jueves, 8 de julio de 2010

La crisis económica mundial: el origen del problema

Las últimas tres décadas del capitalismo neoliberal pueden caracterizarse como un prolongado e infructuoso intento de trascender la crisi económica mundial de la década de los años setenta. Robert Brenner sostiene que el origen primordial de la crisis actual es la disminuida vitalidad de las economías avanzadas durante la totalidad del período que siguió a esa década. La desaceleración es el resultado de un largo declive de la tasa de rentabilidad de la inversión de capital. A pesar de la reducción posterior de la cuota de la renta percibida por los salarios y los beneficios sociales en las principales economías, Brenner demuestra que la tasa de beneficio no logró recuperarse tras los años setenta debido a una persisitente sobrecapacidad de los sectores industriales globales que excedían las dimensiones que podían asegurar la recuperación de la rentabilidad precedente. Una vacilante tasa de beneficio, en ocasiones animada por rebrotes espasmódicos, consignaba menores excedentes para la reinversión, conduciendo a una ralentización del crecimiento de instalaciones y equipos. En los principales países capitalistas avanzados esto provocó o un estancamiento de los salarios o un mayor desempleo. Al intentar restaurar la rentabilidad, los empresarios de todo el mundo disminuyeron los niveles salariales y los beneficios sociales, mientras los gobiernos reduc´´ian el crecimiento del gasto social. La consecuencia, sin embargo, de estos recortes ha sido la persistente debilidad del crecimiento de la demanda que ha intensificado el estancamiento derivado de la sobreproducción. El problema acumulativo de desaceleración se manifestó inequívocamente en una constante expansión sistémica del endeudamiento de los gobiermos, las empresas y los hogares. Aunque son muchos los autores que han protestado ante esta descripción demasiado sombría del comportamiento económico del mundo capitalista avanzado desde la dñecada de los setenta, este crecimiento desmesurado de la deuda debería considerarse como evidencia prima facie de que se produjo realmente una desacelaración, ya que no existe otra explicación a por qué sucedió. ¿Pero en qué sentido se ha producido un crecimiento a escala mundial de la deuda durante este período? Después de todo, en un momento dado, la inversión - incluidas las compras de deuda que rinde intereses- se supone que se halla en equilibrio con el ahorro. El problema ha sido que una parte cada vez mayor del ahorro mundial ha llegado a sostener un crecimiento desbocado de la deuda para el consumo y la especulación insostenible en lugar de encontrar una salida en forma de inversión susceptible de generar un crecimiento sostenible de la renta. Las exportaciones de otros países generar reservas que compran deuda estadounidense a tipos suficientemente bajos para sostener sus bonanzas. la verdadera historia económica del período no es un cuento moral en el que productores y ahorradores virtuosos se enfrentaron a apostadores y grandes derrochadores . Los sectores industriales de las principales economías exportadoras - China , Japón,Alemania- dependían tanto del crecimiento de la deuda y de la especulación como de las finanzas y el negocio inmobiliario de los países deudores. La razón es que, a medida que se hunde la renta derivada de la inversión en instalaciones y equipo, el nivel de demanda agregada depende cada vez más de la conversión de los ahorros en deuda que rinde intereses, la cual, en las condiciones adecuadas, puede crecer más allá de toda proporción con las corrientes de renta que en última instancia la sostienen. La deuda es el pivote de una miríada de formas de derechos sobre la riqueza en último término no fundamentados. "Como por arte de magia, dota al dinero improductivo del poder de creación y así lo transforma en capital sin forzarlo a que se exponga a los problemas y riesgos inseparables de su empleo en la industria o incluso en la usura" Finalmente, por supuesto, la deuda se expone a todos los problemas y riesgos de su empleo. De acuerdo al análisis de Brenner, la crisis actual supone la reaparición inexorable de la presión en pro de una purga de los productores menos eficientes que nunca se permitió que aconteciera en las últimas tres décadas, a pesar de las múltiples rondas de reestructuración y de salidas masivas de capital de las líneas industriales sobrepobladas en busca de ubicaciones más baratas y de activos financieros. La implosión de la burbuja financiera e inmobiliaria, cuyo centro se localizó en Estados Unidos, constituye el punto final de todo un período de desequilibrios en las cuentas exteriores de las principales economías, de burbujas de precio de los activos y de creación de deuda, que desafiaban la ley d ela gravedad. Por supuesto, la era neoliberal ha sido testigo de enormes operaciones de rescate con anterioridad: desde principio de los años ochenta, estas operaciones de limpieza han constituido una condición imprescindible para que la dinámica de expansión económica y de creación de burbujas de precios de los activos se mantuviera en marcha. Pero adiferencia de episodios locales previos de colapso de la era neoliberal, éste, obviamente, se está produciendo a escala mucho mayor y ningún rescate puede impedir de modo realista que la economía mundial se deslice, bien hacia una nueva era de depresión mundial, bien hacia un prolongado período de estabilización de crecimiento lento, o hacia alguna novedosa combinación de ambos escenarios." (Fragmento del Trabajo: Especulaciones sobre el estado estacionario, de Gopal Balakrisnan)

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