domingo, 31 de julio de 2011

Contra el Estado del bienestar


Manuel M. Navarrete
Rebelión
Leo en comunicados de la izquierda oficial (e incluso en comunicados de sectores de la izquierda extraparlamentaria) una defensa del “Estado del bienestar” que me parece muy peligrosa. Y no por una cuestión de purismo, sino, sencillamente, por una cuestión de internacionalismo. Una cosa es defender con uñas y dientes las reformas logradas (cosa en la que todos estamos de acuerdo) y otra muy diferente aceptar, como paquete, como proyecto, eso que vino a llamarse “Welfare State” y que, por decirlo claramente, sólo fue posible sobre la base de la explotación del Tercer Mundo.
Es obvio que defender el Estado del bienestar implica abandonar la perspectiva de Rosa Luxemburgo, en la cual la reforma no es un fin en sí mismo, sino un medio hacia la revolución. Pero implica, además, una grave incomprensión del carácter de clase del Estado, precisamente en un contexto histórico en el cual dicho carácter ha quedado meridianamente claro. De nuevo, sólo un punto de vista internacional puede ayudarnos a comprender la realidad, al constatar que fue la correlación de fuerzas a nivel mundial la que, tras las revoluciones socialistas y los movimientos de liberación nacional, invitaba a los capitalistas a efectuar concesiones y políticas preventivas. Ahora, una vez derribado el campo socialista, sobornados los sindicatos y desarticuladas las organizaciones obreras en todo el mundo, el capital ejecuta su contraofensiva.
Sin embargo, la socialdemocracia, a pesar de estar recibiendo su refutación más definitiva por parte de los propios hechos, vuelve a ponerse de moda. ¿Para qué colectivizar los medios de producción, intercambio y distribución? Basta con resucitar el “modelo social europeo” (como sugiere CCOO), incrementar los impuestos directos así como su progresividad (como sugiere Vicenç Navarro) y, como mucho, crear “una” banca pública -sin nacionalizar, faltaba más, la privada- o alguna especie de Tasa Tobin (como sugiere ATTAC).
¿Problema? Que, en un capitalismo globalizado, los neoliberales tienen la razón: si haces eso, Moody’s rebaja tu rating, tu deuda se incrementa automáticamente y las empresas, simplemente, se deslocalizan y se van a otro país donde encuentren condiciones más ventajosas, hundiendo tu economía. La socialdemocracia, sencillamente, ha devenido imposible. Por eso hoy día los reformistas son más utópicos que los revolucionarios: una salida de izquierdas para la crisis es imposible desde un punto de vista estrictamente técnico y sin abandonar el sistema económico capitalista.
Pero sobre todo, por otro lado y volviendo al principio, el proyecto del Estado del bienestar no puede separarse de su carácter imperialista, ya que las concesiones en las metrópolis del Primer Mundo están estrechamente ligadas a la sobreexplotación histórica de las neocolonias. Dicha explotación ha financiado, en última instancia, la “economía social de mercado”, al producirse una redistribución internacional de salarios entre los explotados. A consecuencia de dicha redistribución, los trabajadores del Primer Mundo se han beneficiado objetivamente de la explotación de sus equivalentes en el Tercer Mundo. Ya lo dijo el Che Guevara en “El socialismo y el hombre en Cuba” : “Cabría aquí la disquisición sobre cómo en los países imperialistas los obreros van perdiendo su espíritu internacional de clase al influjo de una cierta complicidad en la explotación de los países dependientes y cómo este hecho, al mismo tiempo, lima el espíritu de lucha de las masas en el propio país”.
Si el nivel de vida no se calculara dividiendo el PNB de un país únicamente por el número de habitantes del mismo, sino que en el denominador ubicásemos a todos los habitantes de otros países que, de un modo u otro, han contribuido a su riqueza, las estadísticas de los países imperialistas no serían tan halagüeñas. Por eso, abandonar la perspectiva mundial del proceso de explotación capitalista supone enmascarar el funcionamiento real del sistema.
La escuela mercantilista afirmaba que “el enriquecimiento de una nación sólo se puede hacer a costa del empobrecimiento de otras”. En realidad, el mercantilista concebía la riqueza únicamente en forma de metales preciosos, que, obviamente, sólo podían incrementarse atesorándolos en el extranjero. Sin embargo, el concepto de riqueza actual no sufre una menor escasez que el de los mercantilistas. De hecho, en la siguiente dirección, http://www.footprintnetwork.org/newsletters/gfn_blast_0610.html, puede descargarse en lengua castellana un estudio del Global Footprint Network (California) que analiza la Huella Ecológica del ser humano. Este estudio concluye que el nivel de consumo por habitante promedio de Estados Unidos y Europa es imposible de generalizar a toda la población del planeta, porque serían necesarios, respectivamente, 5’3 (EE UU) y 3 (UE) planetas Tierra para ello.
La genealogía de esta situación de privilegio tampoco es ningún misterio, ya que figura en los libros de historia. Los países que experimentaron la revolución industrial acudieron a los países precapitalistas por necesidades comerciales, para extraer sus materias primas y para absorber mano de obra barata. A pesar del transcurrir de los siglos, las antiguas colonias, siempre retrasadas en la carrera tecnológica, sólo han logrado especializarse en las líneas de producción que eran desmanteladas en las metrópolis, generando una nueva dependencia del equipo extranjero.
La herencia histórica del imperialismo ha conllevado la expoliación de los recursos naturales de las neocolonias por parte de compañías extranjeras, que además evaden los beneficios obtenidos y los reinvierten en la metrópolis; la distorsión de la estructura económica mediante la imposición del monocultivo; el intercambio desigual, debido a que los precios de los productos que exportan los países subdesarrollados tienden a deteriorarse, mientras los precios de sus manufacturas importadas crecen sin cesar; la deuda externa, a base de créditos con elevados tipos de interés y condicionados a las privatizaciones que fija el FMI…
El filósofo Carlos Fernández Liria, observando las fronteras y las leyes de extranjería, escribió que los ministros de economía europeos proponen “que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional”.
Y esa es la clave. Naturalmente, debemos enfrentarnos a cualquier recorte social. Pero defender el “Estado del bienestar” es defender un proyecto político muy determinado, lo que nos convierte en los cómplices progresistas del “Auschwitz invertido” del que hablaba Fernández Liria. Porque el Estado del bienestar es un proyecto contrarrevolucionario de una clase dominante que, atemorizada por las revoluciones del siglo XX, sobornó a la clase trabajadora del Primer Mundo para que siguiera callando ante la explotación del Tercero, abandonando toda perspectiva global y los principios del internacionalismo.



Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Cambiar el sistema

Ignacio Ramonet Le Monde Diplomatique


Los eurófilos más extasiados lo machacan sin cesar: si no dispusiéramos del euro, dicen, las consecuencias de la crisis serían peores para muchos países europeos. Divinizan un euro “fuerte y protector”. Es su doctrina y la defienden fanáticamente. Pero lo cierto es que tendrían que explicarles a los griegos (y a los irlandeses, a los portugueses, a los españoles, a los italianos y a tantos otros ciudadanos europeos vapuleados por los planes de ajuste) qué entienden por “consecuencias peores”... De hecho, estas consecuencias son ya tan insoportables socialmente que, en varios países de la eurozona, está subiendo, y no sin argumentos, una radical hostilidad hacia la moneda única y hacia la propia Unión Europea (UE).
No les falta razón a estos indignados. Porque el euro, moneda de 17 países y de sus 350 millones de habitantes, es una herramienta con un objetivo: la consolidación de los dogmas neoliberales (1) en los que se fundamenta la UE. Estos dogmas, que el Pacto de Estabilidad (1997) ratifica y que el Banco Central Europeo (BCE) sanciona, son esencialmente tres: estabilidad de los precios, equilibrio presupuestario y estímulo de la competencia. Ninguna preocupación social, ningún propósito de reducir el paro, ninguna voluntad de garantizar el crecimiento, y obviamente ningún empeño en defender el Estado del bienestar.
Con la vorágine actual, los ciudadanos van entendiendo que tanto el corsé de la Unión Europea, como el propio euro, han sido dos añagazas para hacerles entrar en una trampa neoliberal de la que no hay fácil salida. Se hallan ahora en manos de los mercados porque así lo han querido explícitamente los dirigentes políticos (de izquierda y derecha) que, desde hace tres decenios, edifican la Unión Europea. Ellos han organizado sistemáticamente la impotencia de los Estados con el fin de conceder cada vez más espacio y mayor margen de maniobra a mercados y especuladores.
Por eso se decidió (a insistencia de Alemania) que el BCE fuese “totalmente independiente” de los Gobiernos (2). Lo cual concretamente significa que queda fuera del perímetro de la democracia. De ese modo, ni los ciudadanos ni los Gobiernos elegidos por éstos pueden entorpecer sus opciones liberales.
Hoy, esas características (impotencia de los políticos, independencia del BCE) son en parte responsables de la incapacidad europea para resolver el drama de la deuda griega. La otra causa es que, bajo su aparente unidad, la UE (en este caso particular la eurozona) está profundamente dividida en dos bandos casi irreconciliables: por una parte, Alemania y su área de influencia (Benelux, Austria y Finlandia); por la otra: Francia, Italia, España, Irlanda, Portugal y Grecia.
El origen de la deuda griega (como el de la de los demás países periféricos afectados por la crisis de la deuda soberana, incluida España) es conocido. Cuando Grecia fue admitida en la zona euro (3), las instituciones financieras consideraron inmediatamente que este pequeño Estado presentaba, a pesar de su evidente fragilidad y de sus escasos recursos, todas las garantías necesarias para recibir créditos masivos y baratos. Llovieron sobre Atenas ofertas de financiación a tipos de interés de ganga, en particular por parte de bancos alemanes y franceses que incitaron a los gobernantes helenos a endeudarse a bajo coste y a largo plazo para adquirir principalmente material militar (4) alemán y francés...
Cuando estalla la crisis financiera de 2008 (llamada “de las subprimes”), ésta se extiende rápidamente al sector bancario europeo. Los establecimientos financieros carecen pronto de liquidez y restringen drásticamente el crédito. Lo que amenaza con asfixiar el conjunto de la economía. Para evitarlo, los Estados ayudan masivamente a la banca. Y la salvan. Para ello se endeudan aún más comprando dinero en el mercado internacional (ya que el BCE se niega a ayudarlos). Ahí, de repente, intervienen las agencias de calificación que sancionan el excesivo endeudamiento de los Estados (¡realizado para salvar a los bancos!)... Inmediatamente los tipos de interés de los préstamos a los Estados más endeudados se disparan... Y se produce la crisis de la deuda soberana.
En sí misma, la deuda griega es insignificante si se tiene en cuenta que el PIB de Grecia representa menos del 3% del PIB de la eurozona. El problema, técnicamente, podía haberse resuelto hace ya más de un año sin gran dificultad. Pero el gobierno conservador alemán, que enfrentaba entonces unas complicadas elecciones locales (finalmente perdidas), estimó que no sería moralmente justo que los griegos, acusados de “corrupción” y de “laxismo”, saliesen tan rápidamente del mal paso. Había que castigarlos para que no cundiese “el mal ejemplo”.
Una ayuda demasiado rápida a Atenas, declaró Angela Merkel, “tiene el efecto negativo de que otros países en dificultades podrían dejar de hacer esfuerzos” (5). Por eso, con el apoyo de sus aliados, Berlín empezó a poner pegas de todo tipo. Dejando pasar los meses.
Plazo que los mercados, excitados por el desacuerdo político europeo, aprovecharon para cebarse en Grecia. Todo se complicó entonces. Finalmente, Alemania acabó por aceptar un (incompleto) plan de ayuda con una condición: que participase en él el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Por qué? Por dos razones. Primero porque se estimaba que las instituciones europeas carecían de un verdugo lo suficientemente severo para escarmentar a los griegos. Segundo, porque la especialidad del FMI, desde hace cuarenta años, consiste en exigir siempre esfuerzos antisociales a los países endeudados. Sus recetas (aplicadas con saña en América Latina durante los años 1970 y 1980) son siempre las mismas: alza de las tasas al consumo, recortes brutales de los presupuestos públicos, estricto control de los salarios, privatizaciones masivas...(6).
El Gobierno de Papandreu tuvo que resignarse a adoptar un salvaje plan de austeridad. Pero el mal estaba hecho. El ritmo de la política europea es lento y largo, cuando el de los mercados es inmediato. Los especuladores entendieron que la Unión Europea era un gigante sin cerebro político, y el euro una “moneda fuerte” con estructura débil (no hay ejemplo en la historia, de una moneda que no esté encuadrada por una autoridad política). Atacaron a Irlanda, pasó lo mismo y volvieron a ganar. Atacaron a Portugal e ídem. Atacaron a España y a Italia, y los Gobiernos de estos países se apresuraron a autoimponerse las impopulares recetas del FMI.
Por toda Europa se extiende ahora la “doctrina de la austeridad expansiva”, que sus propagandistas presentan como un elixir económico universal cuando en realidad está causando un estrepitoso daño social. Peor aún, esas políticas de recortes agravan la crisis, asfixian a las empresas de todo tamaño al encarecer su financiación, y entierran la perspectiva de una pronta recuperación económica. Empujan a los Estados hacia la espiral de la autodestrucción, sus ingresos se reducen, el crecimiento no arranca, el paro aumenta, las (impresentables) agencias de calificación rebajan su nota de confianza, los intereses de la deuda soberana aumentan, la situación general empeora y los países vuelven a solicitar ayuda (7). Tanto Grecia, como Irlanda y Portugal –los tres únicos Estados “ayudados” hasta ahora por la Unión Europea (mediante el Fondo Europeo de Estabilización) y el FMI– han sidos precipitados, por los que Paul Krugman llama los “fanáticos del dolor” (8), a ese fatal tobogán.
Y el “Pacto del euro”, establecido en marzo pasado, tampoco resuelve nada. En realidad es una vuelta de tuerca suplementaria a la austeridad, un acuerdo “de competitividad” que prevé más recortes del gasto público, más medidas de disciplina fiscal, y penaliza principalmente –de nuevo– a los asalariados. Con amenazas de sanciones a los Estados que no cumplan el Pacto de Estabilidad (9). Propone la tutela de la deuda pública y un ritmo fijo de reducción, o sea: una limitación de la soberanía. “Los países europeos deben ser menos libres de emitir deuda”, afirma, por ejemplo, Lorenzo Bini Smaghi, miembro del directorio del BCE. Algunos eurócratas van más lejos, proponen que se le retire a un gobierno que no haya respetado el Pacto de Estabilidad, la responsabilidad de dirigir sus propias finanzas públicas...
Todo esto es absurdo y nefando. El resultado es una sociedad europea empobrecida en beneficio de la banca, de las grandes empresas y de la especulación internacional. Por ahora la legítima protesta de los ciudadanos se focaliza contra sus propios gobernantes, complacientes marionetas de los mercados. ¿Qué pasará cuando se decidan a concentrar su ira contra el verdadero responsable, o sea el sistema, es decir: la Unión Europea?


(1) Definidos en los Tratados de Maastricht (1993), de Amsterdam (1999), de Niza (2003) y de Lisboa (2009).
(2) Entre otras limitaciones, el BCE no puede prestar dinero a los Estados, sólo a la banca privada.
(3) Merced a un balance de su situación económica falseado y maquillado por el anterior gobierno conservador con la ayuda del banco estadounidense Goldman Sachs.
(4) Grecia es el principal importador de material militar de la Unión Europea y el Estado que consagra a su defensa (por razones de rivalidad con Turquía) el mayor porcentage de su PIB.
(5) El País, Madrid, 18 de julio de 2011.
(6) Léase Philippe Askenazy, “L’austérité imposée à la Grèce, de Charybde en Scylla”, Le Monde, París, 19 de julio de 2011.
(7) Aunque ha sido recibido con alivio por la prensa neoliberal, el nuevo plan de rescate a Grecia, anunciado el pasado 21 de julio, de poco servirá. Los mercados y los fondos buitres han olido la sangre y no detendrán sus ataques mientras no se les frene con auténticos cambios estructurales.
(8) Paul Krugman, “Cuando la austeridad falla”, El País, Madrid, 24 de mayo de 2011.
(9) Que fija el límite para el déficit presupuestario en un 3% del PIB, y el de la deuda soberana en un 60% del PIB.

Fuente original: http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=5053bc25-de12-4da0-969c-79395c452f3f

sábado, 30 de julio de 2011

EL PLAN URGENTE DE LA UNASUR ANTE LA CRISIS FINANCIERA

Sudamérica en estado de alerta

La cumbre de la Unasur del jueves, cuyo contenido fue ayer primicia de Página/12, decidió reuniones de alto nivel para sugerir acciones inmediatas frente al peligro de derrumbe norteamericano. El detalle íntimo de las conversaciones.

Por Martín Granovsky
Desde Lima

La preocupación expresada por la Presidenta en Brasilia sobre la crisis financiera mundial confirma una primicia que dio ayer este diario: la cumbre de la Unasur del jueves produjo una declaración sobre la desigualdad pero el tema verdadero fue cómo proteger a Sudamérica de un cimbronazo norteamericano. Página/12 pudo determinar cuál fue una de las decisiones tomadas en el cónclave secreto: la reacción será urgente, casi on line, e incluirá dos reuniones inminentes en Buenos Aires y Lima de ministros de Economía. El seguimiento lo harán los presidentes en persona.
Juan Manuel Santos, el presidente colombiano, fue tan crudo en su descripción que terminó imponiendo un adjetivo que podría llegar a formar parte de una nueva ideología Unasur. Se trataría de la crítica de Sudamérica a los Estados Unidos o al sistema financiero internacional no por antiimperialismo o antinorteamericanismo sino como fruto de una conclusión práctica: se están comportando, dijo Santos, como “irresponsables”.

Santos, de arranque

El tema financiero no figuraba en el temario original de la cumbre de la Unasur. El centro sería la desigualdad y la necesidad de coordinar políticas públicas y ayudarse entre vecinos con las experiencias del otro. El objetivo era respaldar los planes de mayor justicia de Ollanta Humala, que asumió horas antes de la reunión del 28.
Sin embargo, los presidentes llegaron a Lima mirando con un ojo a Europa y otro a los Estados Unidos. A Europa por la crisis griega, la cascada hacia España o Portugal, el futuro incierto del euro y la perspectiva de una recesión profunda que afectaría también a Sudamérica. El ojo dedicado a los Estados Unidos se movía por la extorsión de la extrema derecha del Tea Party al Partido Republicano y la presión de éste a un Barack Obama que parece resignado a ser un Roosevelt al revés. En 1933, Franklin Delano atacó el poder de los bancos para inyectar dinero en programas sociales y obras públicas y atenuar el sufrimiento del pueblo norteamericano. Ahora la mayoría de los salvatajes se dirige al sector financiero.
Lo asombroso (o no) es quién abrió el debate de fondo. Fue Santos, el presidente colombiano conservador que asumió el último 7 de agosto luego de ser ministro de Defensa de Alvaro Uribe.
“No puede ser que los Estados Unidos entren en cesación de pagos, cambien el valor del dólar y los colombianos nos despertemos un día dándonos cuenta de que nuestras reservas no valen nada”, dijo. “No puede ser que los capitales entren y salgan y que nos perjudiquen a todos, porque cuando no consiguen ventajas especulativas en un país las terminan obteniendo en otro”, explicó. “Tenemos que hacer algo juntos y pensar medidas entre todos para defendernos.”
Ayer, en público, Santos insistió en la misma línea. Declaró que la reevaluación de las monedas de los diferentes países frente a un dólar cada vez más barato “nos está destruyendo la capacidad de generar más empleo y al mismo tiempo América latina está sentada sobre unas reservas de 700 mil millones de dólares que están perdiendo valor con la crisis”.
Rafael Correa, a la izquierda ideológica de Santos y además economista de profesión, aportó que “esto pasa cuando el circuito consiste en que el dinero genera dinero”. Correa vive una situación paradójica. Como Ecuador está dolarizado desde antes de su gobierno y el presidente se propone salir de ese régimen a mediano plazo, no ya mismo, hasta podría convenirle una caída estadounidense. Pero la otra parte de la paradoja, la que pesa más, es ésta: el futuro de Ecuador no está en el dólar sino en la calidad de su relación con los vecinos.

Cristina
“Que los capitales vengan, pero para invertir, no para especular”, dijo Cristina Fernández de Kirchner en el debate a puertas cerradas, según contaron a Página/12 diplomáticos latinoamericanos a cambio de conservar su anonimato. “La Argentina ya sufrió invasiones especulativas de capitales golondrina y sabe que cuando se van no queda nada.”
Al dirigirse a Santos en persona, Cristina recordó con cariño la relación de Néstor Kirchner con él, forjada en la mediación entre Colombia y Venezuela en agosto último, y dijo que adhería “fervorosamente” a la propuesta del colombiano.
“Nos costó mucho alcanzar el nivel de reservas, fue mucha disciplina y mucho esfuerzo de toda la sociedad como para que ahora se nos evapore”, dijo la Presidenta. Y recordó que ya estaba convocada una reunión del Consejo de la Unasur en Finanzas, que coordina la Argentina, para el 12 de agosto en Buenos Aires con ministros de Economía y presidentes del Banco Central.
Es rara la química interna de la Unasur. Es fuerte. Se parece a la convergencia de 2005 entre Luiz Inácio Lula da Silva, Néstor Kirchner y Hugo Chávez contra la integración del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, el ALCA que propuso George Bush en una reunión cumbre de Mar del Plata.
Marco Aurelio García, el asesor internacional de Dilma Rousseff que ocupó el mismo cargo durante ocho años con Lula, suele decir que los presidentes se entienden muy bien cuando intercambian ideas sobre fenómenos reales complejos. Acostumbra recordar una reunión en Tucumán en la que Lula, Cristina y Chávez analizaron, también fuera de programa, en 2007, el comienzo de la burbuja especulativa con materias primas e hipotecas que remataría en la caída de Lehman Brothers de 2008.
Rafael Follonier, el secretario de Estado que acompañó a Néstor Kirchner en la secretaría ejecutiva de Unasur y también participó del encuentro de Lima como negociador, tiene escrito en la revista Veintitrés Internacional, y también repite, que “Unasur es el instrumento estratégico de la integración suramericana”. Para Follonier, coordinador de la Unidad Presidente en la Casa Rosada, en Unasur las burocracias tienen poco peso y la política es audaz, veloz, creativa, porque el nivel de discusión es alto y porque los líderes son “una selección suramericana”. Cada presidente es un presidente y es un jefe político, y ésa es una condición que el otro reconoce mutuamente, dice Follonier, que acostumbra mechar en sus charlas públicas relatos sobre las estrategias políticas de José de San Martín, Simón Bolívar, Bernardo de Monteagudo o Antonio José de Sucre. Todos ellos, también, jefes.

Dilma

Dilma, que en Brasil está comenzando la transición de Presidenta a jefa, un curso que suele ser intensivo en tiempos de crisis mundial, dijo que “no es justo que el país que maneja el patrón monetario del resto del mundo lo establezca de cualquiera manera, porque nos afecta a todos”. Es un concepto que le preocupa. Lo había expresado en la entrevista concedida a Página/12, Clarín y La Nación antes de su primera visita a Buenos Aires, el 31 de enero.
Según relató una persona del staff de Unasur, la secretaria general, la ex canciller colombiana María Emma Mejía, pescó al vuelo el giro de la reunión y ayudó a coordinar la charla y las medidas futuras.
Cuando Cristina anunció la reunión programa para el 12, el presidente uruguayo Pepe Mujica hizo una sugerencia. “Hagamos una antes, de ministros de Economía, así llegan a Buenos Aires después de una preparatoria”, dijo Mujica. También sugirió que fuera sólo de ministros, sin presencia de presidentes de Banco Central, para que quedara claro que seguían el mandato político de los presidentes.
La Presidenta, que también estaba acompañada del canciller Héctor Timerman, su colaborador (sherpa) en el G-20, estuvo de acuerdo. Elogió a Mercedes Marcó del Pont pero recordó que “a veces los presidentes del Banco Central se creen más que los ministros de Economía y más que los propios presidentes de la Nación”. Dijo que tuvo uno, pero que no está más. Era una alusión a Martín Redrado, que se fue a comienzos de 2010 después de una discusión sobre el uso de reservas.
Si todo comenzó con un planteo de Santos, la parábola de la reunión de Unasur se completó con un remate. El último en hablar fue el conservador Sebastián Piñera, presidente de Chile. Estuvo de acuerdo con todos los razonamientos y, como los demás, el mensaje que quedó en los participantes fue que, para Chile, Sudamérica no tiene por qué sufrir el capricho de europeos o norteamericanos.

Página/12 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-173396-2011-07-30.html

viernes, 29 de julio de 2011

Acerca de la crisis (II)


Sigamos con los documentos de época, previo a una contextualización, usando las palabras de Frederic Lordon:
"La crisis económica no será como las desaceleraciones previas, ni una simple caída del crecimiento entre otras. Esta vez los umbrales de tolerancia están a la vista. Y ésta crisis podría ser la crisis económica que rebalsó el vaso(..)Gracias a una especie de proceso sin sujeto - porque nadie en especial lo quiso desencadenar- lo que se e´stá escribiendo es un manual de instrucciones de la bomba de hidrógeno política".(1)

Nadie tiene la más p... idea de qué hacer. Mientras tanto los ricos intentarán hacerse más ricos aunque estén al borde del abismo y los que gobiernan, buscarán cerrar las grietas con lo que tengan a mano respondiendo siempre a sus verdaderos mandantes. Si Ud., querido lector está pensando en los votantes, está equivocado...

¿Sufre parálisis mental Estados Unidos?


Paul Craig Roberts
Information Clearing House

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Un lector respondió con una pregunta a mi reciente artículo sobre cómo el presidente de EE.UU. se está convirtiendo en un César: “¿No sería preferible un César a una democracia en la cual la gente es demasiado ignorante, desinteresada y estúpida para autogobernarse?”
Antes de convertirme en un columnista que recibe numerosas reacciones de los lectores, habría estado en desacuerdo con la caracterización del pueblo estadounidense del lector. Hoy no puedo responder con un “no” a la pregunta del lector con toda la confianza que quisiera.
Recibo palabras de aprecio de muchos lectores conscientes de lo que está sucediendo. También me escriben muchos que son tan sectarios y tienen reacciones emocionales tan fuertes que son incapaces de interpretar un argumento. No sé qué porcentaje representan esos grupos en la población, pero parece que hay una cantidad de estadounidenses, tanto en la izquierda como en la derecha, dispuestos a censurar e incluso a matar para defender sus ilusiones y confusiones.
Sigo siendo un sospechoso espantajo para algunos en la izquierda, por mi asociación con la ley Kemp-Roth bill (2) y la Reaganomía. Como yo, y otros, hemos explicado tantas veces, la economía de oferta puso al revés la mezcla política monetaria/fiscal a fin de curar la estanflación. Pero algunos izquierdistas persisten en su insistencia de que todo fue un truco para reducir los impuestos a los ricos, y ricos son todos los que tienen más dinero que ellos. A un tipo estresado con 100.000 dólares al año, con una familia en una ciudad cara, lo mezclan con la clase acaudalada junto al gerente de fondos de alto riesgo que se pagó una bonificación de mil millones de dólares.
Para dar a los izquierdistas el reconocimiento que se merecen, por lo menos saben que fui miembro del gobierno de Reagan. Sin embargo, los fanáticos derechistas piensan que soy un liberal rojizo. Recientemente escribí un artículo señalando que los republicanos escogieron un mal momento cuando el mundo ya estaba preocupado por la credibilidad financiera de EE.UU. para crear problemas respecto al aumento rutinario del tope de la deuda, creando así un impasse que amenaza con un default. Los republicanos ven en el tema del tope de la deuda una oportunidad para reducir los gastos sociales como precio por permitir un aumento en la deuda nacional.
No se puede culpar a los republicanos de tratar de hacer algo respecto al crecimiento de la deuda pública. Sin embargo hay un riesgo en la intransigencia republicana, y ese riesgo es que, gracias a las directivas presidenciales establecidas por el presidente Bush, el presidente Obama tiene la autoridad para declarar la perspectiva de un default en una emergencia nacional. Obama puede dejar simplemente de lado el límite del techo de la deuda y arrebatar las llaves de la caja de fondo al Congreso. La transformación del presidente en César requeriría otro paso considerable.
Escribí que consideraba que ese riesgo es mayor que el riesgo de más deuda pública.
Varios republicanos nunca comprendieron lo que quería decir en el artículo. Di por entendido que todos conocían, especialmente los republicanos, la preocupación de los republicanos por los derechos a la ayuda social y las obligaciones sin financiación. Supuse que los republicanos eran conscientes de la larga historia de reacción contra las deudas que se amontonan sobre nuestros nietos, que estaban informados sobre la Comisión Grace durante los años de Reagan, que conocían las numerosas advertencias y propuestas del republicano Pete Peterson, que sabían de la contabilidad de David Walker de las obligaciones sin financiación y de la determinación del Partido Republicano de hacer algo respecto a los costes fuertemente aumentados de la Seguridad Social y Medicare.
Supuse que los republicanos sabían que durante los años de Reagan, David Stockman y Alan Greenspan habían acelerado los aumentos del impuesto sobre la renta de las personas físicas establecidos por el presidente Carter para asegurar la viabilidad a largo plazo de la Seguridad y habían usado el dinero para gastos operativos corrientes, dejando pagarés sin financiación en el “fondo fiduciario” de la Seguridad Social. Supuse que los republicanos sabían que el presidente republicano del Consejo de Asesores Económicos, Michael Boskin, y su Comisión Boskin habían reconfigurado el Índice de Precios al Consumo a fin de quitar importancia a la inflación y, al hacerlo, reducir los ajustes al coste de la vida en los pagos de la Seguridad Social
Supuse que los republicanos habían leído en algún sitio por el camino por lo menos un trabajo de un analista político republicano o miembro de un think tank sobre el “esquema Ponzi” de la Seguridad Social y la falta de asequibilidad de Medicare.
Pero no, los republicanos sectarios que me denunciaron como un propagandista liberal anti-republicano por decir lo mismo de lo que informan ampliamente los medios -que los republicanos quieren grandes recortes en Seguridad Social, Medicare y Medicaid como pago por su acuerdo para un aumento en el techo de la deuda– no saben absolutamente nada sobre la posición de su partido respecto a los gastos sociales. Al parecer, ni siquiera miran Fox News.
Parece que los mismos sectarios no se han dado cuenta de que los gastos militares y de seguridad de 1,2 billones [millones de millones] de dólares ni siquiera se mencionan cuando se habla de controlar los gastos. Los republicanos, y también los demócratas, consideran que la guerra es más importante que las pensiones de vejez y la atención médica para pobres y ancianos. Mis críticos republicanos tampoco se han dado cuenta de que el líder de la mayoría republicana del Congreso, Eric Cantor, se ha asegurado de que los aumentos de impuestos para los ingresos mega-altos también queden fuera de toda discusión. Según el mega-multimillonario Warren Buffet, actualmente tenemos en EE.UU. una situación en la cual su secretaria paga una mayor parte de sus ingresos en impuestos que su propio jefe.
Cuando escribí que la obsesión de los republicanos por una reducción drástica de la red de seguridad social –una línea trivial que aparece en cada noticia sobre el embrollo del techo de la deuda– podría resultar en una amenaza para la separación de poderes, varios republicanos sectarios se ofendieron extraordinariamente. Solo un propagandista liberal irremediable podría afirmar que los republicanos quieren destrozar la red de seguridad social. Mi declaración de un hecho obvio que se reflejaba en las propias propuestas de los republicanos fue todo lo que necesitaban mis críticos para concluir que un notorio Reaganita era un liberal que odia a los republicanos.
Es molesto que gente que no tiene la menor idea de lo que está comentando esté tan dispuesta a estallar. Pero es desalentador para un escritor que la gente sea tan emocional que no sea capaz de entender un argumento. Desalentado, en parte por lectores testarudos y por la censura de mis escritos por varios sitios de Internet, dejé de escribir mis artículos por un cierto tiempo y cerré la sesión.
Fui asediado por miles de correos rogando y exigiendo que siguiera escribiendo. Cedí, y los correos de lectores juiciosos me mantienen activo.
Es gratificante recibir comentarios de gente inteligente y dispuesta a aceptar nuevas ideas. Pero mientras pasan las semanas y los meses, se me hace cada vez más fastidioso tolerar mentes cerradas que vomitan odio e ignorancia. Me he llegado a convencer de que hay bastante gente frustrada e ignorante por ahí como para constituir un movimiento por un Führer
Washington, que ha producido una larga lista de desastrosas decisiones políticas desde el colapso del Imperio Soviético hace dos décadas, sin duda seguirá cometiendo increíbles errores en todo sentido, y terminaremos con un César o un Führer.
El Dr. Paul Craig Roberts fue nombrado secretario adjunto del Tesoro de EE.UU. por el presidente Reagan y confirmado por el Senado de EE.UU. Fue editor asociado y columnista en el Wall Street Journal, y sirvió en los equipos personales del representante Jack Kemp y del senador Orrin Hatch. Fue asociado del personal del Subcomité de Apropiaciones para la Defensa de la Cámara de Representantes, asociado del personal del Comité Económico Conjunto del Congreso, y Economista Jefe, Personal Republicano, Comité Presupuestario del Congreso. Escribió la ley de reducción de la tasa de impuestos Kemp-Roth, y fue un líder en la revolución de la oferta. Fue profesor de economía en seis universidades, y es autor de numerosos libros y contribuciones académicas. Ha testificado ante comités del Congreso en 30 ocasiones (3) 

(1): Lordon,Frederic: Adios a las finanzas. Reconstrucción de un mundo en quiebra, Capital Intelectual, Bs.As 2011

(2) Acta de recorte fiscal, que modificó el monto de los impuestos. para más info: http://www.house.gov/jec/fiscal/tx-grwth/reagtxct/reagtxct.htm
(3) http://www.rebelion.org/ Extraído de:  http://www.informationclearinghouse.info/article28695.htm



Acerca de la crisis (I)


Escribe Frederic Lordon:" Probablemente sea ´el´ documento de la crisis financiera. A veces los acontecimientos históricos nos hacen el favor de presentarse reunidos en un solo libro, una única imagen, una frase o un texto que, gracias al vertiginoso poder de concentración, ofrecen una síntesis perfecta de ellos.(...)
Andrew Lahde escribe una carta de despedida de la actividad de hacerse rico con las finanzas, hace ya un par de años, cuando la crisis económica comenzaba a  mostraba su horrible cabeza...
"Lahde es un financista rico como pocos",continúa Lordon, " pero invadido por un asco inexplicable y decidido a renunciar. Aborrece el entorno donde forjó su fortuna(...) (pero) uno no puede ser un administrador de un hedge found sin adaptarse a los usos y constumbres de la tribu financiera y Lahde los conoce tan bien que puede enumerarlos, pero esta vez con el estilo liberador de quien está mandando todo al diablo".(1)
He aquí la famosa carta:
Hoy no escribo para regodearme. Teniendo en cuenta el dolor que casi todo el mundo está experimentando, sería totalmente inapropiado. Tampoco estoy escribiendo para hacer más predicciones, ya que la mayoría de mis previsiones en cartas anteriores se han desarrollado o están en proceso de desarrollo. En lugar de ello, quiero decir adiós.
Recientemente, en la primera página de la sección C del Wall Street Journal, un gestor de fondos de cobertura que también estaba de cierre de su negocio (un fondo de US$300 millones), fue citado diciendo, “Lo que he aprendido sobre el fondo de cobertura de negocios es que lo odio”. Yo no podría estar más de acuerdo con esa declaración. Yo estaba en este juego por dinero. La fruta que cuelga en las ramas bajas, es decir, idiotas cuyos padres pagan la escuela privada, Yale y, a continuación, un MBA en Harvard, estaba allí para ser recogida. Estas personas que fueron (a menudo) realmente indignas de la educación que recibieron (o supuestamente recibieron) subió a la cúpula de empresas como AIG, Bear Stearns y Lehman Brothers y está en todos los niveles de nuestro gobierno. Todo este comportamiento de apoyo de la Aristocracia, sólo terminó haciendo más fácil para mí encontrar gente lo suficientemente estúpida para llevar el otro lado de mi negocio. Dios bendiga a América.
Hay demasiadas personas para agradecer sinceramente por mi éxito. Sin embargo, no quiero parecer un actor de Hollywood aceptando un premio. El dinero fue recompensa suficiente. Por otra parte, la interminable lista de aquellos que merecen las gracias ya saben quiénes son.
Ya no acepto gestionar dinero para otras personas o instituciones. Tengo suficiente riqueza propia para gestionar. Algunas personas, que creen que han llegado a una estimación razonable de mi patrimonio neto, tal vez se sorprendan de que yo quiera retirarme con un premio tan pequeño. Eso está muy bien, estoy contento con mi recompensa. Además, voy a dejar que otros traten de acumular ganancias netas de nueve, diez u once cifras. Mientras tanto, sus vidas apestan. Citas continuadas, llenos de reservas para los próximos 3 meses, y que esperan con interés sus 2 semanas de vacaciones para enero, durante las cuales probablemente se las pasarán pegados a sus BlackBerrys u otros dispositivos. ¿Dónde está la gracia? Ellos serán olvidados en 50 años de todos modos. Steve Ballmer, Steven Cohen, y Larry Ellison serán olvidados. No entiendo el tema del legado. Casi todo el mundo se olvida. Renuncia a dejar tu marca. Tira la Blackberry y disfruta de la vida.
Por lo tanto, esto voy a hacer. Con todo el debido respeto, lo dejo. Por favor, no esperes ningún tipo de respuesta a correos electrónicos o mensajes de voz dentro de los plazos normales o fuera de ellos. Andy Springer y su empresa gestionarán la disolución del fondo. Y no te preocupes por mis empleados, ya que fueron empleados por la empresa del Sr. Springer y sólo uno (que ha sido bien recompensado) perderá supuesto de trabajo.
No tengo ningún interés en ofertas en las alguien quiera que yo participe. Realmente no tengo una fuerte opinión acerca de ningún mercado en este momento, salvo para decir que las cosas seguirán empeorando durante algún tiempo, probablemente años. Estoy contento sentado al margen y esperando. Después de todo, sentarse y esperar es cómo hemos hecho dinero de la debacle subprime. Ahora tengo tiempo para reparar mi salud, que fue destruida por el estrés que cargué sobre mí mismo en los dos últimos años, así como en toda mi vida – cuando tuve que competir por sitio en las universidades y escuelas, puestos de trabajo y activos bajo gestión – con aquellos que tenían todas las ventajas (padres ricos) que yo no tenía. Quizás la meritocracia sea parte de una nueva forma de gobierno, que necesite ser establecida.
En cuanto a la cuestión del Gobierno de USA, quisiera hacer una modesta propuesta. En primer lugar, señalar los fallos evidentes, en virtud de los cuales varias legislaciones fueron aprobadas en repetidas en el Congreso durante los últimos ocho años, que han reinado en las prácticas predatorias de préstamo de las instituciones, ahora casi todas extintas. Estas instituciones regularmente llenaban las arcas de ambas partes a cambio del voto negativo de estas leyes diseñadas para proteger el ciudadano común. Esto es un ultraje y, sin embargo, nadie parece saberlo o se preocuparse por ello. Desde que Thomas Jefferson y Adam Smith fallecieron, yo diría que ha habido una falta de filósofos dignos en este país, por lo menos que se centren en la mejora del gobierno. El capitalismo ha funcionado durante 200 años, pero los tiempos cambian, y los sistemas se corrompen. George Soros, un hombre de asombrosa riqueza, ha declarado que le gustaría ser recordado como un filósofo. Mi sugerencia es que este gran hombre comience y patrocine un foro para que las grandes mentes se unan para crear un nuevo sistema de gobierno que realmente represente el interés del hombre común, mientras que al mismo tiempo creen recompensas suficiente para atraer a los mejores y más brillantes mentes para servir en las funciones gubernamentales, sin tener que depender de la corrupción para promover sus intereses o estilos de vida. Este foro podría ser similar al utilizado para crear el sistema operativo, Linux, que compite con el casi monopolio de Microsoft. Creo que hay una respuesta, pero por ahora el sistema está claramente roto.
Por último, aunque todavía tengo una audiencia, me gustaría llamar la atención sobre una alternativa a una fuente de alimentación y energía. No la verás incluida en los anuncios de televisión de BP, “siéntete bien. Estamos trabajando en soluciones sostenibles”, ni se menciona en los similares anuncios comerciales de ADM. Sin embargo, el cáñamo ha sido utilizado por lo menos durante 5.000 años para tejidos y alimentación, así como casi todo lo que se puede producir con derivados del petróleo. El cáñamo no es marihuana y viceversa. El cáñamo es una planta ‘macho’ y crece como una maleza. La bandera original de América se hizo de fibra de cáñamo y nuestra Constitución fue impresa en papel hecho de cáñamo. Se utilizó en fecha tan reciente como la Segunda Guerra Mundial por el Gobierno de USA y, a continuación, se declaró rápidamente ilegal después de ganar la guerra. En un momento en que la retórica está dando cada vez más vueltas acerca de la autosuficiencia en términos de energía, ¿por qué es ilegal cultivar esta planta en este país? Ah, la hembra. La malvada planta femenina – la marihuana. Te da un subidón, te hace reír, no produce resaca. A diferencia del alcohol, el resultado no es un combate en un bar o una paliza a la esposa. Así que, ¿por qué es ilegal esta planta inocua? ¿Es una puerta de entrada a las drogas? No, lo sería el alcohol, que está tan fuertemente publicitado en este país. Mi única conclusión de porqué es ilegal, es que el mundo corporativo de Estados Unidos, que posee el Congreso, te vendería en su lugar Paxil, Zoloft, Xanax y otras drogas adictivas, en lugar de permitirte hacer crecer una planta en tu casa sin que algunos de los beneficios entren en sus arcas. Esta política es absurda. Sin duda ha contribuido a nuestra dependencia de fuentes de energía extranjeras. Nuestras políticas tienen a otros países, literalmente, riéndose de nuestra estupidez, sobre todo Canadá, así como varias naciones europeas (tanto oriental como occidental). No te enterarías de esto prestando atención a los medios de comunicación de USA, sin embargo, ya que no suelen publicar quién se está riendo de los Estados Unidos esta semana. Por favor, a todos, dejemos la retórica y empecemos a pensar en cómo podemos ser realmente autosuficientes.
Con eso digo adiós y buena suerte.
Deseando todo lo mejor,
Andrew Lahde. (2)

Tal como señala Lordon: "Hace varios años, André Gorz escribió Adios al proletariado. Sin dudas estaba enterrando la lucha de clases un poco pronto. pero al menos nos dejó una expresión de filo histórico y lista para volver a ser utilizada en una buena ocasión. Luego de una larga espera, quizá finalmente se nos ha presentado. El asco por las finanzas está siendo dicho desde su propio interior y aunque el mensaje viene determinando por las peores razones, queda en nosotros hacer algo mejor con él, sustituyendo las malas razones por las buenas. Que el hartazgo avance desde adentro y - seguramente de modo involuntario- se una al hartazgo que se siente afuera, ¿acaso no es una señal de algo? Por ejemplo, de que ha llegado el momento de pronunciar el adíos a las finanzas."

(1): Lordon,Frederic: Adios a las finanzas. Reconstrucción de un mundo en quiebra, Capital Intelectual, Bs.As 2011

“La Nación”, la libertad por conquistar

Omar Pérez Salomón La pupila insomne


En el diario bonaerense La Nación publicó José Martí -uno de los grandes periodistas de Nuestra América y apóstol de la independencia de Cuba-, entre 1882 y 1891, una parte de los trabajos periodísticos conocidos como sus Escenas norteamericanas, donde plasmaba en toda su dimensión el verdadero rostro de los Estados Unidos de aquella época, a pesar de la posición pronorteamericana de su director Bartolomé Mitre (hijo).
El 29 de octubre de 1886, según el artículo ¿Puede un símbolo perder su significado? de María Luisa García Moreno, aparece en el diario La Nación, un trabajo de Martí, corresponsal en aquel momento de este periódico en Nueva York, acerca de la “Estatua de la libertad”, regalo entregado el día anterior a los norteamericanos por el pueblo francés, en conmemoración del 4 de Julio de 1776, fecha en que Estados Unidos de América declaró su independencia de Inglaterra.
La crónica del héroe nacional cubano, comienza con una breve invocación a la libertad: “Terrible es, libertad, hablar de ti para el que no te tiene […] Los que no te tienen no deben hablar de ti, sino conquistarte”. Y me refiero a esta cita porque el pasado 18 de julio el diario argentino publicó un editorial titulado “El acoso a la prensa cubana”, donde manipula, tergiversa y miente, sobre Cuba.
En realidad, no me extraña, ¿qué esperar de un medio de prensa que ha devenido en una tribuna de la doctrina capitalista, ha apoyado golpes de Estado en Argentina que provocaron muertes, desaparecidos y sufrimiento a ese pueblo hermano y no tiene la más mínima libertad para salirse del libreto impuesto por sus amos imperialistas? De seguro no quiere quedarse fuera del circo mediático de quienes sueñan con destruir a la Revolución Cubana.
En el editorial se dice que “el Estado cubano insiste en restringir el libre flujo informativo con acciones cada vez más represivas”, como si no se conociera que en el mundo en que vivimos, el flujo informativo es de una sola vía, y quienes generan los contenidos son los grandes medios de comunicación capitalistas.
Insultan la inteligencia humana cuando señalan que “la isla comenzaría a emprender el camino de ida hacia la democracia y la libertad, aniquiladas durante más de medio siglo en nombre de una revolución que ya casi no tiene padrinos ni referentes en el exterior”. Olvidan que a la Revolución cubana no le hace faltan padrinos para subsistir y desarrollarse, es autóctona como ninguna. En cuanto a referentes en el exterior, goza de un prestigio ganado a fuerza de su ejemplo y espíritu solidario e internacionalista.
Para el siguiente comentario del editorial de La Nación, “Es necesario que se eliminen todas las barreras legales para el acceso a la red y que los blogueros, entre los cuales se destaca Yoani Sánchez por su coraje al enfrentar al régimen con instrumentos precarios, puedan alojar sus sitios en dominios cubanos”, viene como anillo al dedo, el magnífico artículo del periodista español, Pascual Serrano, “El periodismo disidente de “La pupila insomne”, publicado en el Sitio Cubadebate un día antes que el editorial de La Nación.
Serrano expresa:
“Durante mucho tiempo, entre los argumentos de quienes hostigaban a la Revolución cubana se encontraba la afirmación de que en Cuba sólo existían dos opciones. Por un lado los medios de comunicación oficiales del Estado controlados por el Partido Comunista y por otro, valientes blogueros cubanos que se enfrentaban al sistema oficial de información. Esa visión maniquea se ha visto pulverizada con la aparición de cubanos que, desde su propia iniciativa y con total libertad, han puesto en marcha sus blogs y, ¡oh sorpresa!, resulta que no era para combatir la Revolución, sino para defenderla. Y hemos podido comprobar que sucedía lo contrario que en una dictadura.
“En Cuba los blogueros opositores tenían dinero para conectarse a internet en los hoteles, sus amigos estadounidenses y europeos les pagaban las computadoras portátiles y el alojamiento en Internet y les galardonaban con premios que incluían viajes y fondos económicos millonarios. En cambio, los blogueros que, insisto, desde su propia iniciativa y sin escribir al dictado de nadie, defendían la revolución y denunciaban las mentiras que contra ella se hacían circular en todo el mundo, se conectan precariamente mediante la red que el Estado cubano pone al servicio de universidades, periodistas, médicos o centros públicos; manejan una anticuada computadora mil veces reparada, no ven ni tocan ninguna moneda en divisa y comprueban cómo son silenciados por los grandes medios de comunicación extranjeros, para los cuáles los blogueros cubanos solo existen si atacan a la revolución”.
Como dijera García Moreno, en el texto citado por mi al inicio de este artículo: “cabría entonces preguntar si el símbolo de la libertad donado por los franceses a los norteamericanos sigue siendo tal o si quizá se ha transformado en ‘la imagen de un dios belicoso y temible, lleno de rabia y venganza’ que lanza ‘los rayos del terror y la muerte’ por todo el mundo”, y agregaría, a través de sus bombas y los medios de comunicación a su servicio como La Nación.

Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/07/27/la-nacion-la-libertad-por-conquistar/

Reclamaban la construcción de viviendas en terrenos ocupados por el ingenio Ledesma

AnRed


En horas de la madrugada la policía de Libertador General San Martin, Jujuy, desalojó con balas de plomo y con gases lacrimógenos a 700 familias que reclamaban la construcción de viviendas que se les había prometido. Según la organización CAPOMA, el brutal saldo es de dos muertos y 30 heridos. Se convoca a movilizaciones en diversos puntos del país en repudio a la represión.
La Corriente Clasista y Combativa de Ledesma ha marchado en Libertador para reclamar la expropiación de unas tierras, en éste, un lugar donde el tema de la tierra resulta dificultosa, pues la ciudad ha crecido cercada por los márgenes de las propiedades del ingenio Ledesma.
Este ingenio, que hace 35 años cortó el suministro eléctrico en todo el departamento de Ledesma y representó la persecusión y desaparicion de 30 compañeros, hijos del pueblo, hoy no cede nuevas tierras para el crecimiento de la ciudad, a pesar de que un concordato de mediados del siglo pasado la obliga a hacerlo.
Alrededor de 700 personas ocuparon un predio de la empresa Ledesma que fue desalojado por la policía ayer a las 6:00 am, iniciando una serie de combates callejeros que ya tienen 4 horas de duración.
Nos informan que si bien el predio ya ha sido desalojado, la represión continúa en los barrios aledaños y hay al menos dos personas hospitalizadas por los gases que se meten en las casas e incluso se dió el caso de un bebé de un mes y medio que fue ingreso con un cuadro de asfixia tal que creyeron en un principio había muerto.
Informan de numerosas personas heridas y un policia muerto. La policía mató a 2 jóvenes, Félix Reyes y Esteban Méndez, con balas de plomo, perforando el pulmón y otro joven se encuentra en terapia intensiva al pegarle con los gases lacrimógenos.
El dirigente de la Corriente Clasista y Combativa de Ledesma, Enrique Mosquera aseguró que la policía seguía disparando pasado el medio día con balas de plomo: “Han tirado, una locura lo que han hecho. Nos han tirado con calibre 22. O sea no han tirado con la reglamentaria, nos han tirado con calibre 22. ¿Y no decían que estaban prohibidas las armas de fuego en las represiones? Bueno, no están prohibidas parece, porque el gobierno las usó a través de la policía. Así que nosotros imputamos, hacemos responsable, al juez (Jorge) Saman, hacemos responsable a la empresa Ledesma y hacemos responsable al gobierno provincial de esta situación. Y, lamentablemente, de esta pérdida humana y de los seis heridos con bala de plomo”.
Existen también al menos 8 personas detenidas que, denuncian los manifestantes, la policía se niega a dar a conocer cual es su paradero.
"Los terrenos estaban ocupados por unas cuatrocientas familia y se dispuso un amplio operativo", relató Hugo Sosa, Comisario Mayor de operaciones especiales de la provincia. Pero, agregó: "Nunca pensamos que los ocupantes podían estar armados".
"Las fuerzas de seguridad concurrieron sin armas de fuego y equipados con fusiles con balas de goma y lanzaderas de gases lacrimógenos", reza un diario online.
Conociendo el accionar de las fuerzas de "seguridad", sabemos de sobra que todo eso es mentira; que intentan, como siempre, criminalizar a los pobres, hijos del pueblo.
Al conocerse los incidentes, manifestantes protestaron en la Casa de Jujuy que representa a la provincia en la Ciudad de Buenos Aires, donde rompieron vidrios y realizaron pintadas, en repudio a los hechos registrados durante el desalojo. Aca en San Salvador de Jujuy, se realizará una concentración en repudio a estos sucesos a las 18 horas en la Plaza Belgrano.
Fuente original: http://www.anred.org/article.php3?id_article=4358

Desalojos en tierras de la Familia Blaquier en Jujuy

La barbarie repetida


Por Mario Wainfeld

Dilucidar las responsabilidades sobre los terribles hechos ocurridos en Libertador General San Martín excede las competencias del autor de esta columna. Hay homicidios, las responsabilidades respectivas deben ser investigadas y juzgadas con todas las garantías constitucionales. Este cronista hará unas reflexiones de carácter general, en el contexto doloroso y repetido.
Lo que está en cuestión, preocupa y hasta aterra es la enorme torpeza de las fuerzas de seguridad (nacionales y provinciales) para hacer un uso ponderado del “monopolio de la violencia legal”. En cualquier circunstancia, ni qué decir ante protestas sociales.
La apelación a los uniformados deriva, recurrentemente, a violaciones de reglas, brutalidades, avasallamiento de derechos civiles o humanos, heridos o muertos. Se reitera el uso de armas de fuego contra manifestantes o intrusos. Eventualmente contra ciudadanos en acciones que “parecen ser” contravenciones o delitos. O menos, todavía, que eso: días atrás, la pistola de un policía federal disparó una bala en medio de un episodio urbano minúsculo, en plena Capital y en horario laboral. Se trata de desentrañar si medió impericia descalificante o dolo. Son dos hipótesis graves, todo parece conducir a la peor. En cualquier caso, se segó una vida, mediando comportamientos irresponsables de un “agente del orden”.
Con cinismo proselitista, el represor Luis Patti predicó muchas veces que la policía no puede resolver delitos si no comete varias violaciones legales. Patti solicitaba una franquicia e interpelaba a sectores de la opinión pública, que aprueban esas tropelías y lo votaron en varias ocasiones. Si se lee bien su discurso, asumía la falta de profesionalidad de los uniformados para desenvolverse en un sistema democrático.
Se puede obtener más luz, tal vez, si se amplía la visión panorámica y se repasan delitos (reales o presuntos) ajenos a la protesta social, aunque de enorme resonancia mediática. Los asesinatos de María Marta García Belsunce, Nora Dalmasso o Solange Grabenheimer comprobaron la ineficacia de investigadores judiciales o policiales cuando las víctimas y (sobre todo) los presuntos sospechosos son gentes de estratos sociales medios o altos. A ellos no se los puede prepear o someter a torturas o a interrogatorios sin los recaudos legales. En ese contexto, la autoridad fracasa miserablemente una y otra vez. Las torpezas se realzan, en proporción directa al imán que tienen los casos y a la (relativa) eminencia social de los interesados. Se trasunta un problema extendido, menos visibilizado cuando víctimas y (sobre todo) sospechosos ocupan otro peldaño de la escala social.
La absurda y patética búsqueda de la familia Pomar fue un ejemplo extremo aunque no discordante con ese cuadro general. La policía, los fiscales, el propio gobierno provincial estaban más que interesados en resolver el enigma. Pero no fueron idóneos para hallar un auto que se había descontrolado exactamente en el sitio por el que se sabía que transitaba. De nuevo: si la exigencia es trabajar con rigor y apego a la ley, los responsables propenden con alarmante frecuencia al aplazo.
Con tamaños precedentes, cabe ampliar la mira y poner en cuestión no sólo a los policías. También debe escudriñarse la responsabilidad política y moral de los civiles que les dan órdenes, conociendo (debiendo conocer) sus endémicas limitaciones. Los fiscales, jueces o funcionarios que deciden operativos como el de ayer tienen el deber de saber a quién delegan esas tareas. Y de hacerse cargo. En política todos son responsables por las consecuencias de sus actos o de los de aquellos a quienes derivan responsabilidad.
Una masacre en la que actuaron centenares de policías, ocurrida en una pequeña población, encastra con todo lo reseñado. Un desalojo de centenares de familias, miles de personas, es una situación extrema. Cualquier autoridad debe saberlo, minimizar (y mejor, evitar) los riesgos, no coquetear con ellos.
Todo hecho de sangre es repudiable e irreparable. Hay un policía y civiles entre las víctimas fatales, quedan heridos graves. Ellos y sus familias merecen respeto; las víctimas sobrevivientes, protección ulterior del Estado. Ubicar a los respectivos autores materiales es imperioso, aunque no restañará las heridas, ni pondrá fin a daños irrevocables.
En la nota central de estas páginas se recorren los hechos que, se insiste, deben ser estudiados con todas las de la ley. El entorno, piensa el autor de estas líneas, autoriza a tener las peores sospechas sobre quiénes dieron las órdenes y quiénes cargan con el arduo deber de proteger a sus conciudadanos.
Todo ocurrió en terrenos de la empresa Ledesma, emblema de explotación tanto como de la represión y la barbarie dictatorial. Estremece consignarlo.



jueves, 28 de julio de 2011

EEUU al borde del default?

Página/12 : jueves 28.07.2011


miércoles, 27 de julio de 2011

POLÍTICA Y ECONOMÍA NORTEAMERICANA: EL PATRIOTISMO DE LOS RICOS

Mundo

POLÍTICA Y ECONOMÍA NORTEAMERICANA: EL PATRIOTISMO DE LOS RICOS

Jorge Majfud

En todo el mundo, los ricos casi no emigran, casi no integran los ejércitos que mandan a sus guerras y que luego llenan de honores y aplausos, y maldicen al Estado que les chupa la sangre. Cuando las economías van bien, exigen recortes de impuestos para sostener la prosperidad y cuando las cosas van mal exigen que el maldito Estado los rescate de la catástrofe (con dinero de los impuestos, está de más decir).
Desde la crisis financiera de 2008, la mayor preocupación de la clase media norteamericana ha sido el desempleo y el déficit, ambas herencias del gobierno republicano de George Bush. Dentro de este partido, el Tea Party ha surgido con una fuerza que le ha permitido dominar su retórica pero tal vez sea su propia ruina en las próximas elecciones, que en principio se les presentan favorables. Su bandera es la ideología Reagan-Thatcher y la ortodoxia de oponerse a cualquier incremento en los impuestos. Aseguran que no se puede penalizar a los exitosos, los ricos, con impuestos, porque son los ricos quienes crean los puestos de trabajo cuando la riqueza comienza a derramarse desde arriba. En un debate de 2008, Obama comentó que los partidarios de esta teoría (más bien, ideología) con la crisis habían descubierto que cuando se espera que la riqueza gotee de arriba el dolor comienza a subir desde abajo.
Los datos actuales (para no ir lejos) contradicen la teoría del “trickle-down” llevada a sus extremos por el último gobierno republicano, ya que (1) la capacidad de la avaricia de los “de arriba” es ilimitada, sino infinita, y (2) el desempleo no ha bajado en los últimos años, sino lo contrario.
Aunque en el país ya no se destruyen 700.000 empleos por mes como hace un par de años, la creación de nuevos puestos sigue siendo débil (entre 15.000 y 250.000 por mes; un ritmo saludable para bajar el 9.2 por ciento de desempleo debería ser de 300.000 nuevos puestos por mes).
Por otro lado, en el último año la productividad ha crecido en proporciones muchos mayores y, sobre todo, los beneficios de las grandes compañías. Cada semana se pueden leer en los diarios especializados los resultados de una gigante financiera, industrial o de servicios que han incrementado sus ganancias en 30, 50 o 60 por ciento, como algo normal y rutinario. Cualquiera de estos porcentajes significa varios billones de dólares. Incluyendo las antes desahuciadas automotoras de Detroit. Sin entrar en detalles de cómo la clase media, Estado mediante, financió el rescate de todos esos gigantes, sin elección y bajo amenaza de que algo peor podía haber seguido.
Desde los ´80, la riqueza se sigue acumulando arriba y el desempleo continúa abajo desde el 2009 en niveles históricos. Estudios han mostrado que esta diferencia entre ricos y pobres (Bureau of Economic Analysis), una característica latinomericana, ha crecido bajo esta ideología del trickle-down.
Mucho antes de la crisis de 2008, cuando todavía existía un superávit heredado de la administración Clinton, los republicanos lograron reducir los impuestos sobre los sectores más ricos, entre ellos las petroleras.
Este período de gracia vencía este año y fue extendido por el propio Obama bajo presión republicana, poco después de que los Demócratas perdieran el control de la cámara baja. Entonces, el presidente Obama fue fuertemente criticado por su propio partido por dar más concesiones a los Republicanos que exigir de ellos algo a cambio.
No obstante, en las últimas semanas las posiciones se han polarizado. En una de las últimas reuniones con los republicanos, Obama, el que nunca pierde el equilibrio, se levantó abruptamente amenazando: “no me prueben”. Ante las negociaciones para incrementar el techo de endeudamiento (práctica normal en Estados Unidos y en muchos otros países; sólo en la administración Bush se votó siete veces la misma medida) los republicanos continúan procurando suspender y eliminar varios programas de asistencia social y negándose radicalmente a subir los impuestos a los más ricos (en muchos casos, billonarios).
Por el otro, los demócratas y el presidente Obama se resisten a reducir los servicios sociales y en contrapartida exigen incrementar los impuestos a los más ricos. He escuchado a unos pocos millonarios preguntándose por qué ellos no pagaban más impuestos cuando son ellos, precisamente, los que más posibilidades tienen de aportar cuando el país necesita. Cuando el país de mitad para abajo lo necesita, habría que aclarar. Pero aparentemente no son estos millonarios los que hacen lobbies presionando en los congresos de los países.
De cualquier forma, y a pesar de toda esta mise-en-scène republicana, no tengo dudas de que antes del 2 de agosto el parlamento votará una nueva alza del techo de endeudamiento. ¿Por qué? simplemente porque le conviene a los dioses inversores de Wall Street. No porque haya trabajadores sin empleos o soldados sin piernas esperando por la caridad del Estado que los mandó al frente a cambio de un discurso y unas pocas medallas. ALAI-AMLATINA

ATTAC

La lucha continúa...

Microsociología de la marcha Norte del 15 M


“De Norte a Sur de Este a Oeste la lucha sigue cueste lo que cueste”

Ángeles Diez

Rebelión

“De Norte a Sur de Este a Oeste la lucha sigue cueste lo que cueste” cantaba la marcha norte del 15 M al aproximarse al punto de encuentro con la Asamblea del barrio del Pilar. Arriba del parque, la gente del barrio estaba nerviosa, llevaban una hora esperando, traían comida, unas mesas, agua, paracetamol, pastillas para el estreñimiento, crema para los pies… todo lo que los miembros de la columna norte habían pedido por teléfono. Llevaban días hablándose, presentándose por el twiter, contándose los sucesos del camino, los pueblos por los que pasaban, los recibimientos, los deseos de llegar a Madrid, el cansancio... y la ilusión.
De Norte a Sur de Este a Oste… replicaban los vecinos desde la loma del Parque Norte. A lo lejos se divisaba un grupo que aceleraba el paso, nadie pudo esperar, empezaron todos a correr, se seguía cantando como quien intercambia besos en la distancia. Todos se abrazaron y se lloró de alegría. Por fin, los mensajes se hacían cuerpo.

Al poco fueron subiendo la loma más vecinos. Algunos con mochilas, otros con bolsas de plástico del super. Mari y su marido subían una nevera. Los de la comisión de infraestructuras dijeron en la Asamblea pasada que los compañeros de las marchas estaban cansados de bocadillos así que una vecina había preparado croquetas caseras, otra una olla con macarrones. Gerardo cuenta que en el super llenaron un carro con más de 100 cervezas y que la cajera les miró raro pero que decidió no contarlas. Gerardo se ríe y dice “eran más de cien pero seguro no le pagan por contarlas”. Gerardo anda y se mueve con dificultad porque tiene una discapacidad pero no se pierde una.

Nidia, Israel, Samuel, vienen de la Rioja. Nidia está en paro. Es profesora y ha caminado con su hermano Israel parte del trayecto. Sabe que en la Rioja les espera lo mismo que ya tenemos en Madrid: recortes, despidos, elevación del ratio alumno-profesor, desaparición de las tutorías, de los profesores de refuerzo, precarización laboral, aumento de la contratación privada en los servicios, aumento de los concertados, más fondos públicos para la privada y menos para la pública. - “Mis padres están desesperados con sus dos hijos en el 15 M, y ahora de marcha, pero ¿qué mejor cosa voy a hacer que luchar por cambiar la situación en la que vivo?” “¡que busque trabajo, imagínate, si llevo un año en paro buscando! Yo les digo que tengo mucha suerte, que todo esto me ha pillado en paro y he podido venir a la marcha, a luchar por cambiar este sistema que jamás me dará un trabajo digno”. Samuel, otro riojano bromea cuando le pregunto de donde viene: - “De la ciudad que rima con vagina” -¿cómo?- “De ¡Logroño hombre!, era por si me hacías el chiste”. Los compañeros bromean con él y le llaman “Sr. Empresario”. - ¿Eres empresario de veras? – “No, que va. Es que el periódico Público me entrevistó de camino, por lo de mis ampollas –ríe-, les dije que era autónomo en paro y han escrito que soy empresario.

Me cuentan la historia de Aldelatif -una especie de encuentro cósmico o de confluencia inexplicable-. Está harto de entrevistas pero cuando le dicen que soy del barrio me abraza: - “Qué quieres que te cuente?”. – Me han dicho que eres argelino, un hombre del campo, que llevas 7 años en la Rioja y que te has hecho todo el camino andando con la columna norte del movimiento;- “sí, soy argelino de origen pero he vivido 25 años en Túnez y después me marché al norte de este país”. -¿Cómo es que dejaste Túnez? ¿y cómo ves lo que ha pasado allí? -“Me marché porque allí no pasaba nada y no parecía que fuera a pasar. Yo sabía que en algún lugar tenía que ocurrir algo. He tenido la suerte de estar en este país. En realidad el movimiento se unió a mi porque yo ya estaba caminando hacía tiempo”.

Aldelatif es un peregrino laico, una especie de visionario. Ha hecho una pancarta reivindicando el “factor humano”. Dice que algunos de sus compañeros no entienden, que no llevarán su pancarta pero que otros sí. Cuenta que sus compañeros son maravillosos aunque son bastante cabezotas. En realidad, su encuentro con el 15M no es muy diferente del encuentro de mis vecinas amas de casa con los jóvenes caminantes que de Bilbao, Vizcaya, Cantabria, Navarra, Burgos, Soria… han recorrido kilómetros, han visto cosas que nosotros no podíamos imaginar que estuvieran pasando en este país y nos las han contado: en Otxandio, querían construir una desaladora y el pueblo no estaba de acuerdo, desde hace dos años tienen una asamblea vinculante, el pueblo decide y el ayuntamiento acata. En Belorado, un pueblo de Burgos, cuando llegaron había convocado en consejo a todos los vecinos en el teatro del pueblo para consulta y petición de propuestas para tratar un problema municipal urgente, presenciaron un ejercicio de civismo increíble, el alcalde sólo actuaba de moderador. En Soria, en San Leonardo de Yagüe, van a cerrar la empresa emblemática de puertas “Norma”, están siendo víctimas del capitalismo. La comarca de Soria está sentenciada. Cuenta otro de nuestros caminantes vascos que ante el desastre de la política en algunos pueblos de menos de 100 vecinos –no está seguro del número- se están recuperando los Consejos, que él no sabía que eso era posible.

Algunos de mis vecinos no comparten la forma de vestir, incluso algunos hábitos de estos caminantes, pero valoran que sean respetuosos, que pregunten, que escuchen. Todos ejercitan la paciencia. Dice un personaje de una novela de B. Copegui: “lo contrario de hablar no es escuchar, es esperar”. Esperar obliga a escuchar.

Alrededor de la noche del cálido Madrid, entre los árboles del Parque norte, hace fresco. Nuestros caminantes nos ofrecen sus chaquetas. Un matrimonio de vecinos jubilados se han traído la silla de tijera, ya no tienen el cuerpo para tanto –dicen-. Nosotros abrimos el corro y continuamos la charla. Hay alguna farola pero los árboles difuminan su luz. Estamos en un bosque. Los relatos chisporrotean. Sólo las cuatro torres, igual de soberbias que de impotentes nos recuerdan que en realidad estamos en una entraña de la bestia.

Le pregunto a Nidia si todos han hecho todo el recorrido a pie. Me dice que no, que el recorrido completo de la columna norte han sido entre 40 y 50 personas, no lo tiene muy claro, a nuestro barrio llegaron unos 70. Las personas se les sumaban por tramos, caminaban con ellos, incluso pasaban la noche. Luego marchaban a trabajar. Me cuenta la historia de Ángel. Un chico rubio con el pelo muy rizado, flaco y pensativo, que está en otro corro conversando: -“Él se unió a nosotros cuando al llegar a su pueblo organizamos una asamblea por la tarde. Cada vez que parábamos a hacer noche en algún sitio, organizábamos una Asamblea del 15 M. Quería unirse pero quería que se hicieran asambleas en su pueblo porque no había. Se quedó hasta que dejó todo preparado para que los vecinos se reunieran a debatir todas las semanas, se cogió el coche, nos contactó de nuevo y se unió a nuestra marcha”. Me cuenta que hay una chica canadiense que vive en Logroño que también se les ha unido.

El sábado por la mañana el campamento se desperezó a la voz de ¡churroooooooos! Los chicos de la comisión de infraestructuras del barrio no querían que a los compañeros les faltara de nada. Se convocó una Asamblea que acabó enredada con los lemas de la pancarta para la llegada a Sol por la tarde. Después de la difícil decisión entre “15 M o barbarie” ó “Somos como el viento del norte, imposible de derrotar”, surgió el problema idiomático: habrá que ponerlo en vasco, también en cántabro ¿no? Todos reconocían ser muy cabezotas ¡para eso eran del norte! Al final, quien resolvió el problema fue la hora de comer y las viandas que mis vecinas ya habían extendido en las mesas.

Por la tarde, alrededor de las 5:30 ya se había levantado el campamento. Dice una de mis vecinas que ella se tuvo que quedar con su marido a ayudar a un pobre chico que se quedó encargado de recoger los trastos de los compañeros para meterlos en el coche de apoyo. - “¡cómo se nota que tú eres hijo de obreros! Los demás han salido para Sol, han dejado todo regado (toallas, ropa tendida, mochilas…) y tú aquí recogiendo”. En Plaza de Castilla, al lado de los juzgados, más de 200 personas esperaban a la columna. De nuevo se repitió el encuentro, las carreras, los abrazos, los saltos de alegría. Todos comenzamos a bajar la Castellana. En el camino se fueron uniendo vecinos y a los pocos metros los cánticos invitaban a “tomar la castellana”. Así se hizo.

Nidia, la profesora riojana, me contaba que no le gusta que la llamen indignada: -“hace dos meses estaba indignada, más bien cabreada, pero ahora estoy ilusionada”. En el trayecto, un compañero del barrio me presentó, a unos amigos asturianos que se habían sumado a nuestra columna. Ángel, se había traído a toda la familia desde Oviedo. No había caminado pero era muy activo en las asambleas de su ciudad. Me dijo que era un militante de toda la vida pero que sus hijas eran apáticas y desinteresadas, sin embargo, gracias al movimiento había conseguido implicarlas. Allí estaban, con él, recorriendo la Castellana y coreando “lo llaman democracia y no lo es”, o “ahí está la cueva de Alí baba” –cuando pasábamos por las torres de los bancos-. Piensa que se está produciendo un cambio de conciencia, que llevaba mucho tiempo esperándolo. Ángel es aparejador.

Salimos de la Castellana hacia Almagro, luego Alonso Martínez, tomamos Fuencarral, ya éramos varios miles. Al conectar con La Gran Vía hubo una sentada en el edificio de Telefónica. En la mente de todos el ERE (Expediente de regulación de empleo), los 6000 despidos, la precarización de los nuevos contratos y sus grandes beneficios. Los lemas se entremezclan, como las personas del movimiento, y cada vez son más anticapitalistas. Quizá por eso los medios y los sociólogos se afanan afirmando que el movimiento pretende "revisar el sistema", o sólo reformarlo.

Esperamos en la calle Montera hasta que nos comunicaron que las otras marchas ya estaban entrando en Sol. Nuestros caminantes encabezaron la entrada, corriendo y cantando: “el pueblo unido jamás será vencido”, “de norte a sur, de este a oeste….”

Nos sentamos en una plaza a rebosar de humanidad, de ganas de estar juntos, o como dice Nidia, de ilusión. En la asamblea se fueron completando los relatos. Apenas fragmentos del puzzle que es este país y para el que no tenemos un foto de referencia. Solo el poder tiene esa imagen completa, forma parte de su fuerza para doblegarnos. Entre todos, desde los barrios, los pueblos y las ciudades estamos recomponiendo esa imagen. La columna Sur nos habló de la devastación del campo, del retorno a los pueblos abandonados, de la lucha por la soberanía alimentaria. También nos hablaron de la implantación de los transgénicos. Del noroeste nos contaron sobre la contaminación de valles y montañas, de los ingentes gastos en infraestructuras que sólo benefician a las constructoras… En Cantabria se han vendido varios valles a una empresa estadounidense para extraer un gas que seguramente contaminará todo.

Voces roncas, pies hinchados, cansancio, pero también nuevas redes, conexiones, encuentros, nuevos compañeros. Las marchas han abierto un camino en la voluntad de todos: seguir caminando.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

martes, 26 de julio de 2011

Medios y poder







Esa mujer...

Esa mujer


El coronel elogia mi puntualidad:
Es puntual como los alemanes ­dice.
­O como los ingleses.
El coronel tiene apellido alemán.
Es un hombre corpulento, canoso, de cara ancha, tostada.
­He leído sus cosas ­propone­. Lo felicito.
Mientras sirve dos grandes vasos de whisky, me va informando, casualmente, que tiene veinte años de servicios de informaciones, que ha estudiado filosofía y letras, que es un curioso del arte. No subraya nada, simplemente deja establecido el terreno en que podemos operar, una zona vagamente común.
Desde el gran ventanal del décimo piso se ve la ciudad en el atardecer, las luces pálidas del río. Desde aquí es fácil amar, siquiera momentáneamente, a Buenos Aires. Pero no es ninguna forma concebible de amor lo que nos ha reunido.
El coronel busca unos nombres, unos papeles que acaso yo tenga.
Yo busco una muerta, un lugar en el mapa. Aún no es una búsqueda, es apenas una fantasía: la clase de fantasía perversa que algunos sospechan que podría ocurrírseme.
Algún día (pienso en momentos de ira) iré a buscarla. Ella no significa nada para mí, y sin embargo iré tras el misterio de su muerte, detrás de sus restos que se pudren lentamente en algún remoto cementerio. Si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra.
El coronel sabe dónde está.
Se mueve con facilidad en el piso de muebles ampulosos, ornado de marfiles y de bronces, de platos de Meissen y Cantón. Sonrío ante el Jongkind falso, el Fígari dudoso. Pienso en la cara que pondría si le dijera quién fabrica los Jongkind, pero en cambio elogio su whisky.
El bebe con vigor, con salud, con entusiasmo, con alegría, con superioridad, con desprecio. Su cara cambia y cambia, mientras sus manos gordas hacen girar el vaso lentamente.
­Esos papeles ­dice.
Lo miro.
­Esa mujer, coronel.
Sonríe.
­Todo se encadena ­filosofa.
A un potiche de porcelana de Viena le falta una esquirla en la base. Una lámpara de cristal está rajada. El coronel, con los ojos brumosos y sonriendo, habla de la bomba.
­La pusieron en el palier. Creen que yo tengo la culpa. Si supieran lo que he hecho por ellos, esos roñosos.
­¿Mucho daño? ­pregunto. Me importa un carajo.
­Bastante. Mi hija. La he puesto en manos de un psiquiatra. Tiene doce años ­dice.
El coronel bebe, con ira, con tristeza, con miedo, con remordimiento.
Entra su mujer, con dos pocillos de café.
Contale vos, Negra.
Ella se va sin contestar; una mujer alta, orgullosa, con un rictus de neurosis. Su desdén queda flotando como una nubecita.
­La pobre quedó muy afectada ­explica el coronel­. Pero a usted no le importa esto.
­¡Cómo no me va a importar!... Oí decir que al capitán N y al mayor X también les ocurrió alguna desgracia después de aquello.
El coronel se ríe.
­La fantasía popular -dice-. Vea cómo trabaja. Pero en el fondo no inventan nada. No hacen más que repetir.
Enciende un Marlboro, deja el paquete a mi alcance sobre la mesa.
-Cuénteme cualquier chiste -dice.
Pienso. No se me ocurre.
­Cuénteme cualquier chiste político, el que quiera, y yo le demostraré que estaba inventado hace veinte años, cincuenta años, un siglo. Que se usó tras la derrota de Sedán, o a propósito de Hindenburg, de Dollfuss, de Badoglio.
-¿Y esto?
­La tumba de Tutankamón -dice el coronel-. Lord Carnavon. Basura.
El coronel se seca la transpiración con la mano gorda y velluda.
-Pero el mayor X tuvo un accidente, mató a su mujer.
­¿Qué más? ­dice, haciendo tintinear el hielo en el vaso.
-Le pegó un tiro una madrugada.
­La confundió con un ladrón ­sonríe el coronel . Esas cosas ocurren.
­Pero el capitán N. . .
­Tuvo un choque de automóvil, que lo tiene cualquiera, y más él, que no ve un caballo ensillado cuando se pone en pedo.
­¿Y usted, coronel?
­Lo mío es distinto ­dice­. Me la tienen jurada.
Se para, da una vuelta alrededor de la mesa.
­Creen que yo tengo la culpa. Esos roñosos no saben lo que yo hice por ellos. Pero algún día se va a escribir la historia. A lo mejor la va a escribir usted.
­Me gustaría.
­Y yo voy a quedar limpio, yo voy a quedar bien. No es que me importe quedar bien con esos roñosos, pero sí ante la historia, ¿comprende?
­Ojalá dependa de mí, coronel.
­Anduvieron rondando. Una noche, uno se animó. Dejó la bomba en el palier y salió corriendo.
Mete la mano en una vitrina, saca una figurita de porcelana policromada, una pastora con un cesto de flores.
-Mire.
A la pastora le falta un bracito.
­Derby -dice. Doscientos años.
La pastora se pierde entre sus dedos repentinamente tiernos. El coronel tiene una mueca de fierro en la cara nocturna, dolorida.
­¿Por qué creen que usted tiene la culpa?
­Porque yo la saqué de donde estaba, eso es cierto, y la llevé donde está ahora, eso también es cierto. Pero ellos no saben lo que querían hacer, esos roñosos no saben nada, y no saben que fui yo quien lo impidió.
El coronel bebe, con ardor, con orgullo, con fiereza, con elocuencia, con método.
-Porque yo he estudiado historia. Puedo ver las cosas con perspectiva histórica. Yo he leído a Hegel.
­¿Qué querían hacer?
­Fondearla en el río, tirarla de un avión, quemarla y arrojar los restos por el inodoro, diluirla en ácido. ¡Cuanta basura tiene que oír uno! Este país está cubierto de basura, uno no sabe de dónde sale tanta basura, pero estamos todos hasta el cogote.
­Todos, coronel. Porque en el fondo estamos de acuerdo, ¿no? Ha llegado la hora de destruir. Habría que romper todo.
-Y orinarle encima.
­Pero sin remordimientos, coronel. Enarbolando alegremente la bomba y la picana. ¡Salud! -digo levantando el vaso.
No contesta. Estamos sentados junto al ventanal. Las luces del puerto brillan azul mercurio. De a ratos se oyen las bocinas de los automóviles, arrastrándose lejanas como las voces de un sueño. El coronel es apenas la mancha gris de su cara sobre la mancha blanca de su camisa.
­Esa mujer ­le oigo murmurar­. Estaba desnuda en el ataúd y parecía una virgen. La piel se le había vuelto transparente. Se veían las metástasis del cáncer, como esos dibujitos que uno hace en una ventanilla mojada.
El coronel bebe. Es duro.
­Desnuda ­dice­. Éramos cuatro o cinco y no queríamos mirarnos. Estaba ese capitán de navío, y el gallego que la embalsamó, y no me acuerdo quién más. Y cuando la sacamos del ataúd -el coronel se pasa la mano por la frente­, cuando la sacamos, ese gallego asqueroso...
Oscurece por grados, como en un teatro. La cara del coronel es casi invisible. Sólo el whisky brilla en su vaso, como un fuego que se apaga despacio. Por la puerta abierta del departamento llegan remotos ruidos. La puerta del ascensor se ha cerrado en la planta baja, se ha abierto más cerca. El enorme edificio cuchichea, respira, gorgotea con sus cañerías, sus incineradores, sus cocinas, sus chicos, sus televisores, sus sirvientas, Y ahora el coronel se ha parado, empuña una metralleta que no le vi sacar de ninguna parte, y en puntas de pie camina hacia el palier, enciende la luz de golpe, mira el ascético, geométrico, irónico vacío del palier, del ascensor, de la escalera, donde no hay absolutamente nadie y regresa despacio, arrastrando la metralleta.
­Me pareció oír. Esos roñosos no me van a agarrar descuidado, como la vez pasada.
Se sienta, más cerca del ventanal ahora. La metralleta ha desaparecido y el coronel divaga nuevamente sobre aquella gran escena de su vida.
­...se le tiró encima, ese gallego asqueroso. Estaba enamorado del cadáver, la tocaba, le manoseaba los pezones. Le di una trompada, mire -el coronel se mira los nudillos­, que lo tiré contra la pared. Está todo podrido, no respetan ni a la muerte. ¿Le molesta la oscuridad?
­No.
­Mejor. Desde aquí puedo ver la calle. Y pensar. Pienso siempre. En la oscuridad se piensa mejor.
Vuelve a servirse un whisky.
­Pero esa mujer estaba desnuda -dice, argumenta contra un invisible contradictor-. Tuve que taparle el monte de Venus, le puse una mortaja y el cinturón franciscano.
Bruscamente se ríe.
­Tuve que pagar la mortaja de mi bolsillo. Mil cuatrocientos pesos. Eso le demuestra, ¿eh? Eso le demuestra.
Repite varias veces "Eso le demuestra", como un juguete mecánico, sin decir qué es lo que eso me demuestra.
-Tuve que buscar ayuda para cambiarla de ataúd. Llamé a unos obreros que había por ahí. Figúrese como se quedaron. Para ellos era una diosa, qué sé yo las cosas que les meten en la cabeza, pobre gente.
­¿Pobre gente?
­Sí, pobre gente.­El coronel lucha contra una escurridiza cólera interior­. Yo también soy argentino.
­Yo también, coronel, yo también. Somos todos argentinos.
­Ah, bueno ­dice.
­¿La vieron así?
­Sí, ya le dije que esa mujer estaba desnuda. Una diosa, y desnuda, y muerta. Con toda la muerte al aire, ¿sabe? Con todo, con todo...
La voz del coronel se pierde en una perspectiva surrealista, esa frasecita cada vez más rémova encuadrada en sus líneas de fuga, y el descenso de la voz manteniendo una divina proporción o qué. Yo también me sirvo un whisky.
­Para mí no es nada -dice el coronel­. Yo estoy acostumbrado a ver mujeres desnudas. Muchas en mi vida. Y hombres muertos. Muchos en Polonia, el 39. Yo era agregado militar, dése cuenta.
Quiero darme cuenta, sumo mujeres desnudas más hombres muertos, pero el resultado no me da, no me da, no me da... Con un solo movimiento muscular me pongo sobrio, como un perro que se sacude el agua.
­A mí no me podía sorprender. Pero ellos...
­¿Se impresionaron?
­Uno se desmayó. Lo desperté a bofetadas. Le dije: "Maricón, ¿ésto es lo que hacés cuando tenés que enterrar a tu reina? Acordate de San Pedro, que se durmió cuando lo mataban a Cristo." Después me agradeció.
Miró la calle. "Coca" dice el letrero, plata sobre rojo. "Cola" dice el letrero, plata sobre rojo. La pupila inmensa crece, círculo rojo tras concéntrico círculo rojo, invadiendo la noche, la ciudad, el mundo. "Beba".
­Beba ­dice el coronel.
Bebo.
­¿Me escucha?
-Lo escucho.
Le cortamos un dedo.
­¿Era necesario?
El coronel es de plata, ahora. Se mira la punta del índice, la demarca con la uña del pulgar y la alza.
­Tantito así. Para identificarla.
-¿No sabían quién era?
Se ríe. La mano se vuelve roja. "Beba".
­Sabíamos, sí. Las cosas tienen que ser legales. Era un acto histórico, ¿comprende?
­Comprendo.
-La impresión digital no agarra si el dedo está muerto. Hay que hidratarlo. Más tarde se lo pegamos.
­¿Y?
­Era ella. Esa mujer era ella.
­¿Muy cambiada?
­No, no, usted no me entiende. lgualita. Parecía que iba a hablar, que iba a... Lo del dedo es para que todo fuera legal. El profesor R. controló todo, hasta le sacó radiografías.
­¿El profesor R.?
-Sí. Eso no lo podía hacer cualquiera. Hacía falta alguien con autoridad científica, moral.
En algún lugar de la casa suena, remota, entrecortada, una campanilla. No veo entrar a la mujer del coronel, pero de pronto esta ahí, su voz amarga, inconquistable.
­¿Enciendo?
­No.
­Teléfono.
­Deciles que no estoy.
Desaparece.
­Es para putearme ­explica el coronel-. Me llaman a cualquier hora. A las tres de la madrugada, a las cinco.
-Ganas de joder ­digo alegremente.
­Cambié tres veces el número del teléfono. Pero siempre lo averiguan.
­¿Qué le dicen?
­Que a mi hija le agarre la polio. Que me van a cortar los huevos. Basura.
Oigo el hielo en el vaso, como un cencerro lejano.
­Hice una ceremonia, los arengué. Yo respeto las ideas, les dije. Esa mujer hizo mucho por ustedes. Yo la voy a enterrar como cristiana. Pero tienen que ayudarme.
El coronel está de pie y bebe con coraje, con exasperación, con grandes y altas ideas que refluyen sobre él como grandes y altas olas contra un peñasco y lo dejan intocado y seco, recortado y negro, rojo y plata.
­La sacamos en un furgón, la tuve en Viamonte, después en 25 de Mayo, siempre cuidándola, protegiéndola, escondiéndola. Me la querían quitar, hacer algo con ella. La tapé con una lona, estaba en mi despacho, sobre un armario, muy alto. Cuando me preguntaban qué era, les decía que era el transmisor de Córdoba, la Voz de la Libertad.
Ya no sé dónde está el coronel. El reflejo plateado lo busca, la pupila roja. Tal vez ha salido. Tal vez ambula entre los muebles. El edificio huele vagamente a sopa en la cocina, colonia en el baño, pañales en la cuna, remedios, cigarrillos, vida, muerte.
-Llueve -dice su voz extraña.
Miro el cielo: el perro Sirio, el cazador Orión.
­Llueve día por medio ­dice el coronel-. Día por medio llueve en un jardín donde todo se pudre, las rosas, el pino, el cinturón franciscano.
Dónde, pienso, dónde.
­¡Está parada! -grita el coronel­. ¡La enterré parada, como Facundo, porque era un macho!
Entonces lo veo, en la otra punta de la mesa. Y por un momento, cuando el resplandor cárdeno lo baña, creo que llora, que gruesas lágrimas le resbalan por la cara.
­No me haga caso -dice, se sienta­. Estoy borracho.
Y largamente llueve en su memoria.
Me paro, le toco el hombro.
­¿Eh? -dice­ ¿Eh? -dice.
Y me mira con desconfianza, como un ebrio que se despierta en un tren desconocido.
-¿La sacaron del país?
-Sí.
­¿La sacó usted?
­Sí.
-¿Cuántas personas saben?
­DOS.
­¿El Viejo sabe?
Se ríe.
-Cree que sabe.
­¿Dónde?
No contesta.
­Hay que escribirlo, publicarlo.
­Sí. Algún día.
Parece cansado, remoto.
­¡Ahora! ­me exaspero­. ¿No le preocupa la historia? ¡Yo escribo la historia, y usted queda bien, bien para siempre, coronel!
La lengua se le pega al paladar, a los dientes.
-Cuando llegue el momento... usted será el primero...
­No, ya mismo. Piense. Paris Match. Life. Cinco mil dólares. Diez mil. Lo que quiera.
Se ríe.
­¿Dónde, coronel, dónde?
Se para despacio, no me conoce. Tal vez va a preguntarme quién soy, qué hago ahí.
Y mientras salgo derrotado, pensando que tendré que volver, o que no volveré nunca. Mientras mi dedo índice inicia ya ese infatigable itinerario por los mapas, uniendo isoyetas, probabilidades, complicidades. Mientras sé que ya no me interesa, y que justamente no moveré un dedo, ni siquiera en un mapa, la voz del coronel me alcanza como una revelación.
­Es mía -dice simplemente­. Esa mujer es mía.

"Esa mujer" fue publicado en "Los oficios terrestres", Ediciones De la Flor, 1986. © Herederos de Rodolfo Walsh