarios. El ingreso a Venezuela se llevó gran parte de la discusión –finalmente no se aprobó ningún proyecto– y el aumento de los aranceles de exportación se llevó otra parte, y en este caso se consiguió un importante acuerdo. También se sancionó una declaración por la que los países miembros no aceptarán el ingreso de buques con bandera de las islas Malvinas. “Lo que algunos ven como algo amenazante para la región yo lo veo como una oportunidad histórica. Tenemos mucha tarea por hacer”, sostuvo la Presidenta en su discurso al asumir la presidencia del bloque por los próximos seis meses. La crisis internacional y sus consecuencias sobre la región fue uno de los enfoques sobre el que hicieron hincapié los presidentes al momento de dejar sus impresiones.
“El acuerdo sobre el aumento del arancel de exportación va en ese sentido”, explicó un funcionario de la comitiva que se repartía entre el salón de reuniones y la sala de prensa. Las idas y vueltas sobre el tema durante toda la jornada pusieron sobre la mesa otra vez las diferencias entre los países chicos y los grandes del bloque sudamericano.
El día había comenzado pasada la una de la tarde cuando ya habían arribado los jefes de Estado integrantes del Mercosur: el uruguayo José Mujica, la brasileña Dilma Rousseff y el paraguayo Fernando Lugo, además de Rafael Correa de Ecuador y Hugo Chávez, de Venezuela, en representación de países asociados con petición de ser integrantes plenos. Después del recibimiento oficial y el almuerzo de agasajo que les brindó el anfitrión, Pepe Mujica, la primera tarea política del día fue la firma del Tratado de Libre Comercio con Palestina. El acuerdo tiene un carácter profundamente político, ya que se trata de “un paso más en el reconocimiento internacional del Estado Palestino”, destacó un funcionario en una impasse en los pasillos de la sede del bloque. El acto se desarrollaba sin problemas hasta que un allegado de la Presidenta le informó de la muerte de Heyn, hallado ahorcado en su habitación del Hotel Radisson (ver página 5). Allí, Cristina Kirchner debió tomarse un respiro, conmocionada por la noticia, para retomar luego la tarea.

No tan chévere

La discusión fue intensa y duradera en la reunión que mantuvo a los presidentes ocupados gran parte de la tarde. La proposición que la delegación uruguaya hizo al Mercosur para que Venezuela ingresara como miembro pleno del bloque se llevó la mayoría del debate, mientras los cancilleres se encontraban en un salón contiguo tratando el acuerdo sobre la suba de los aranceles. Los presidentes se mostraron todos de acuerdo en el ingreso pleno, pero a pesar de que la propuesta resguardaba al Tratado de Asunción, no logró cuajar completamente. Lugo planteó su imposibilidad de aceptarlo por la situación que existe en el Senado de su país, en el que es mayoría la oposición y se niegan a aceptar el ingreso de Venezuela. Algunos legisladores paraguayos estuvieron durante todo el día lanzando desde tierras guaraníes advertencias sobre el “juicio político” que iniciarían a Lugo en caso de que se saltee la opinión del Poder Legislativo local.
La propuesta de los cancilleres buscaba “darle impulso político” a la cuestión, pero de manera que afectara lo menos posible al presidente Lugo. Así, la variable que se manejó fue el ingreso como socio pleno, con derechos y deberes, pero con la figura de “en proceso de regularización” para no saltar la votación restante del Senado paraguayo. Por la mañana, Lugo se reunió con Mujica en la Casa de Gobierno para discutir ampliamente el tema. Mujica quiso anticiparle el tema habida cuenta de ser el creador e impulsor de la propuesta. Al finalizar el encuentro, el canciller paraguayo destacó que “abogamos por ir construyendo con el Congreso de Paraguay, donde tenemos dificultades por visiones diferentes, no solamente sobre Venezuela, sino también sobre la importancia del proceso de integración”, explicó el canciller paraguayo, Jorge Lara, luego del encuentro bilateral y la ratificación de que Paraguay “está comprometido en el ingreso de Venezuela al Mercosur”.
La presencia de Hugo Chávez en el encuentro –la primera salida internacional que realiza desde que se enteró de su enfermedad y el tratamiento– mostró la decisión del caudillo bolivariano de que su país forme parte del bloque comercial del sur. A partir de la firma del acuerdo se conformará un “Grupo de diálogo de alto nivel para el impulso de la incorporación de nuevos miembros plenos al bloque regional”, que trabajará para darle la puntada final a la suma de Venezuela y comenzará a elaborar herramientas para la inclusión también de Ecuador.

Debate intenso

En el recinto en el que se encontraban los cancilleres también hubo un intenso debate. Llegaba la hora de cierre y los temas centrales de la cumbre aún no estaban acordados. La discusión puso a los mismos bandos que se acomodan en cuanto surgen las diferencias por el tamaño y la industrialización de los países. La propuesta de elevar el arancel extrazona fue impulsado por Argentina y Brasil –CFK y Rousseff habían hablado sobre el tema en la asunción del segundo mandato de la Argentina– como medida para proteger la economía de los coletazos de la crisis internacional. Por lo tanto, Uruguay y Paraguay volvieron a marcar el problema de las asimetrías que reinan en el bloque, aunque finalmente aprobaron la propuesta. El acuerdo consiste en implementar un instrumento transitorio que posibilita la selección de las posiciones arancelarias para aumentar las alícuotas hasta el 35 por ciento, límite máximo permitido por las normas internacionales (ver página 2).

Palabra final

“Recuerdo cómo abordamos la crisis cuando parecía que el mundo se venía abajo. Recuerdo a Lula diciendo que teníamos que convencer a nuestra sociedad de que teníamos que seguir consumiendo y fortalecer el mercado interno”, destacó la Presidenta en su discurso al final de la ronda en la que ya habían hablado todos los jefes de Estado. CFK dio el ejemplo del cimbronazo de 2009 para reforzar la idea de la unidad en la región. “El que crea que creciendo a costa de otro se va a salvar, le notifico que está equivocado, en Argentina pasó eso y estalló todo”, destacó recordando la crisis de 2001. “Tenemos que tener una visión que vaya más allá de lo comercial, tomarlo como un instrumento para apoyarnos porque nuestra obligación es que a toda la región le vaya bien”, sentenció.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-183884-2011-12-21.html

lunes, 19 de diciembre de 2011

¿QUÉ PASARÁ CUANDO LOS SACRIFICIOS NO ACABEN CON LA CRISIS?

Reportaje a Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, edición española.

Ana Flores.

“La mundialización financiera ha creado su propio Estado. Un poder sin sociedad. Este rol es ejercido por los mercados (…). Las sociedades realmente existentes son sociedades sin poder. Y todo esto no deja de agravarse”.

Esas palabras tienen 14 años. En diciembre de 1997, Le Monde Diplomatique publicaba el editorial del director de su versión en español, Ignacio Ramonet, Desarmad los mercados financieros. Una alerta que sería germen del movimiento Attac, hoy presente en 40 países, que lucha por la creación de una tasa a las transacciones financieras mundiales (inspirada en la Tasa Tobin) para ir echando “granos de arena” en el engranaje de la especulación.

14 años después, dos países del Viejo Continente han visto cómo sus gobiernos elegidos en las urnas eran sustituidos por unos gestores de quiebras mientras el resto atribuye al mercado decisiones y recortes. Podría decirse que Ramonet, que participó esta semana en el Foro Burgos organizado por Banca Cívica, acertó.

¿Se cae Europa?

Es un momento extremadamente delicado. Da la sensación de que no hay a la cabeza una generación política a la altura de la crisis apocalíptica que estamos viviendo. Y no nos hemos sorprendido lo suficiente de que, en los últimos meses, Alemania y Francia hayan asumido un poder que nadie les ha dado. Hemos leído: ‘Rajoy habla con Merkel'. ¿Lo primero que hace el vencedor de unas elecciones con un resultado abrumador es llamar al jefe? No estamos en un Estado federal. España no es Dakota ni Berlín, Washington. Pero manda Merkel con Sarkozy de coartada.

Hay quien dice que Merkel asume el liderazgo porque no hay otro poder fuerte .

Si Merkel es quien está pilotando la crisis, el resultado es muy malo. Grecia va cada vez peor. Su PIB es el 3% de la zona del euro. Cuando estalló la crisis, se podía haber solucionado con un pequeño esfuerzo económico. Ahora, la gangrena ha subido. Austria y Francia tienen triple A (máxima calificación en su deuda) y las atacan. No se sabe si el euro será capaz de resistir. A Portugal se le ha impuesto una cura de caballo, se le ha impuesto la recesión y como resultado, le acaban de volver a bajar el rating. Esto no funciona.

¿Tampoco para Alemania?

Los alemanes se van a despertar dentro de poco constatando que la mayoría de los países europeos no compran. Y que ellos no exportan.

¿Por qué no lo ven?

No están a la altura. Están aplicando recortes de manual a situaciones que no se corresponden. Están alentando a los mercados a seguir ejerciendo presión. Los mercados están desbocados porque durante años ha habido una desregulación que les dejó hacer lo que querían. Los políticos prometieron cambiarla en el G-20. Sarkozy prometió la tasa a las transacciones. Pero los mercados no quieren y no se adopta.

¿A qué nos enfrentamos?

Si seguimos así, la primera amenaza es que no estamos seguros de que el euro vaya a resistir. Nadie puede afirmar que seguirá siendo lo que es dentro de tres meses o de un año. Mucha gente apuesta por que desaparecerá o quedará restringido al área de influencia de Alemania.

¿Europa se ha convertido en la primera ficha de un nuevo dominó?

La crisis de la deuda europea puede tener incidencia a escala global. Muchos se han olvidado, entre ellos Alemania, de que la globalización es la articulación de todos los mercados. Si la zona euro entra en congelación por la austeridad, no se potenciará el consumo. Ya hay en Europa 23 millones de desempleados cinco millones en España y 80 millones de pobres, personas que no consumen. El mundo funciona con dos motores, dos grandes centros de consumo: EEUU y la Unión Europea, ambos amenazados por la recesión. Si se paran, China va a fabricar menos. De hecho, el ritmo de crecimiento chino ya ha bajado. Si China deja de importar, dejará de comprar también materias primas, los minerales que compra a Perú y Chile y los productos agrícolas que compra a Brasil y Argentina. Esos países dejarán de crecer. Y en 2013 o 2014 podemos encontrarnos con una recesión internacional.

¿Puede el mundo soportarlo?

La pregunta es, si la recesión se prolonga en Europa, hasta dónde soportarán las sociedades europeas la purga a la que se está sometiendo a la población. Cuánto va a crecer la extrema derecha, cuánto la protesta social. La historia no se detiene y esto es un golpe de Estado financiero. Los mercados han decidido tomar el poder. En Grecia e Italia, la evidencia es total. Se han colocado personas que han trabajado de uno u otro modo con Goldman Sachs, especialista en colocar a su gente en puestos de poder, pero ahora al frente de países.

¿Qué se puede hacer?

La sociedad debe reflexionar para seguir defendiendo que otras soluciones son posibles. Hay que volver a planteamientos keynesianos (estimular el crecimiento económico inyectando dinero público). No lo digo yo. Lo dicen (Paul) Krugman y (Joseph) Stiglitz. Hay que hacer políticas anticíclicas, encontrar soluciones para salir de la situación. Veo difícil que se adopten en el contexto actual pero, si los gobiernos no se deciden, vamos a la catástrofe. Quizás si Francia pierde la triple A, Alemania verá que se hunde la última barrera que los protege. Los eurobonos podrían ser una solución a la crisis de la deuda, pero por otro lado habría que prohibir los hedge funds (fondos de alto riesgo), implantar la tasa a las transacciones, no operar con bancos que utilicen paraísos fiscales. Quién lo va a hacer si no hay autoridad. El euro es la única moneda que no está respaldada por una autoridad política, no tiene Gobierno y los mercados se han dado cuenta, han visto que se podían enriquecer fácilmente.

¿Por qué arrasa la derecha en Europa si trae recortes aún mayores que los que se han visto?

Es posible que una parte de la sociedad, teniendo en cuenta que muchos medios de comunicación dominantes insisten en que la línea de la ortodoxia es la única, acepten la idea de los recortes. El pánico a que el euro desaparezca genera mucha disciplina. Se ha visto en Catalunya en estas elecciones. Una parte del electorado piensa que es o recortes o caos, y votan recortes. El problema es qué pasará cuando no pase nada. Cuando los sacrificios no hayan puesto fin a la situación de crisis. Esa es la preocupación.

¿Piden realmente los mercados ajustes y reformas, teniendo en cuenta que no funcionan?

Los mercados no saben lo que quieren. No hay un objetivo concreto. Buscan ganar dinero. Pero es posible que la especulación acabe por destruir el sistema.

+ (PE/Atrio) (*) Publicado en Público, Madrid, el 27/11/2011 - Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
ATTAC 

El señor Indignación: Stéphane Hessel

“Los bancos se pusieron contra la democracia”


A los 94 años, después de pelear en la Resistencia, sobrevivir a los campos nazis y escribir la Declaración Universal de los Derechos Humanos, publicó un librito de 32 páginas que tuvo un eco global. Su visión de la democracia y el efecto de Argentina en su pensamiento.

Por Eduardo Febbro

Desde París

La revuelta no tiene edad ni condición. A sus afables, lúcidos y combativos 94 años Stéphane Hessel encarna un momento único de la historia política humana: haber logrado desencadenar un movimiento mundial de contestación democrática y ciudadana con un libro de escasas 32 páginas, Indígnense. El libro apareció en Francia en octubre de 2010 y en marzo de 2011 se convirtió en el zócalo del movimiento español de los indignados. El casi siglo de vida de Stéphane Hessel se conectó primero con la juventud española que ocupó la Puerta del Sol y luego con los demás protagonistas de la indignación que se volvió planetaria: París, Londres, Roma, México, Bruselas, Nueva York, Washington, Tel Aviv, Nueva Delhi, San Pablo. En cada rincón del mundo y bajo diferentes denominaciones, el mensaje de Hessel encontró un eco inimaginable.
Su libro, sin embargo, no contiene ningún alegato ideológico, menos aún algún llamado a la excitación revolucionaria. Indígnense es al mismo tiempo una invitación a tomar conciencia sobre la forma calamitosa en la que estamos gobernados, una restauración noble y humanista de los valores fundamentales de la democracia, un balde de agua fría sobre la adormecida conciencia de los europeos convertidos en consumidores obedientes y una dura defensa del papel del Estado como regulador. No debe existir en la historia editorial un libro tan corto con un alcance tan extenso.
Quien vea la movilización mundial de los indignados puede pensar que Hessel escribió una suerte de panfleto revolucionario, pero nada es más ajeno a esa idea. Indígnense y los indignados se inscriben en una corriente totalmente contraria a la que se desató en las revueltas de Mayo del ’68. Aquella generación estaba contra el Estado. Al revés, el libro de Hessel y sus adeptos reclaman el retorno del Estado, de su capacidad de regular. Nada refleja mejor ese objetivo que uno de los slogans más famosos que surgieron en la Puerta del Sol: “Nosotros no somos antisistema, el sistema es antinosotros”.
En su casa de París, Hessel habla con una convicción en la que la juventud y la energía explotan en cada frase. Hessel tiene una historia personal digna de una novela y es un hombre de dos siglos. Diplomático humanista, miembro de la Resistencia contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, sobreviviente de varios campos de concentración, activo protagonista de la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, descendiente de la lucha contra esas dos grandes calamidades del siglo XX que fueron el fascismo y el comunismo soviético. El naciente siglo XXI hizo de él un influyente ensayista.
Cuando su libro salió en Francia, las lenguas afiladas del sistema liberal le cayeron con un aluvión de burlas: “el abuelito Hessel”, el “Papá Noel de las buenas conciencias”, decían en radio y televisión las marionetas para descalificarlo. Muchos intelectuales franceses dijeron que esa obra era un catálogo de banalidades, criticaron su aparente simplismo, su chatura filosófica, lo acusaron de idiota y de antisemita. Hasta el primer ministro francés, François Fillon, descalificó la obra diciendo que “la indignación en sí no es un modo de pensamiento”. Pero el libro siguió otro camino. Más de dos millones de ejemplares vendidos en Francia, medio millón en España, traducciones en decenas de países y difusión masiva en Internet.
El ultraliberalismo predador, la corrupción, la impunidad, la servidumbre de la clase política al sistema financiero, la anexión de la política por la tecnocracia financiera, las industrias que destruyen el planeta, la ocupación israelí de Palestina, en suma, los grandes devastadores del planeta y de las sociedades humanas encontraron en las palabras de Hessel un enemigo inesperado, un argumentario de enunciados básicos, profundamente humanista y de una eficacia inmediata. Sin otra armadura que un pasado político de socialdemócrata reformista y un libro de 32 páginas, Hessel les opuso al pensamiento liberal consumista y al consenso uno de los antídotos que más teme, es decir, la acción.
No se trata de una obra de reflexión política o filosófica sino de una radiografía de la desarticulación de los Estados, de un llamado a la acción para que el Estado y la democracia vuelvan a ser lo que fueron. El libro de Hessel se articula en torno de la acción, que es precisamente a lo que conduce la indignación: respuesta y acción contra una situación, contra el otro. Lo que Hessel califica como mon petit livre es una obra curiosa: no hay nada novedoso en ella, pero todo lo que dice es una suerte de síntesis de lo que la mayor parte del planeta piensa y siente cada mañana cuando se levanta: exasperación e indignación.
–Usted ha sido de alguna manera el hombre del año. Su libro tuvo un éxito mundial y terminó convirtiéndose en el foco del movimiento planetario de los indignados. Hubo, de hecho, dos revoluciones casi simultáneas en el mundo, una en los países árabes y la que usted desencadenó a escala planetaria.
–Nunca preví que el libro tuviera un éxito semejante. Al escribirlo, había pensado en mis compatriotas para decirles que la manera en la que están gobernados plantea interrogantes y que era preciso indignarse ante los problemas mal solucionados. Pero no esperaba que el libro se viera propulsado en más de cuarenta países en los cuatro puntos cardinales. Pero yo no me atribuyo ninguna responsabilidad en el movimiento mundial de los indignados. Fue una coincidencia que mi libro haya aparecido en el mismo momento en que la indignación se expandía por el mundo. Yo sólo llamé a la gente a reflexionar sobre lo que les parece inaceptable. Creo que la circulación tan amplia del libro se debe al hecho de que vivimos un momento muy particular de la historia de nuestras sociedades y, en particular, de esta sociedad global en la que estamos inmersos desde hace diez años. Hoy vivimos en sociedades interdependientes, interconectadas. Esto cambia la perspectiva. Los problemas a los que estamos confrontados son mundiales.
–Las reacciones que desencadenó su libro prueban que existe siempre una pureza moral intacta en la humanidad.
–Lo que permanece intacto son los valores de la democracia. Después de la Segunda Guerra Mundial resolvimos problemas fundamentales de los valores humanos. Ya sabemos cuáles son esos valores fundamentales que debemos tratar de preservar. Pero cuando esto deja de tener vigencia, cuando hay rupturas en la forma de resolver los problemas, como ocurrió luego de los atentados del 11 de septiembre, de la guerra en Afganistán y en Irak, y la crisis económica y financiera de los últimos cuatro años, tomamos conciencia de que las cosas no pueden continuar así. Debemos indignarnos y comprometernos para que la sociedad mundial adopte un nuevo curso.
–¿Quién es responsable de todo este desastre? ¿El liberalismo ultrajante, la tecnocracia, la ceguera
de las elites?
–Los gobiernos, en particular los gobiernos democráticos, sufren una presión por parte de las fuerzas del mercado a la cual no supieron resistir. Esas fuerzas económicas y financieras son muy egoístas, sólo buscan el beneficio en todas las formas posibles sin tener en cuenta el impacto que esa búsqueda desenfrenada del provecho tiene en las sociedades. No les importa ni la deuda de los gobiernos, ni las ganancias escuetas de la gente. Yo le atribuyo la responsabilidad de todo esto a las fuerzas financieras. Su egoísmo y su especulación exacerbada son también responsables del deterioro de nuestro planeta. Las fuerzas que están detrás del petróleo, las fuerzas de las energías no renovables nos conducen hacia una dirección muy peligrosa. El socialismo democrático tuvo su momento de gloria después de la Segunda Guerra Mundial. Durante muchos años tuvimos lo que se llama Estados de providencia. Esto derivó en una buena fórmula para regular las relaciones entre los ciudadanos y el Estado. Pero luego nos apartamos de ese camino bajo la influencia de la ideología neoliberal. Milton Friedman y la Escuela de Chicago dijeron: “déjenle las manos libres a la economía, no dejen que el Estado intervenga”. Fue un camino equivocado y hoy nos damos cuenta de que nos encerramos en un camino sin salida. Lo que ocurrió en Grecia, Italia, Portugal y España nos prueba que no es dándole cada vez más fuerza al mercado que se llega a una solución. No. Esa tarea les corresponde a los gobiernos, son ellos quienes deben imponerles reglas a los bancos y a las fuerzas financieras para limitar la sobreexplotación de las riquezas que detentan y la acumulación de beneficios inmensos mientras los Estados se endeudan. Debemos reconocer que los bancos se pusieron en contra de la democracia. Eso no es aceptable.
–Resulta chocante comprobar la indiferencia de la clase política ante la revuelta de los indignados. Los dirigentes de París, Londres, Estados Unidos, en suma, allí donde estalló este movimiento, hicieron caso omiso ante los reclamos de los indignados.
–Sí, es cierto. Por ahora se subestimó la fuerza de esta revuelta y de esta indignación. Los dirigentes se habrán dicho: esto ya lo vimos otras veces, en Mayo del ‘68, etc., etc. Creo que los gobiernos se equivocan. Pero el hecho de que los ciudadanos protesten por la forma en que están gobernados es algo muy nuevo y esa novedad no se detendrá. Predigo que los gobiernos se verán cada vez más presionados por las protestas contra la manera en que los Estados son gobernados. Los gobiernos se empeñan en mantener intacto el sistema. Sin embargo, el cuestionamiento colectivo del funcionamiento del sistema nunca fue tan fuerte como ahora. En Europa atravesamos por un momento muy denso de cuestionamiento, tal como ocurrió antes en América latina. Yo estoy muy orgulloso por la forma en que la Argentina supo superar la gravedad de la crisis. Ello prueba que es posible actuar y que los ciudadanos son capaces de cambiar el curso de las cosas.
–De alguna manera, usted encendió la llama de una suerte de revolución democrática. Sin embargo, no llama a una revolución. ¿Cuál es entonces el camino para romper el cerco en el que vivimos? ¿Cuál es la base del renacimiento de un mundo más justo?
–Debemos transmitirles dos cosas a las nuevas generaciones: la confianza en la posibilidad de mejorar las cosas. Las nuevas generaciones no deben desalentarse. En segundo lugar, debemos hacerles tomar conciencia de todo lo que se está haciendo actualmente y que va en el buen sentido. Pienso en Brasil, por ejemplo, donde hubo muchos progresos, pienso en la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que también hizo que las cosas progresaran mucho, pienso también en todo lo que se realiza en el campo de la economía social y solidaria en tantos y tantos países. En todo esto hay nuevas perspectivas para encarar la educación, los problemas de la desigualdad, los problemas ligados al agua. Hay gente que trabaja mucho y no debemos subestimar sus esfuerzos, incluso si lo que se consigue es poco a causa de la presión del mundo financiero. Son etapas necesarias. Creo que, cada vez más, los ciudadanos y las ciudadanas del mundo están entendiendo que su papel puede ser más decisivo a la hora de hacerles entender a los gobiernos que son responsables de la vigencia de los grandes valores que esos mismos gobiernos están dejando de lado. Hay un riesgo implícito: que los gobiernos autoritarios traten de emplear la violencia para acallar las revueltas. Pero creo que eso ya no es más posible. La forma en que los tunecinos y los egipcios se sacaron de encima a sus gobiernos autoritarios muestra dos cosas: una, que es posible; dos, que con esos gobiernos no se progresa. El progreso sólo es posible si se profundiza la democracia. En los últimos veinte años América latina progresó muchísimo gracias a la profundización de la democracia. A escala mundial, pese a las cosas que se lograron, pese a los avances que se obtuvieron con la economía social y solidaria, todo esto es demasiado lento. La indignación se justifica en eso: los esfuerzos realizados son insuficientes, los gobiernos fueron débiles y hasta los partidos políticos de la izquierda sucumbieron ante la ideología neoliberal. Por eso debemos indignarnos. Si los medios de comunicación, si los ciudadanos y las organizaciones de defensa de los derechos humanos son lo suficientemente potentes como para ejercer una presión sobre los gobiernos las cosas pueden empezar a cambiar mañana.
–¿Se puede acaso cambiar el mundo sin revoluciones violentas?
–Si miramos hacia el pasado vemos que los caminos no violentos fueron más eficaces que los violentos. El espíritu revolucionario que animó el comienzo del siglo XX, la revolución soviética, por ejemplo, condujeron al fracaso. Hombres como el checo Vaclav Havel, Nelson Mandela o Mijail Gorbachov demostraron que, sin violencia, se pueden obtener modificaciones profundas. La revolución ciudadana a la que asistimos hoy puede servir a esa causa. Reconozco que el poder mata, pero ese mismo poder se va cuando la fuerza no violenta gana. Las revoluciones árabes nos demostraron la validez de esto: no fue la violencia la que hizo caer a los regímenes de Túnez y Egipto, no, para nada. Fue la determinación no violenta de la gente.
–¿En qué momento cree usted que el mundo se desvió de su ruta y perdió su base democrática?
–El momento más grave se sitúa en los atentados del 11 de septiembre de 2001. La caída de las torres de Manhattan desencadenó una reacción del presidente norteamericano Georges W. Bush extremadamente perjudicial: la guerra en Afganistán, por ejemplo, fue un episodio en el que se cometieron horrores espantosos. Las consecuencias para la economía mundial fueron igualmente muy duras. Se gastaron sumas considerables en armas y en la guerra en vez de ponerlas a la disposición del progreso económico y social.
–Usted señala con mucha profundidad uno de los problemas que permanecen abiertos como una herida en la conciencia del mundo: el conflicto israelí-palestino.
–Este conflicto dura desde hace sesenta años y todavía no se encontró la manera de reconciliar a estos dos pueblos. Cuando se va a Palestina uno sale traumatizado por la forma en que los israelíes maltratan a sus vecinos palestinos. Palestina tiene derecho a un Estado. Pero también hay que reconocer que, año tras año, vemos cómo aumenta el grupo de países que están en contra del gobierno israelí por su incapacidad de encontrar una solución. Eso lo pudimos constatar con la cantidad de países que apoyaron al presidente palestino Mahmud Abbas, cuando pidió ante las Naciones Unidas que Palestina sea reconocido como un Estado de pleno derecho en el seno de la ONU.
–Su libro, sus entrevistas, este mismo diálogo demuestran que, pese al desastre, usted no perdió la esperanza en la aventura humana.
–No, al contrario. Creo que ante las crisis gravísimas por la que se atraviesa, de pronto el ser humano se despierta. Eso ocurrió muchas veces a lo largo de los siglos y deseo que vuelva a ocurrir ahora.
–“Indignación” es hoy una palabra clave. Cuando usted escribió el libro, fue esa palabra la que lo guió.
–La palabra indignación surgió como una definición de lo que se puede esperar de la gente cuando abre los ojos y ve lo inaceptable. Se puede adormecer a un ser humano, pero no matarlo. En nosotros hay una capacidad de generosidad, de acción positiva y constructiva que puede despertarse cuando asistimos a la violación de los valores. La palabra “dignidad” figura dentro de la palabra “indignidad”. La dignidad humana se despierta cuando se la acorrala. El liberalismo trató de anestesiar esas dos capacidades humanas, la dignidad y la indignación, pero no lo consiguió.
efebbro@pagina12.com.ar

Murió Vaclav Havel

Murió Havel, el disidente


Fue una figura célebre de la resistencia en Checoslovaquia al régimen prosoviético, que lo tuvo años preso y bajo vigilancia, pero terminó negociando una salida pacífica en 1989. Ex presidente, amante del rock, fue despedido con dolor.
El intelectual, dramaturgo y político checo Vaclav Havel, primer jefe de Estado de la era democrática en la antigua Checoslovaquia, murió en Praga a los 75 años. Según el diario local Dnes, que en su página web citó a un antiguo portavoz del político y activista, Havel falleció ayer tras mantener una larga lucha contra una enfermedad respiratoria crónica que contrajo cuando era prisionero del régimen comunista en su país. Havel fue una figura destacada en la lucha pacífica que se libró en Checoslovaquia contra el comunismo, entre 1948 y 1989. Nacido el 5 de octubre de 1936 en Praga, en el seno de una familia propietaria de estudios de cine y de decenas de propiedades en la capital checa, Vaclav Havel fue privado de estudios por el régimen comunista en nombre de la lucha antiburguesa.
Antes de convertirse en un icono de la lucha por la libertad, Havel adquirió renombre en los años ‘60 gracias a su obra dramática que mezcla el teatro de lo absurdo y la herencia kafkiana. Entró en la disidencia en los años ’70 para redactar el manifiesto Carta 77, un vibrante alegato político en favor de los derechos humanos. Havel se convertiría, en ese entonces, en el disidente más famoso de Checoslovaquia. Fue arrestado por el régimen comunista bajo el presunto delito de actividad antiestatal. Y estuvo detenido bajo la estricta vigilancia de la policía secreta, incluso después de salir de la cárcel.
Fue a fines de 1989 cuando se sentó a discutir el futuro del país con las mismas personas que lo habían enviado a prisión, mientras el Partido Comunista se desintegraba, la Cortina de Hierro caía y la democracia recuperaba su lugar en Checoslovaquia. El fin del gobierno comunista se acercaba tras 18 días de manifestaciones pacíficas y huelgas. Esas jornadas se conocieron como la Revolución de Terciopelo. En diciembre de ese año, y después de oficiarse un servicio solemne en la catedral romana católica de Praga, Havel era designado jefe de Estado, cargo que ocupó hasta 1992.
Su gestión, a diferencia de quienes lo precedieron como líderes de Europa del Este, se caracterizó por su administración de mano tendida y abierta. Incluso llegó a romper el protocolo, recorriendo el palacio presidencial montado sobre una moto en miniatura. Admirador del rock, el mandatario checo nombró al músico norteamericano Frank Zappa como embajador cultural honorario de su país. Havel era, además, un reconocido fan de Los Rolling Stones. “La vida de Vaclav Havel se parece verdaderamente a una obra de arte”, dijo sobre él su compatriota, el novelista Milan Kundera.
Havel terminó su segundo y último período presidencial en febrero de 2003, que había comenzado en 1998. Creó además una oficina desde la que siguió desempeñando un papel activo como promotor y defensor de los derechos humanos en Cuba, Bielorrusia, Chechenia, Birmania y Ucrania. Ese mismo año fundó el Comité para la Democracia en Cuba, en el que involucró a conocidos estadistas e intelectuales de ambos lados del Atlántico para contribuir a la transición democrática en la isla caribeña. Aunque en el exterior gozó siempre de un gran prestigio, Havel perdió popularidad en su país y en su segundo mandato se enfrentó a la clase dirigente y a uno de los líderes más influyentes –el economista Vaclav Klaus, antiguo correligionario político del Foro Cívico en la transición democrática– para acabar convirtiéndose en enemigos encarnizados. Klaus, que sucedió finalmente a Havel en el cargo en 2003, después de casi catorce años de estar al frente de la presidencia, reconoció ayer que el dramaturgo fue artífice del Estado checo moderno.
La última aparición pública de Havel fue durante la visita del Dalai Lama a Praga, que tuvo lugar el 11 y el 12 diciembre. En ese momento suscribió una declaración para potenciar el compromiso y mejorar la situación de los derechos humanos en todo el planeta. El líder espiritual del Tíbet informaba entonces en rueda de prensa que uno de los motivos de la visita había sido curar a Havel, con quien ejerció los servicios de la “medicina budista”.
“Reflexiono sobre la muerte cada vez más. Tengo la impresión de encontrarme en un bosque donde se talan los árboles unos tras otros, y se convierte poco a poco en un descampado”, había declarado el escritor checo en febrero. Una neumonía mal curada en la cárcel le causó múltiples problemas de salud. Fue operado en diciembre de 1996 de un cáncer del pulmón derecho. Además de una bronquitis crónica, sufría problemas cardíacos y trastornos intestinales.
Las campanas de las iglesias checas repicaron ayer a las 17 (hora local) en recuerdo del líder cuyo lema fue “el amor y la verdad deben triunfar sobre el odio y la mentira”. Sin duda, el mandatario checo permanecerá para siempre ligado a la libertad recobrada por checos y eslovacos. Havel, que había festejado sus 75 años en octubre, murió mientras dormía en una casa de campo, según señaló la secretaria del ex presidente, Sabina Tancevova.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-183712-2011-12-19.html

viernes, 16 de diciembre de 2011

Viernes de “la derrota al invasor” y no de “la lealtad”

Haifa Zangana Al-Quds al-Arabi

Traducido del árabe para Rebelión por Antonio Martínez Castro

Por las redes sociales corre una convocatoria para concentrarse en la plaza Tahrir de Bagdad y en plazas de todas las ciudades iraquíes el viernes 30 de diciembre de 2011, que es la fecha prevista para que se retiren las tropas de ocupación estadounidenses.
Llaman a ese viernes el de “la derrota al invasor” y no de “la lealtad” como quieren los políticos del Gobierno. Suscriben la convocatoria numerosas organizaciones de la sociedad civil, asociaciones de estudiantes, intelectuales independientes y personalidades nacionales que piden el final de la ocupación y salvar Iraq de quienes intentan fragmentarlo amparándose en la constitución del invasor y su política de división religiosa, confesional y étnica.
Entre las páginas web que la promueven se cuentan: La Gran Revolución Árabe, Coalición de la Revolución del 25 de febrero, Intifada de los Iraquíes Libres, No Nos Rendiremos, La noche que cayó Maliki, Asociación de Jóvenes de al-Anbar, Coalición “Piraos Ya”. Aconsejo que se visiten estas páginas para seguir las actividades de estos grupos de jóvenes, especialmente porque existe una ocultación mediática casi absoluta de este movimiento popular pacífico de protesta que salió a la calle el 25 de febrero en el Iraq bajo ocupación.
El movimiento, que no ha dejado de manifestarse cada viernes desde entonces, no ha conseguido captar la cobertura mediática deseada, al contrario de lo que viene pasando en el resto del mundo árabe. Además, el silencio de los medios tanto nacionales como internacionales ha hecho que no se conozcan las protestas pacíficas de los grupos sociales, así como los han privado del apoyo moral que, si quisieran, podrían darles.
La famosa escritora y activista india Arundhati Roy, que ve que el eco mediático de la protesta pacífica es tan importante, a veces, como el hecho de la protesta en sí mismo, dice: “¿Qué se gana si un grupo de campesinos está en huelga de hambre hasta morir en una aldea lejana si la noticia no llega a otros que puedan hacer algo?
Los manifestantes han puesto un nombre a cada viernes de protesta en la plaza Tahrir de Bagdad y en plazas de otras ciudades. Entre estos nombres tenemos: viernes de la ira, viernes de la dignidad, viernes de la libertad, viernes del cambio, viernes del rechazo a la ocupación, viernes por la puesta en libertad de los detenidos, viernes del apoyo de Bagdad a Gaza, o viernes del amanecer de los libertadores. En este contexto se ha decidido poner al viernes 23 de diciembre el nombre de “el pueblo quiere derrocar al régimen”.
Los manifestantes no cesan de repetir sus exigencias: terminar con la corrupción, acabar con la parcelación confesional del poder, soltar a los presos, suministrar servicios básicos, respetar los derechos humanos, y gritan: “ni por asomo nos humilléis”, puesto que la reivindicación central es que se retire del país todo soldado extranjero lo llamen como lo llamen: fuerzas de combate, de seguridad, de instrucción o mercenarios.
La respuesta del Gobierno de Maliki ha sido bestial: asesinato de decenas de manifestantes jóvenes, detención de miles a los que han golpeado, torturado y amenazado de muerte. También han mandado camiones cargados de zarzariya [los esbirros del régimen; equivalentes a la shabbiha en Siria o la baltayia de Egipto o Yemen] para agredir a los manifestantes, especialmente a las chicas, y dispersarlos.
El primer viernes de diciembre las señorías del gobierno hirieron el orgullo de los iraquíes en la fiesta que celebraron en la Zona Verde para despedir a las fuerzas de ocupación. Allí, ante el vicepresidente de EEUU Joe Biden, el ilustre presidente Yalal Talabani repartió regalos de recuerdo a las tropas de EEUU (como si estuvieran de visita turística en Iraq y no hubieran asesinado a un millón de ciudadanos) y se llevó la mano al corazón al sonar el himno de EEUU.
Talabani, en el discurso ante los invasores, expresó gratitud hacia el pueblo estadounidense, y pidió a los soldados que trasmitiesen su saludo a Barack Obama y al Congreso, así como prometió que Iraq, una vez recuperada con éxito la soberanía nacional, permanecerá leal a los acuerdos y será siempre amigo de EEUU. También aseguró fidelidad política en una “nueva etapa de cooperación cuyos rasgos y horizontes han sido definidos en el Acuerdo Marco Estratégico suscrito por ambos países y que será la base de las relaciones bilaterales en el futuro.”
Nuri al-Maliki, para que no pareciera que es menos leal que Talabani, repitió lo mismo sobre la importancia de que el Acuerdo Marco Estratégico establezca las futuras relaciones bilaterales, así como añadió “la necesidad de proveerse de instructores estadounidenses para formar al ejército iraquí”. Lo que significa que las negociaciones sobre la inmunidad de las tropas e instructores estadounidenses, que Maliki y otros han estado manejando a lo largo de los últimos meses, era un bulo para desviar la atención de los iraquíes sobre la realidad del Acuerdo suscrito. Sabemos que los instructores y las tropas que se queden dependerán en todo lo que hagan de la Embajada de EEUU y por consiguiente gozarán de inmunidad diplomática.
El comité de organización del “viernes de la derrota al invasor” llama a todos los ciudadanos a participar y ha dirigido un comunicado a los medios de comunicación iraquíes y árabes encargados de dar cobertura a la retirada de las tropas de ocupación pidiéndoles que no presenten “al Gobierno de la Zona Verde como artífice de la retirada de las tropas de ocupación” porque de esa forma borran el papel de la heroica resistencia que ha pagado el alto precio de la sangre de sus mártires para limpiar de usurpadores el país.
El comunicado afirma que los jóvenes seguirán, en caso de que la retirada no sea completa, concentrándose en protesta hasta que salga el último soldado norteamericano, lleve la etiqueta que lleve. También afirma que están preparados para seguir con la resistencia “en la nueva etapa decisiva de la historia de Iraq” y que es necesario apoyar a los manifestantes y dar cobertura a sus acciones del viernes de “la derrota al invasor”, aunque no ponen en ello su esperanza.
La firmeza y tenacidad de los jóvenes, que no conocen el desánimo pese a las dificultades, me recuerda a lo que un soldado de la ocupación escribió en su diario en agosto de 2008: “Volamos la casa de un iraquí para ampliar el espacio donde aparcar los vehículos. La casa era propiedad suya y antes había sido de su familia. Varios días, después de la explosión, estuvo viniendo el hombre a juntar los bloques de ladrillo dispersos en un radio de decenas de metros: quería reconstruir su casa con los mismos bloques”.
Haifa Zangana es escritora iraquí.

Fuente: http://www.alquds.co.uk/scripts/print.asp?fname=data\2011\12\12-09\09qpt698.htm

Campaña contra las armas nucleares

Asia de pie contra las armas nucleares


Por Thalif Deen


NUEVA YORK, dic (IPS) - "Las armas nucleares no pueden desinventarse, pero sí prohibirse, al igual que las químicas y las biológicas", reza la declaración que sustenta la campaña lanzada por dirigentes políticos, diplomáticos y militares de Asia Pacífico, la región donde más países poseen este arsenal destructivo.
El organizador de la iniciativa contra las armas nucleares, las más destructivas del mundo, el excanciller australiano Gareth Evans, declaró que "el intento de eliminarlas no tendrá éxito sin la decidida participación de dirigentes de Asia Pacífico".
La mayor cantidad de potencias nucleares declaradas y no declaradas son China, India, Pakistán y, posiblemente, Corea del Norte.
"Creemos que tenemos la responsabilidad particular de trabajar por un cambio en Asia Pacífico", agrega en su texto la flamante Red de Líderes de Asia Pacífico por el Desarme y la No Proliferación Nuclear (APLN).
Entre los signatarios se encuentran los ex primeros ministros James Bolger y Geoffrey Palmer, de Nueva Zelanda, Malcolm Fraser, de Australia, y Yasuo Fukuda, de Japón, además de 10 excancilleres y ex ministros de Defensa.
A medida que los centros de gravedad económico, político y de seguridad inexorablemente cambian, "nuestra participación en un orden mundial seguro, y la obligación de aportar ideas, visiones y propuestas políticas a este fin, creció de forma conmensurable", añade el documento, refiriéndose a Asia.
"Mostramos cómo avanzar con zonas libres de armas nucleares con los tratados de Raratonga y Bangkok, pero también tenemos dos de las zonas de más alta tensión del mundo, Asia meridional y la península de Corea", añade la declaración.
La iniciativa de Evans de formar la APLN coincide con un momento clave, señaló John Burroughs, director ejecutivo del Comité de Abogados sobre Política Nuclear, con sede en Nueva York.
La región plantea varios desafíos como la carrera armamentista entre India y Pakistán, así como el programa nuclear de Corea del Norte, apuntó.
"La mayor dependencia de la región en las armas nucleares es otro reto", añadió Burroughs.
Corea del Sur y Estados Unidos negocian la posibilidad de que el país asiático adquiera capacidad atómica para producir combustible para reactores nucleares, a lo que Washington se opone, precisó. Pero de llegar a concretarse pueden agravarse los problemas para desnuclearizar a Corea del Norte, añadió.
La propuesta de APLN para que haya un control internacional y multinacional sobre la producción de combustible nuclear puede ser una solución parcial.
Pero la APLN evita la solución fundamental que es abandonar la energía nuclear, apuntó Burroughs.
La declaración de la APLN también señala que el arsenal atómico existente incluye 23.000 armas con una capacidad de destrucción combinada equivalente a 150.000 bombas como la lanzada en Hiroshima en 1945.
"La paz que reina desde 1946 se debe más a la suerte que a la buena administración", indica.
Hirotsugu Terasaki, director ejecutivo de Asuntos de Paz de Soka Gakkai International, con sede en Tokio, dijo a IPS que es claro que Asia debe desempeñar un papel crítico
Es crucial compartir esfuerzos para reducir la sensación de amenaza y construir confianza, apuntó.
"Solo los esfuerzos pacientes y persistentes lograrán derribar los muros de temor y desconfianza que llevan a los gobiernos a buscar y mantener sus armas nucleares", señaló Terasaki, cuya organización realiza una intensa campaña para un mundo sin armamento atómico.
Además de Asia, Medio Oriente está dominado por una única potencia nuclear, Israel, que se niega a reconocer públicamente su condición.
Al parecer, su predominio está amenazado por Irán, que, según Occidente, está por dotarse del arma atómica, un hecho negado por Teherán.
Los países con armas atómicas declaradas en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear son China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, los miembros permanentes y con poder de veto del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La creación de la APLN es también un impulso al desarme, que se tambalea desde la concreción del nuevo Start, el modesto acuerdo de reducción de armas nucleares suscrito en 2010 por Estados Unidos y Rusia, dijo Burroughs a IPS.
"La APLN no aboga por el inicio de las negociaciones para prohibir las armas atómicas, pero sí llama a crear los elementos de la Convención de Armas Nucleares, respaldada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon", añadió.(FIN/2011)

jueves, 15 de diciembre de 2011

Para controlar la aplicación del megaajuste



Mientras la Unión Europea apura en los parlamentos de los países miembro el borrador del tratado de disciplina presupuestaria, acordado en Bruselas, el fin de semana pasado, el presidente del Consejo Europeo (CE), Herman Van Rompuy, anunció una nueva cumbre de jefas y jefes de Estado para finales de enero o comienzos de febrero para analizar las decisiones tomadas en las rondas de octubre y diciembre, sobre todo el "pacto presupuestario" y la elaboración de un nuevo tratado de unidad fiscal.
A pesar de que el Reino Unido se quedó solo en la cumbre del último fin de semana y decidió vetar el acuerdo alcanzado sobre cómo plasmar por escrito el compromiso de disciplina presupuestaria, Van Rompuy insistió en que los británicos estarán convocados a la nueva reunión. El presidente del CE también recalcó que los líderes comunitarios mantendrán en su próxima cita una discusión que no abordaron en la última cumbre acerca de la competitividad, la economía y el empleo. La Comisión Europea había elaborado un informe al respecto pero la larga discusión sobre disciplina presupuestaria consumió todo el debate. "En momentos de estancamiento, incluso de recesión, es muy importante tratar estos asuntos y no hablar solo de consolidación fiscal", reconoció Van Rompuy.
Mientras tanto, el Gobierno irlandés ya dio aviso a su Parlamento, que el primer borrador de un "acuerdo internacional" encaminado a salvar la moneda única con más ajuste debería estar redactado "antes del receso navideño". Para Dublin es clave tener pronto acceso a los contenidos de un eventual acuerdo, ya que podría obligar al país a introducir cambios en su Constitución para poner un límite al déficit, como ya lo hizo España, en cuyo caso debería convocar un referéndum que según el ministro de Finanzas, Michael Noonan, sería, en realidad, una consulta sobre el euro.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-183464-2011-12-15.html

miércoles, 14 de diciembre de 2011

"La mato y aparece otra mayor..."

La cuestión es el neoliberalismo


Jake Lippincott

IPS

El partido Ennahda, que obtuvo la mayoría de los votos en las últimas elecciones de Túnez, no es objeto de críticas por su ideología islamica, sino por sus posturas económicas neoliberales.
Tras celebrar unas elecciones en octubre elogiadas por su transparencia, los principales partidos tunecinos están ocupados con los toques finales para conformar el primer gobierno democrático tras la caída del régimen de Zine El Abidine Ben Ali.
El partido Ennahda se quedará con los principales puestos, incluyendo el codiciado cargo de primer ministro.
Una de las razones de la popularidad de Ennahda es su historia de resistencia a Ben Ali, derrocado en enero. El partido es visto por sus simpatizantes como un representante del Islam, pero también como bastión de la revolución y del cambio.
Sin embargo, cuando se trata de economía y finanzas internacionales, esa fuerza política generalmente repite las posturas neoliberales del antiguo régimen.
Ennahda recibió la mayor cantidad de votos en los comicios parlamentarios de octubre, pero no le alcanzaron para obtener una mayoría absoluta, con lo cual se vio obligado a formar una coalición con los centroizquierdas Congreso para la República (CPR) y Ettakatol.
Esas fuerzas políticas son oficialmente seculares, y han mostrado siempre recelos hacia el partido islámico. Ahora, estos y otros grupos de centroizquierda, así como sus simpatizantes en las calles, se vuelven cada vez más críticos de las políticas neoliberales de Ennahda.
El partido musulmán siempre fue elogiado por su moderación, y logró granjearse el apoyo o al menos la tolerancia de secularistas, grandes empresas, gobiernos de otros países y diversos sectores tradicionalmente recelosos de los movimientos islámicos.
Ennahda aplaca los temores de los secularistas defendiendo las libertades personales y de culto, mientras se acerca a la comunidad financiera internacional y a las grandes empresas prometiendo funcionar como contrapeso de sus socios de izquierda en la coalición de gobierno.
Uno importante tema de debate que ha surgido entre izquierdistas e islámicos tiene que ver con la deuda externa de Túnez.
El régimen de Ben Ali solicitó numerosos préstamos a naciones industrializadas e instituciones multilaterales. Gran parte de ese dinero fue utilizado en el desarrollo del país pero, debido a la rampante corrupción y los amiguismos, se cree que una significativa porción fue malversada.
Muchos tunecinos consideran injusto tener que pagar préstamos que enriquecieron a un dictador.
En respuesta a este malestar popular, figuras del principal partido secular, el CPR, propusieron realizar una auditoría y dejar de pagar una parte de la deuda que se constató fue usada en forma ilícita por el antiguo régimen.
"Tratamos de ser lo mßs independientes posible de esas instituciones internacionales (de crédito). Tenemos un gran problema de deuda", dijo a IPS la parlamentaria del CPR e integrante del Comité Económico de la asamblea legislativa Mabruka Embarak.
"Tenemos derecho a hacer una auditoría sobre esos compromisos. La parte de la deuda que sirvió al régimen, que no ayudó a los ciudadanos tunecinos y que obviamente fue usada por la mafia (de las familias de los exgobernantes) llega a millones de dinares. Los ciudadanos tunecinos no deben llevar esta carga", agregó.
No obstante, señaló que Ennahda "difería" con el CPR en este asunto.
Sayed Feyjani, representante del partido islámico, dejó en claro que su fuerza política estaba decidida a captar inversiones extranjeras.
"Túnez debe atraer capitales internacionales. Debemos hacer todo lo que podamos para evitar deudas, sí, eso es excelente, peroà estamos en contra de los dogmas, y necesitamos inversiones de donde vengan", afirmó.
Si bien la idea de no pagar porciones de la deuda parece gozar de apoyo entre la población, no así en la comunidad financiera local, que prefiere la postura de Ennahda.
El presidente de la bolsa de valores de Túnez, Fahdel Abdelkefi, dijo a IPS estar impresionado por las políticas económicas "extremadamente liberales" de Ennahda, y afirmó esperar que estas equilibraran a los grupos de izquierda en la coalición gobernante.
Ennahda es generalmente visto como un partido de la clase trabajadora, y su discurso religioso le ha distanciado de las clases más altas. Pero ahora Abdelkefi cree que esa fuerza política puede contrarrestar medidas radicales de los otros grupos en la coalición.
Y esto se aplica especialmente en el tema de congelar el pago de la deuda, idea que calificó de "populista".
"Congelar el pago de la deuda externa sería la mayor catástrofe", y podría hacer que este país "perdiera su grado de inversión por un buen tiempo", alertó.
Además, sostuvo que la deuda externa no era significativa como para adoptar una medida tan drástica. "La deuda externa toda no es tan importante, apenas representa 20 por ciento del PIB (producto interno bruto). Túnez tiene los medios y la capacidad de pagar como un estado honesto", afirmó.
Aunque Abdelkefi considera que cancelar los compromisos es un tema de integridad nacional, muchos tunecinos se muestran resentidos con Occidente por sus décadas de apoyo a la antigua dictadura, y consideran inmoral que se les obligue a pagar la riqueza de la familia gobernante.
El hecho de que Ennahda, a pesar de sus credenciales revolucionarias, comience a mostrarse como defensor de los grandes negocios y las finanzas internacionales podría dañar su reputación de representante de los oprimidos.
Túnez tiene una larga tradición de poseer un fornido sector público, y muchos tunecinos dependen de subsidios estatales para sobrevivir. Instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) sugieren desde hace años que el gobierno debe recortar esos gastos.
Pero eso podría ser peligroso. Pequeños cambios en los precios del pan desataron masivas y violentas protestas en las calles a comienzos de este año, que derivaron en la caída de Ben Ali.
Ennahda sabe esto, y por eso sus representantes aseguran que, a pesar de su deseo de obtener nuevos préstamos e inversiones, no impondrán una liberalización económica radical.
Cualquier acuerdo con el FMI "será negociado. Necesitamos al sector público, necesitamos empleos. Es tan simple como eso. Definitivamente no vamos a hacer que la gente se muera de hambre", dijo Sayed Feyjani a IPS.


Juntos hasta la sepultura!

Merkel: "La crisis no durará semanas ni meses, sino años"


En su informe sobre la cumbre de Bruselas ante el Bundestag, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló que Europa inició un camino "irreversible" para salir de la crisis a través de la unión fiscal, aunque aseguró que "el camino está lejos de haber concluido". En ese sentido, Merkel admitió que a la población de los países en crisis "se les exigirá mucho" por lo que "merecen nuestro reconocimiento" y resaltó: "Quien asuma sus responsabilidades puede contar con la solidaridad de sus socios europeos". Además, destacó la situación en Grecia, Portugal e Italia y anticipó que el electo presidente español Mariano Rajoy "aseguró que España continuará con su camino de reformas tras el cambio de gobierno".
"Ya no sólo hablamos de una unión fiscal: ahora empezamos a formarla. Ése era el objetivo del gobierno alemán y lo hemos conseguido", apuntó la canciller, que lideró la cumbre de Bruselas con su par francés Nicolás Sarkozy, y consideró que el encuentro de los líderes del bloque sirvió para "sentar las bases de una nueva Europa: una Europa de la estabilidad, una Europa de la solidaridad y la confianza". "Lo decisivo es que no nos dejemos frustrar por esa duración", solicitó.
Merkel insistió en que el acuerdo para ir hacia una unión fiscal servirá para "corregir los errores de construcción en la unión monetaria". Alemania y Francia lograron sumar a sus socios comunitarios en ese objetivo, con la excepción del Reino Unido, algo que Merkel lamentó ya que "es un socio clave en seguridad, competitividad, mercado interno, comercio y defensa del clima", subrayó.
La canciller destacó los esfuerzos realizados por los países más afectados por la crisis de deuda y celebró: "Los últimos datos de Portugal son muy alentadores. En Grecia, los esfuerzos van más allá de los partidos (...) e Italia asumió en los últimos días un compromiso para alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013". Con respecto a España, Merkel señaló que el presidente del gobierno electo, Mariano Rajoy, "me aseguró que España continuará con su camino de reformas tras el cambio de gobierno" en Madrid el 21 de diciembre.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-183377-2011-12-14.html

martes, 13 de diciembre de 2011

Para Evo Morales hay que democratizar para profundizar el cambio

Atilio A. Boron
Rebelión

En el día de ayer el presidente Evo Morales inauguró en Cochabamba el “Primer Encuentro Plurinacional para Profundizar el Cambio” que está transformando a la sociedad boliviana. Lo que la prensa denominó como “Cumbre Social” reunió una multitudinaria concurrencia de más de mil delegados de diversos movimientos sociales de todas las regiones del país, que acudieron a un cónclave cuya primera fase durará tres días y en los cuales diez comisiones de trabajo examinarán otros tantos temas y desafíos cruciales del momento actual. El Vicepresidente Álvaro García Linera así como ministros y altos funcionarios del gobierno nacional estuvieron presentes en esas comisiones, aportando información y sobre todo escuchando las demandas y muy especialmente los planteos y propuestas que dieron a conocer los movimientos. Estas primeras conclusiones serán presentadas y nuevamente discutidas en una serie de reuniones que tendrán lugar en las próximas semanas en los distintos departamentos (provincias) de Bolivia, en preparación para un segundo y definitivo período de sesiones entre el 10 y el 12 de enero y en el cual se fijarán las principales directivas de la agenda de transformaciones para los años venideros.
En su discurso inaugural Evo recalcó la importancia de una discusión democrática y plural para consolidar el proceso de cambios inaugurado desde su llegada al Palacio Quemado en 2006. A diferencia de la mayoría de las intervenciones de otros presidentes o jefes de estado en cualquier parte del mundo, Evo comenzó la suya señalando lo que él mismo calificó como los errores cometidos por su gobierno. No empezó hablando de sus aciertos sino de la inseguridad, de los problemas de empleo, de la corrupción presente en ciertos elementos de los escalones inferiores de la burocracia, de la necesidad de mejorar el desempeño económico. Sólo después se dedicó a enumerar los muchos logros de su gestión, con cifras contundentes: casi dos millones de niños beneficiados por el bono Juancito Pinto; ochocientos mil ancianos recibiendo una importante ayuda monetaria; el avance en los programas de salud y educación públicas; el fortalecimiento de las finanzas del estado gracias al cumplimiento del mandato popular que exigía la nacionalización de los hidrocarburos; la duplicación del salario mínimo y la rápida transformación que hizo que Bolivia dejara de ser un “estado colonial mendigo” (son sus palabras), que vivía de los préstamos para pagar a sus empleados públicos, para convertirse en un estado plurinacional que por primera vez en la historia acumula reservas por valor de 12.000 millones de dólares, una cifra impactante si se tiene en cuenta el tamaño de la economía boliviana.



Por supuesto que también habló de política: dijo en un pasaje de su discurso que antes había grupos y organizaciones que se movilizaban para que los gobiernos hicieran obras; ahora hay minorías muy estridentes que “se movilizan para que el gobierno no las haga. Pero debemos hacerlas, respetando a la Madre Tierra: de lo contrario, ¿cómo podríamos vivir sin industrias, sin petróleo, sin gas, sin la minería?” En una época en que un organismo como el Banco Central Europeo saca y pone gobernantes en Grecia, Italia y Portugal, Evo enfrenta los desafíos de su gobierno profundizando la democracia, facilitando el diálogo horizontal entre gobernantes y gobernados, y haciendo verdad el apotegma zapatista de “mandar obedeciendo”. Esta sana inclinación a fundirse con su pueblo, a tonificarse escuchando sus críticas y sus propuestas es una de las razones fundamentales de su popularidad. La derecha no es una opción de gobierno y su única chance es el golpe de estado; la izquierda hiper-radicalizada, por su parte, muestra una sospechosa desproporción entre el eco que sus feroces críticas a Evo encuentran en los medios hegemónicos y su escaso sustento de masas. Por lo visto hasta ahora Evo sigue siendo imbatible en el terreno electoral, y si profundiza su agenda de cambios lo será aún más.

Por primera vez, Palestina izó su bandera en un organismo de la ONU



Con un acto protocolar, la Unesco formalizó la incorporación de Palestina como miembro pleno de derecho en esa institución e hizo flamear la insignia de ese país en su sede parisina. Del acto participó el titular de la ANP, Mahmud Abbas, quien calificó el gesto como un "primer reconocimiento" para su nación, luego de que en septiembre pasado solicitara a la Asamblea General su incorporación como Estado independiente.
La tradicional ceremonia efectuada cada vez que un nuevo miembro se adhiere a la entidad fue encabezada por Abbas, el canciller Riad Maliki y la directora general de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Irina Bokova, que el 31 de octubre pasado -a pesar de las presiones de Estados Unidos e Israel- anunció en la Conferencia General que por amplia mayoría se había aprobado la incorporación del país árabe como el Estado número 195 de la organización. El ingreso pleno se formalizó el 23 de noviembre cuando firmó en Londres la aceptación de la Carta Constitutiva de la Unesco.
"Es emocionante ver nuestra bandera izada hoy en una sede de la ONU", dijo Abas, para quien "nuestra admisión es motivo de orgullo". "Palestina, la tierra donde se encontraron las civilizaciones (...) vuelve a renacer. A pesar de todas las dificultades impuestas por el bloqueo, siempre hemos conservado nuestro patrimonio", explicó el dirigente palestino. Por su parte, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, aseguró que "la admisión es una oportunidad de demostrar que la paz también se construye con la educación y la cultura".
La ANP calificó la adhesión palestina a la Unesco como un hecho "histórico" y un "acto de justicia" hacia ese pueblo. Pero en represalia, Washington suspendió sus pagos a la Unesco, incluidos alrededor de 60 millones de dólares correspondientes a este año, lo cual puso en una situación difícil a la organización que debió recortar gastos y revisar sus programas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Stiglitz: “La austeridad que aplica Europa es un camino suicida”

En un seminario en Económicas de la UBA, junto al ministro Amado Boudou y al prestigioso economista Bernardo Kliksberg, el Premio Nobel 2001 cuestionó los planes de ajuste y advirtió que, con este rumbo, el euro va en camino de desaparecer.




“La austeridad que aplican en Europa es un camino suicida, no estimula el crecimiento ni la creación de empleo y profundiza los déficit”, sentenció el Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz. En un desbordado salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (FCE-UBA) en Buenos Aires, el economista norteamericano brindó una conferencia donde cuestionó los planes de ajuste fiscal, la creciente concentración del ingreso en los países centrales y consideró que el euro desaparecerá si persiste la actual orientación de la política económica europea. El profesor de la universidad de Columbia reclamó una expansión del gasto para reactivar la economía global y destacó la necesidad de reestructurar las deudas de las economías europeas así como las de los individuos hipotecados en Estados Unidos. “Los costos sociales de las recetas económicas neoliberales son pavorosos”, señaló el economista Bernardo Kliksberg en el mismo encuentro, advirtiendo sobre el fuerte aumento en el desempleo juvenil en España, Grecia, Italia y la población negra en Estados Unidos.



“Crear más empleo es la única receta económica posible y eso requiere una fuerte presencia del Estado”, enfatizó el ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou, encargado del cierre del evento donde también participaron el decano de Ciencias Económicas, Alberto Barbieri, y el economista Daniel Heyman. “La economía global enfrentará una profunda crisis y turbulencia por los próximos años debido a una mala filosofía económica, pero la buena noticia es que a América latina le fue muy bien en la última década. Aplicaron buenas recetas, creyeron en los estímulos fiscales keynesianos y diversificaron sus economías. Esas políticas les permitieron a países como Argentina y Brasil comenzar a mejorar la elevada desigualdad de ingresos. Tenemos que aprender de América latina”, consideró Stiglitz. El Premio Nobel de Economía fue presentado por Kliksberg, quien destacó el compromiso y la coherencia del profesor de la universidad de Columbia desde que estalló la crisis financiera internacional.



El Nobel de Economía mantuvo este martes 7 de diciembre por la noche un breve encuentro con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada. Ayer expuso en un seminario organizado por el Banco Mundial, donde también participará el secretario de Finanzas argentino y futuro ministro de Economía, Hernán Lorenzino. “No me cabe duda de que las autoridades europeas están comprometidas a salvar al euro pero lo hacen con una filosofía económica que lo condena. La propuesta de ‘unión fiscal’ que negocian Alemania y Francia va a fracasar porque se trata de más austeridad. Escuchan a los economistas ortodoxos de la visión dominante”, advirtió el profesor de la Universidad de Columbia en el salón de actos de la FCE-UBA ante más de 600 Estudiantes, docentes y directivos de esa casa de estudios. En la primera fila del auditorio se sentó el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, y parte del equipo de Lorenzino.



“El déficit fiscal no fue lo que causó el estancamiento. Por el contrario, el estancamiento causó esos déficit. Por eso, la austeridad no funciona. Estados Unidos hizo ese experimento al comienzo de la crisis de 1929 y terminó con la Gran Depresión y Argentina aplicó esas políticas en los noventa guiada por el FMI. Pero en la Zona Euro no aprendieron la lección. El problema se revierte creando empleos y eliminando los recortes impositivos para los más ricos. Hay espacio para estimular la economía”, consideró Stiglitz. A pesar del optimismo, el ex directivo del Banco Mundial consideró que el estancamiento económico y la turbulencia continuarán los próximos años.



Tanto Stiglitz como Boudou destacaron la importancia de reestructurar la deuda soberana de los países europeos y de las personas con hipotecas en Estados Unidos para hacer frente a la crisis. “Argentina puede ser una guía para la reestructuración de las deudas. El mensaje de esa experiencia es que existe vida después de la deuda, Argentina pagó un costo pero volvió a crecer”, consideró Stiglitz. Por su parte, el vicepresidente electo advirtió que “hay un doble estándar en economía. En los noventa decían que no había que rescatar a los países porque eso causaría la crisis del sistema financiero. Ahora dicen que los bancos son ‘muy grandes para caer’ y hay que salvarlos. Es una lógica muy difícil de romper, por eso necesitamos nuevas ideas”.



“La desigualdad y la concentración del ingreso debilitan el crecimiento económico. El sistema de mercado funciono bien para el uno por ciento más rico de la población, pero no para el resto de la población. Ese sistema fue exportado y en América latina muchos compraron ese producto que dio malos resultados. Pero hoy en día, muchos se dieron cuenta de que ese modelo no sirve”, explicó Stiglitz. “Detrás de toda agenda económica hay una agenda política que es determinante para conocer las consecuencias de esas decisiones”, precisó Boudou. En ese sentido, el Premio Nobel de Economía advirtió que “los bancos centrales independientes, nunca son realmente independientes. Por el contrario, suelen tener un programa político por detrás que los guía a achicar el Estado, bajar los impuestos de los ricos y aumentar la desigualdad como sucedió en la Reserva Federal de Estados Unidos bajo la conducción de Alan Greenspan”.

Extraido de Página/12