domingo, 13 de febrero de 2011

Lección africana, hipocresía europea

TÚNEZ, EGIPTO, MARRUECOS Esas « dictaduras amigas » Ignacio Ramonet ¿Una dictadura en Túnez? En Egipto ¿una dictadura? Viendo a los medios relamerse con la palabra « dictadura » aplicada al Túnez de Ben Ali y al Egipto de Moubarak, los franceses han debido preguntarse si han entendido bien o han leído bien. ¿No habían insistido durante decenios esos mismos medios y esos mismos periodistas sobre que esos dos “países amigos” eran “Estados moderados”? La horrible palabra “dictadura” ¿no estaba exclusivamente reservada en el mundo árabe musulmán (después de la destrucción de la “espantosa tiranía” de Saddam Hussein en Irak) solo al régimen Iraní’ ¿Cómo? ¿Había entonces otras dictaduras en la región? Y ¿nos lo habrían ocultado los medios de nuestra ejemplar democracia? He aquí, en todo caso, un primer abrir de ojos que le debemos al rebelde pueblo tunecino. Su prodigiosa victoria ha liberado a los europeos de la “retórica hipócrita y de ocultamiento” en vigor en nuestras cancillerías y en nuestros medios. Obligados a quitarse la careta, simulan descubrir lo que sabíamos desde hace rato(1) que las “dictaduras amigas” no son más que eso: regímenes de opresión. Sobre el tema, los medios no han hecho otra cosa que seguir la “línea oficial”: cerrar los ojos o mirar hacia otro lado confirmando la idea de que la prensa no es libre salvo en relación a los débiles y hacia la gente aislada. Nicolás Sarkozy ¿no ha tenido acaso el aplomo de asegurar que en Túnez “había una desesperanza, un sufrimiento, un sentimiento de ahogo que nos es preciso reconocer, no habíamos apreciado en su justa medida”, con relación al sistema mafioso del clan Ben Ali-Trabelsi? “No habíamos apreciado en su justa medida…”En 23 años… A pesar de contar allí con servicios diplomáticos más prolíficos que los de cualquier otro país… A pesar de la colaboración en todos los sectores de la seguridad (policía, gendarmería, inteligencia…) A pesar de las estadas regulares de altos responsables políticos y mediáticos que establecían allí desacomplejadamente sus lugares de veraneo(2) Pese a la existencia en Francia de dirigentes exiliados de la oposición tunecina, mantenidos, como apestados, al margen por las autoridades francesas y de acceso prohibido durante decenios a los grandes medios…Democracia ruinosa. En verdad esos regímenes autoritarios han sido (y continúan siendo) complacientemente protegidos por las democracias europeas despreciando sus propios valores y pretextando constituir baluartes contra el islamismo radical(3) El mismo cínico argumento usado por Occidente durante la guerra fría, para sostener dictaduras militares en Europa (España, Portugal, Grecia, Turquía) y en América latina pretendiendo impedir la llegada del comunismo al poder. ¡Qué formidable lección dan las sociedades árabes revolucionarias a los que en Europa los describían con términos maniqueos: es decir como masas dóciles sometidas a sátrapas orientales corruptos o como muchedumbres histéricas poseídas por el fanatismo religioso! Y he aquí que de repente surgen, en las pantallas de nuestros ordenadores o de nuestros televisores (cf.: el admirable trabajo de Al-Jazeera) preocupadas por el progreso social, nada obsesionadas por la cuestión religiosa, sedientas de libertad, soprepasadas por la corrupción, detestando las desigualdades y reclamando democracia para todos, sin excluidos. Lejos de las caricaturas binarias, estos pueblos no constituyen en modo alguno una especie de “excepción árabe” sino que se asemejan, en sus aspiraciones políticas, al resto de las esclarecidas sociedades urbanas modernas. Un tercio de los tunecinos y casi un cuarto de los egipcios navegan regularmente por internet. Como afirma Moulay Hicham El Alaoui: “Los nuevos movimientos no se hallan ya marcados por los viejos antagonismos como ser antiimperialismo, anticolonialismo, o antisecularisno. Las manifestaciones de Túnez y de El Cairo han estado desprovistas de todo simbolismo religioso. Constituyen una ruptura generacional que refuta la tesis del excepcionalismo árabe. Además son las nuevas metodologías de la comunicación de internet las que animan a estos movimientos. Ellos proponen una nueva versión de la sociedad civil en la que el rechazo del autoritarismo va junto al rechazo de la corrupción (4)” Especialmente gracias a las redes sociales numéricas, las sociedades tanto de Túnez como de Egipto se movilizaron con gran rapidez y pudieron desestabilizar al poder en tiempos record. Aún antes de que los movimientos hayan tenido la oportunidad de “madurar” y de favorecer la emergencia de nuevos dirigentes de su seno. Es una de las raras ocasiones en las que sin líderes, sin organización dirigente y sin programa, la simple dinámica de la exasperación de las masas ha bastado para hacer triunfar la revolución. Se trata de un momento frágil y las potencias están seguramente ya sin duda trabajando, especialmente en Egipto, para que “todo cambie sin que nada cambie” según el viejo adagio del Gatopardo. Esos pueblos que conquistaron su libertad deben recordar la advertencia de Balzac, “Se matará a la prensa como se mata aun pueblo, otorgándole la libertad”(5) En las “democracias vigiladas” es mucho más fácil domesticar legítimamente a un pueblo que en las antiguas dictaduras. Pero esto no justifica mantenerlas. Ni debe empañar el ardor de derrocar una tiranía. El hundimiento de la dictadura tunecina ha sido tan veloz que los otros pueblos magrebíes y árabes han llegado a la conclusión de que esas autocracias – las más viejas del mundo - estaban en realidad profundamente corroídas y no eran por lo tanto sino “tigres de papel”. Esta demostración se ha verificado también en Egipto. De allí este impresionante levantamiento de los pueblos árabes que lleva a pensar inevitablemente en el gran florecimiento de las revoluciones europeas de 1848, en Jordania, en Yemen, en Argelia, en Siria, en Arabia Saudita, en Sudán y también en Marruecos. En este último país, una monarquía absoluta, en el que el resultado de las “elecciones” (siempre trucado) se halla siempre decidido por el soberano que designa según su voluntad los llamados ministros “de la soberanía”, unas cuantas decenas de familias próximas al trono continúan acaparando las mayores riquezas(6). Los cables difundidos por Wikileaks han revelado que la corrupción llegaba a niveles de indecencia descomunales, mayores que los del Túnez de Ben Ali y que las redes mafiosas tenían todas como único origen el Palacio, Un país en el que la práctica de la tortura está generalizada y el, amordazamiento a la prensa permanente. Sin embargo, como en el Túnez de Ben Ali, esta “dictadura amiga” se beneficia con la gran indulgencia de los medios y de la mayor parte de nuestros responsables políticos(7) quienes minimizan los signos que muestran el comienzo de un “contagio” de la rebelión. Cuatro personas se han inmolado ya prendiéndose fuego. Se han producido manifestaciones de solidaridad con los rebeldes de Túnez y de Egipto en Tánger, en Fez y en Rabat(8) Acosadas por el miedo las autoridades han decidido subvencionar preventivamente los artículos de primera necesidad para evitar las “rebeliones del pan”. Importantes contingentes de tropas del Sahara Occidental habrían sido desplazadas aceleradamente hacia Rabat y Casablanca. El rey Mohamed VI y algunos colaboradores se habrían trasladado a Francia el 29 de enero para consultar a expertos en mantener el orden del Ministerio francés del Interior(9) Aún cuando las autoridades desmienten estas dos últimas informaciones, está claro que la sociedad marroquí está siguiendo los acontecimientos de Túnez y Egipto con excitación. Preparados para unirse al impulso de fervor revolucionario y quebrar de una vez por todas las trabas feudales. Y a pedirles cuentas a todos aquellos que en Europa fueron durante decenios cómplices de las “dictaduras amigas” Notas (1) Leer, por ejemplo de Jacqueline Boucher "La société tunisienne privée de parole" y de Ignacio Ramonet "Main de fer en Tunisie", Le Monde diplomatique,de febrero de 1996 y de julio de 1996 respectivamente. (2) Cuando Mohamed Bouazizi se inmoló incendiandose el 17 de diciembre de 2010, cuando la insurrección ganaba a todo el país y decenas de tunecinos rebeldes continuaban cayendo bajo las balas de la represión benalista, al alcalde de París Bertrand Delanoé y a la ministra de relaciones exteriores Michèle Alliot-Marie les parecía absolutamente normal ir a festejar alegremente la Nochebuena o la Nochevieja en Túnez. (3) Al mismo tiempo, Washington y sus aliados europeos, sin aparentemente medir las contradicciones, apoyan al régimen teocrático y tiránico de Arabia Saudita, principal hogar oficial del islamismo más oscurantista y más expansionista. (4) http://www.medelu.org/spip.php ?article710 (5) Honoré de Balzac, Monographie de la presse parisienne, Paris, 1843. (6) Leer Ignacio Ramonet, "La poudrière Maroc", Mémoire des luttes, setiembre 2008. http://www.medelu.org/spip.php ?article111 (7) Desde Nicolas Sarkozy hasta Ségolène Royal,pasando por Dominique Strauss-Kahn que posee un “ryad” en Marraquech, los dirigentes políticos franceses no tienen el menor escrúpulo en pasar sus vacaciones de invierno entre estas “dictaduras amigas” [8] El País, 30 de enero de 2011- http://www.elpais.com/../Manifestaciones/Tanger/Rabat [9] Leer El País, 30 de enero de 2011 http://www.elpais.com/..Mohamed/VI/va/vacaciones y Pierre Haski, "Le discret voyage du roi du Maroc dans son château de l´Oise", Rue89, 29 enero de 2011.http://www.rue89.com/..le-roi-du-maroc-en-voyage-discret...188096 Fuente : www.medelu.org - Traducción Susana Merino

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