sábado, 18 de febrero de 2012

La Franja de Gaza se hunde en las cloacas



Fadhel Kawosh
Nueva Al Haya
Traducido del árabe y revisado por Nur Khalil Perea

El 95% de las aguas de la Franja de Gaza están contaminadas.

La catástrofe sanitaria y medioambiental es inminente

La situación hidrológica es crítica.

Miles de toneladas de desechos sólidos esparcidos en las calles.

Informe redactado por el ingeniero Fadhel Kawosh. Experto en técnicas hidrológicas, ex presidente de la compañía de aguas de Palestina y presidente de la Comisión del agua en las negociaciones sobre el estatus permanente de Palestina.
Los expertos medioambientales, los técnicos hidrológicos y las organizaciones de la sociedad civil, venimos advirtiendo desde hace quince años, sobre los peligros y amenazas consecuencia del deterioro de la situación medioambiental y sanitaria en la Franja de Gaza, por la endémica falta de agua y la incapacidad para tratar las aguas sucias, a parte de las toneladas de residuos sólidos esparcidos por las calles. Todos hemos instado a los organismos competentes y a las autoridades políticas a tomar medidas urgentes para hacer frente a este grave problema sanitario y medioambiental, pero hasta el momento sólo hemos recibido declaraciones carentes de sentido práctico, parece como si no les importaran los padecimientos de la población de la Franja, o desconocieran la gravedad y la transcendencia de este asunto
Después de tanto tiempo esperando una solución sin respuesta, la catástrofe parece inminente. Se trata no solo de los daños medioambientales, sino de una verdadera amenaza para vida de miles de personas cuya salud corre un verdadero peligro, la situación no admite más demora. Evidentemente la situación política, el bloqueo al que está sometida la Franja, suponen un gran hándicap para cualquier arreglo urgente que evite la rotura de los depósitos de aguas subterráneas. Pero esto no puede justificar la inoperancia, o la falta de medidas adecuadas para el tratamiento de los residuos sólidos y líquidos, que campan por todas partes.

Naturaleza de las amenazas para la vida de los habitantes de la Franja y medidas para afrontarlas

Primero: recursos hídricos

El 95% del agua potable en Gaza se ha salinizado, y se encuentra contaminada con altas concentraciones de residuos orgánicos e inorgánicos tóxicos. La situación se puede calificar de crítica. Resulta casi imposible obtener agua potable de los acuíferos subterráneos. La mayoría de la población recurre a la compra de agua de lluvia potabilizada mediante pequeñas plantas de tratamiento privadas, la mayoría de las veces no sometidas a análisis previos. Una gran parte de la población utiliza agua salina para la limpieza corporal.
De los acuíferos se extraen anualmente 170 millones de metro cúbicos, mientras reciben anualmente 45 millones procedentes de la lluvia, 26 millones de metros cúbicos proceden de las aguas sobrantes de regadío y 18 millones de metros cúbicos de aguas de los alcantarillados, en total 90 millones de m3 anuales. Esto supone un déficit anual de reposición de 80 millones, la consecuencia es la intrusión de aguas salinas y otras contaminadas en los acuíferos.
La concentración de cloruros supera los 2500 mg/Litro, lo que multiplica por 10 el índice recomendado por la OMS (250mg/L): la concentración de nitrato orgánico es entre 200- 800mg/L, mientras la cantidad recomendada es de 45 mg/L. Esta sustancia es muy peligrosa para la salud sobre todo de los niños. Aparte de estas sustancias existen otras sustancias inorgánicas tóxicas cuyos índices superan los recomendados- Se sospecha que el 80% de las enfermedades más extendidas en la Franja están relacionadas con la contaminación del agua. El consumo de agua en la Franja es de 70 litros/ persona diario para tareas domésticas, ya que el agua para consumo se compra de las potabilizadoras lo que repercute sobre la capacidad económica de las familias ya deteriorada por si. El precio del metro cúbico de esta agua alcanza 50 shekel.

Modos de afrontar la crisis del agua

Esta situación caracterizada por la escasez de agua, con sus consecuencias, requiere soluciones planificadas a corto, medio y largo plazo, detalladas en los siguientes pasos:

Plan de medidas urgentes, y a medio plazo (menos de siete años)

A) Apoyo financiero y técnico para el organismo que gestiona el agua y la depuración de aguas fecales.
Para garantizar los sueldos de los trabajadores, los alquileres, la administración y el funcionamiento durante al menos diez años.
Apoyo técnico para la compañía, mediante la contratación provisional de consejeros, técnicos, y especialistas.
Proporcionar los medios técnicos, maquinaria, recambios, la conservación urgente y periódica de las estaciones de bombeo, potabilización, depósitos, y redes de distribución.

B) La necesidad suministrar agua del exterior

Finalizar la conducción de agua de la zona de Nahal Ouz hacia el depósito del Minttar, para ello hay que exigir a Israel el cumplimiento del artículo cuarenta de los acuerdos provisionales de Taba firmados en 1995, por el que se comprometió a bombear 5 millones de m 3 anuales. Este proyecto quedó paralizado, en su fase final solo se precisa una conexión de 150m para unir los dos tubos completamente instalados. Esta cantidad de agua se puede mezclar con las aguas existentes que tienen un grado de salinidad superior, lo que permite obtener 10 millones de m 3 de agua potables suficientes para cubrir las necesidades de la población de la región con promedio de 70 litros/ día.
Recuperar la antigua conducción que proporcionaba el agua necesaria a las antiguas colonias israelíes situadas en Gosh Qati f. Esta tubería transportaba 50 millones de m 3 anuales. Esto requiere negociación con los israelíes, quizás sea necesario restaurar algunos tramos deteriorados, y la instalación de nuevos depósitos para proporcionar el agua a las regiones del centro y el sur de la Franja.
Reiniciar las negociaciones con Israel para exigir el cumplimiento de sus promesas de suministrar a la Franja 20 millones de m 3 anuales procedentes de la potabilizadora de Ashkalon, con la posibilidad de incrementar esta cantidad hasta 50 millones durante diez años. Este agua se transportará mediante una tubería hasta la desalinizadora principal situada al norte de la Franja
Instalar tres desalinizadoras de reducida capacidad, hasta 5 millones de m 3 anuales, con posibilidad de incrementar hasta 10 millones en los primeros diez años. Estas desalinizadoras de nueva creación deberían ser ubicadas en el norte, el centro y el sur de la Franja de Gaza, para evitar los daños medioambientales, del medio marino y terrestre.
No somos partidarios de las grandes desalinizadoras, concretamente aquellas cuya capacidad de producción sobrepasa los 20 millones de m3 anuales. Por la gran extensión de terreno que necesita su instalación, a una distancia no inferior a 1,5 Km de la costa, y los daños que puede acarrear este tipo de instalaciones sobre los recursos marinos, como consecuencia de la gran concentración de sal, y otras sustancias químicas que deberían revertir al mar, además de la contaminación atmosférica producida por la gran cantidad de combustible líquido, todo ello agravado por las condiciones especiales de la Franja caracterizada por la gran concentración de población en esta reducida área.
Otros elementos a tener cuenta en contra de las grandes desalinizadoras consisten en las graves consecuencias de las averías y las revisiones técnicas que se necesitan periódicamente. Lo que obligaría a paralizar la producción causando grandes trastornos a la población. Por todo ello la opción preferida por nosotros es la construcción de pequeñas o medianas desalinizadoras.
Res ulta sumamente urgente buscar financiación, aproximadamente de unos 100 millones de dólares que permitan iniciar el proyecto diseñado por la Agencia de Desarrollo Norteamericana, este proyecto comenzó a ejecutarse en 2005 pero fue paralizado por motivos políticos conocidos por todos: Este es un proyecto de gran interés para las instalaciones hídricas en la Franja , me atrevería a decir que constituye la columna vertebral de todos el sistema de aprovechamiento de los recursos disponibles en la actualidad o en el futuro.

C) Planes a largo plazo

Proponer la importación de 100 millones de m 3 de agua del exterior para uso agrícola, industrial y humano. Se realizaría mediante barcos cisterna, para tal fin se necesita una cierta infraestructura costera para el almacenamiento y la posterior distribución por la red de canalización establecida. Con esta cantidad se reduciría la extracción de aguas subterráneas, en consecuencia se elevaría el nivel freático, se evitaría la salinización y la contaminación de los acuíferos.

Segundo: la depuración de aguas residuales

El volumen total de las aguas residuales alcanza 38 millones de m 3 anuales. El 65% de esta cantidad se canaliza mediante una red de alcantarillado y el resto se filtra en la tierra mediante las fosas de aguas residuales.
El 80% de las aguas de la red de alcantarillado se vierten en el mar, lo que supone 20 millones de m 3 , el 20% restante 5 millones de metros cúbicos, se filtran en el subsuelo. Se calcula que alrededor de 18 millones de metros cúbicos anuales de agua sin depurar alcanzan los acuíferos. Una cantidad excesiva en relación con la profundidad, las dimensiones, las características geológicas, y el índice de reposición natural disponible de estos acuíferos. Por todo ello las aguas sin depurar se han convertido en una seria amenaza para la salubridad y vitalidad de los acuíferos, además las excesivas cantidades de aguas sucias que se vierten al mar amenazan con un grave deterioro de la costa por la contaminación y los malos olores.
Para afrontar esta situación que representa una amenaza para la salud medioambiental, urge planificar medidas urgentes, a medio y largo plazo, para evitar que la situación se deteriore aun más, y prevenir las consecuencias desastrosas sobre la población de la franja. Estos planes deben, a nuestro entender, contemplar las siguientes medidas:

A- Corto y medio plazo (en los próximos cinco años):

Garantizar la financiación necesaria, y los medios técnicos adecuados para la compañía de Aguas del Litoral, que le permitan mantener y desarrollar sus servicios, sin agobios, ni sobresaltos durante los próximos diez años.
Completar la canalización de una red de alcantarillado en las zonas que carecen de la misma.
Mejorar el rendimiento de las depuradoras existentes.
Imponer límites y trabas a las fosas de aguas residuales que aun existen, de modo que se obligue a sus usuarios a cumplir estrictas normas aplicables a los llamados depósitos salinos para evitar las filtraciones de aguas contaminantes hacia los acuíferos. Deben ser erradicadas las fosas que no cumplen las nomas o aquellas cercanas a los pozos de agua potable.

B- A largo plazo, diez años al menos

Iniciar los estudios técnicos y los diseños para la construcción de una gran depuradora central, en la parte oriental de la Franja, el sitio más adecuado sería al sur de zona de Al Minttar. Esa nueva depuradora debería ser capaz de depurar todas las aguas residuales de la Franja, lo que permitiría la clausura de las viejas depuradoras. Esta medida contribuiría a reducir los peligros de averías o rupturas, así como centralizar todos estos desechos en la zona de los 500 m paralelos a la frontera este, para el mejor aprovechamiento de las aguas depuradas en la agricultura de esta región.

Tercero los residuos sólidos:

En la Franja de Gaza se producen diariamente 1600 toneladas de este tipo de desechos, lo que equivale a 600 mil toneladas anuales. Son cantidades considerables que requieren un gran esfuerzo para su reciclaje. Las consecuencias de su acumulación, transporte y la quema son sumamente dañinas para la salud y el medioambiente, además del peligro que supone para los acuíferos y las aguas superficiales.
Las autoridades locales no disponen de los medios ni la capacidad suficiente para afrontar este problema de forma adecuada y radical. Es cierto que las autoridades competentes hacen un gran esfuerzo, pero muchas veces se encuentran dificultades en la recogida diaria, provocando la proliferación de insectos, la emanación de gases tóxicos contaminantes y la putrefacción de estos residuos y la consiguiente filtración con el peligro de alcanzar el nivel freático.

Mecanismos de tratamiento:

Corto plazo ( cinco años) :

La inversión financiera urgente para los ayuntamientos y proporcionar los medios mecánicos, y humanos necesarios para afrontar este problema.
Ampliar y acondicionar los vertederos con los medios y condiciones adecuadas según las estrictas normas técnicas, para evitar la contaminación de las aguas.

Largo plazo ( 10 próximos años)

Planificar la construcción de un vertedero centralizado moderno y mecanizado para el tratamiento de los residuos sólidos y su incineración según las normas adecuadas, este centro debe ubicare en la zona este dentro del perímetro de los 500 m., cercano a la depuradora central.

Traducido y revisado : Nur Khalil Perea

* La traductora es licenciada Ciencias medioambientales UAM

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