miércoles, 27 de febrero de 2008

1% de Jazz

La globalización golpea en todas partes...

Sólo el 1% de la música que hoy en día se vende en diferentes formatos en EEUU, es jazz. Arrinconado por el hip hip, reggaetton y otros estilos, la tradicional música afroamericana fue perdiendo vertiginosamente terreno de un tiempo a esta parte y salvo excepciones, no consigue salir del ghetto de sus fanáticos, con escasa presencia en los medios y en las bateas. Hace rato que dejó de ser la música representativa de la comunidad afroamericana. Buena parte de la juventud de esta minoría, se ha volcado de manera masiva al rap, el hip hop o el reggaetton, dejando la sofisticación del jazz para unos pocos. No es de extrañar que esto ocurra, dada la demanda de calidad que exige el jazz en comparación con los estilos musicales antes nombrados. Una bandeja, un teclado y un par de sampler son extremadamente fáciles de adquirir y manejar, mientras que seguir los pasos de Duke Ellington o Miles Davis implica concurrir a caros conservatorios y seguir el largo camino poco remunerado de tocar en bares y pequeños clubes.

El negocio armado alrededor de los nuevos grupos de rap y hip hop, es gigantesco y nadie, desde las grandes compañías disqueras a las grandes cadenas de videos, quiere perder su tajada; es por eso que, cual fábrica de chorizos, grupos y cantantes salen a escena uno tras otro. Mientras tanto el jazz, poco a poco pasa a ser música de catálogo o de especialistas.

Pero pese a este retroceso, el jazz mantiene su prestigio pero sin el anclaje en su tradicional base racial y ha capturado nuevos adeptos alrededor del mundo al fusionarse con músicas de otras culturas. No es de extrañar, que los últimos dos grandes fenómenos del jazz y que trascendieron la barrera estilística, no tengan raices afroamericanas:El joven inglés Jamie Cullum y Norah Jones(hija del indio Ravi Shankar), nutridos de la música sincopada, combinan calidad con un buen volumen de ventas, aunque a los puristas del género no les agrade demasiado.

jueves, 21 de febrero de 2008

FIDEL

“La pesadilla más fuerte que tengo es que me fumo un habano, y entonces me desespero en ese sueño, porque yo públicamente abandoné el cigarro para darle ejemplo al pueblo. Y ésa es mi pesadilla, que estoy fumando, porque jamás, bajo ninguna circunstancia, le mentiría al pueblo cubano.” Fidel Castro
Hace unos años, casi tres para ser más precisos, en una larga sobremesa con amigos cubanos de paso por Buenos Aires, surgió la pregunta, mientras hablábamos de la la edad de Fidel: “¿y qué pasa con la Revolución si Fidel se muere?” Uno de ellos, tomó un sorbo de su vaso, se aclaró la garganta y dijo: “Hay que ver si se muere” y mientras nosotros esbozábamos una sonrisa, continuó: “ Habrá que seguir. Es cosa del pueblo cubano y no de un solo hombre ” El que esto decía se asumía como crítico, pero también y fundamentalmente como parte, pese a la edad, del proceso revolucionario. “Luchamos mucho para mantenernos. Ustedes no se dan una idea de lo difícil que es vivir cerca del enemigo. Y no se olviden de algo: es una zona pobre. Miren el resto del Caribe…y comparen” Hace un par de días, Fidel Castro anunció que dejaba su cargo y la anterior escena vino rápidamente a mi memoria. Salvo para los halcones de Washington, Miami y el elenco estable de rastreros vernáculos, la cosa se tomó con naturalidad. En Cuba las cosa siguen su camino, tal vez porque la ausencia previa preparó a todos para que así pasara. Es cierto que, para los que miramos a la isla mayor del Caribe con simpatía, admiración, fervor o todo eso junto, el temor permanece pese a lo evidente. Tal vez sea necesario que intentemos comprender con un mayor compromiso tanto lo que pasa en Cuba, como en el resto de América Latina. “En este mundo, un hombre solo no es nada. Y no existe otro mundo” dice el sargento interpretado por Sean Penn de la película The thing red line. Pero es mucho si ese hombre representa a su pueblo.

lunes, 18 de febrero de 2008

"Elegir"

Publicidad y toma de decisiones
Análisis
La palabra Light asociada a un producto alimenticio es aquel que manteniendo las características del producto original (no Light), está reducido en calorías, lo que permite no engordar o engordar menos. En el caso de los productos dulces, esto se logra con el reemplazo del azúcar por edulcorantes de menor contenido calórico. También, desde lo cultural, suele señalarse que lo “Light” es algo ligero o liviano, de poco compromiso. En el spot publicitario que estamos analizando, la delgadez de la chica y el éxito que consigue tras la persecución y los obstáculos que ponen en juego su tamaño, son relevantes a la hora de transmitir las supuestas cualidades del producto. Pero lo que nos resulta por demás interesante es que la ingesta de la bebida es al final del spot y no al principio, lo cual nos señalaría que tomar esa bebida resulta ser un premio a la decisión de elegirla, contradiciendo el supuesto significado de la palabra “Light” en términos culturales. La energía puesta en movimiento para superar los obstáculos y vencer en la carrera al anterior dueño de la botella, nos sugieren una fuerte convicción a lo que se suma que la acción de beber FANTA LIGHT es trascendente, de allí que el chico no pueda pasar por el obstáculo final, pudiendo ser la chica y/o la bebida objetos de deseo; los barrotes alimentan esta impresión dado que él tenía la bebida y se la quitaron. Otros datos para tener en cuenta, aunque a nuestro entender secundarios, son las imágenes del delgado cuerpo de la chica, que es mostrado en cada obstáculo que ella pasa, en planos más cortos; la ropa es levantada en cada uno de ellos (al comienzo de la persecución, en la alambrada, en los barrotes). Podría establecerse alguna relación entre lo anterior con la caída de la etiqueta al final del spot, pero también hay que considerar que, dado que lo “Light” no engorda en el imaginario colectivo, se lo asocia con el proceso de adelgazamiento. Este recurso de asociar lo Light con la escasez y la pérdida de ropa, fue utilizado en repetidas ocasiones por otras empresas. Tal el caso de un spot publicitario de la bebida “ Sprite zero” (también Light). Dado que la bebida FANTA, además está asociada al consumo de los adolescentes (12-20 años), hay un tenue juego erótico que puede atraer a los mismos. Por esta razón es que tal vez la que queda “desnuda” es la botella y no la chica.
Personajes que intervienen en el spot publicitario: Principales: uno masculino y otro femenino, jóvenes (vestidos ella: remera corta color rosa y pollera corta color negro, calzado deportivo blanco; él: ropa color negro) y delgados ambos. En la carrera de ambos protagonistas, aparecen en segundo plano tres personas cuya característica que sobresale es que tienen algo de colores claros (casco en un caso, pechera en otro y globos en el último). Duración: 37 segundos.
Diálogos hablados: Ninguno. Hay una voz en off al final del spot. Música de fondo: De origen brasileño. Breve guión: v Secuencia 1:Una botella de Fanta Light es retirado de un recipiente con agua, en el Fondo de la imagen aparece caminando hacia la cámara una chica. La acción transcurre en el parque de una casa moderna y muy amplia. v Secuencia 2: Un hombre joven se encuentra sentado en una reposera bebiendo la bebida publicitada mientras la chica se sienta a su lado. v Secuencia 3: Plano corto sobre las caras cercanas de ambos mientras el chico toma la bebida de la botella. Se ve claramente la etiqueta del producto, mientras la boca de la chica se acerca a la del chico. v Secuencia 4: La cámara se dirige hacia las manos de ambos protagonistas. La chica le quita la botella v Secuencia 5: La chica emprende una carrera mientras el plano de la imagen se va ampliando. Se ve a la chica de espalda y los brazos del chico que se levanta para perseguirla. v Secuencia 6: La cámara ahora toma la carrera de la chica de frente, a quien se la ve detrás de unos paneles de madera; el plano se amplía y la chica apenas girando los hombros pasa por el espacio que había entre los paneles y continúa la carrera por la vereda. La cámara vuelve y muestra al chico quien realiza el mismo paso por los paneles aunque con más dificultad para hacerlo. v Secuencia 7: La cámara se pone ahora en el espacio estrecho entre dos camiones, en la parte trasera de los camiones aparece la chica llevando la botella. Hay posteriormente una toma en plano más corto. v Secuencia 8: La cámara se coloca ahora en un plano superior tomando a la chica desde arriba y al chico que la persigue. v Secuencia 9: La cámara se ubica ahora de tras de un alambrado roto. Se ve a la chica primero y de fondo al chico persiguiéndola. Luego la cámara desde otro lugar toma el paso a través de la alambrada, haciendo un plano corto en su cara primero y luego en su ropa que queda enganchada con el alambre. Un nuevo plano a la cara de la chica. Hay una nueva toma desde arriba en la que se ve que la chica ya ha pasado el alambrado. v Secuencia 10: La persecución se continúa en un área en construcción. Se observan señalizaciones, obreros, algunas máquinas de construcción. v Secuencia 11: La cámara al igual que en la secuencia de los paneles de madera se ubica fuera y mientras se va cerrando una puerta, la chica pasa rápidamente mientras que el chico tiene dificultades para salir dado que la puerta está a punto de cerrarse. En la secuencia se observa, aunque fuera de foco un trabajador con ropa naranja. v Secuencia 12: La persecución se traslada ahora a una plaza o paseo, la cámara está ubicada delante de ambos, luego de ajustarse el foco se ve que está detrás de unos barrotes. Se observa a la chica ponerse de costado y pasar con esfuerzo a través de ellos. De fondo se ve a una persona llevando globos de color naranjas y amarillos. La cámara se posa en su cuerpo y luego hacia su cara. Apenas pasa por los barrotes, la cámara hace un primer plano del perseguidor quien se apoya del otro lado sobre los barrotes. Luego se ve a la chica beber todo el contenido restante de la botella y hacer gestos de satisfacción y sorna. v Secuencia 13: Una toma de la botella de FANTA LIGHT sobre una pantalla totalmente naranja con una voz en off que dice “Probá Fanta Light”, al unísono aparece la misma leyenda en pantalla, culminando luego con la frase “Light” con otro tono, mientras la leyenda anterior es reemplaza por una la más corta “Light” y la etiqueta de la botella se cae.

domingo, 17 de febrero de 2008

¿Y estos..quiénes son?

Una escupida a S.V.

I

Razón de perdedores

Olvidaste que nunca Podés jugar conmigo… Siempre vas a perder. Creíste que te ibas inmune Abandonando mi sombra.

Hoy maldecís tu cielo Pero esta lluvia empezó ayer Cuando perdiste. Sabelo bien.

Nunca juegues conmigo… Porque siempre vas a perder. Y cuando tu suelo se derrumbe Y el barro te tape Vas a desear mis nubes.

Nunca juegues conmigo: La orfandad de los vencidos Me parió en el olvido Y contra eso siempre se pierde.

martes, 12 de febrero de 2008

Las canciones y la estética del cine de autor

La música suele ser la acompañante obligada del cine en estos tiempos. No sólo por una razón estética, sino también económica. Fue a mediados de los ochenta que la industria del celuloide se dió cuenta de que las canciones podían ser una fuente de ingresos importantes y comenzó a atraer a músicos conocidos para escibir canciones y no sólo bandas de sonido. En ocasiones estas canciones poco y nada tenían que ver con la trama de la película, pero que servían para la difusión. Uno de los casos más sonoros, permitida esta expresión, es la canción de Bryan Adams que aparece al final de la película Robin Hood ( (Robin Hood, Prince of Thieves-WB.Kevin Reynolds. 1991), aunque hay cientos de ejemplos... pese a que nos resulte extraño oír guitarras eléctricas en una película ambientada en los finales de la Edad Media; tampoco había catalejos, pero al director no le avisaron. Tal vez por un poco de pudor, es que el director guardó "(Everything I Do) I do it for you" para los títulos.
Algunas canciones son más recordadas que las películas y eso está bien. Hay otras canciones que no aportaron nada y son rápidamente olvidadas o ni siquiera eso, porque dado que en la tele casi siempre cortan los títulos o si fuimos al cine, poco nos importan los títulos dado que queremos rajar a comer lo más rápido posible y así uno se libera de escuchar mierda. No es sencillo que una canción (hablo de canción, no de banda sonora o música incidental o de los viejos musicales de los 50s) entre bien en la trama. Paul Thomas Anderson no fue del todo comprendido por muchos cuando hizo cantar a los protagonistas de Magnolia la estupenda Wise Up de Aimee Mann. P.T.Anderson había llegado demasiado lejos: según sus dichos armó el guión en base a las canciones Mann, pero la ambiciosa Magnolia bien se merecía aprovecharse de todo recurso disponible. La Academia candidateó a la otra gran canción de la peli, Save me , de la misma Mann, porque era buena, pero también porque estaba donde las convenciones lo indican: acompañando los títulos. Vean la primera de ellas: Otro caso curioso es el de la magnífica Before Sunset (Antes del atardecer- Richard Linklater. 2004). Salvo en los títulos del inicio y las perdidas notas que brotan de un ocasional acordeonista promediando la película, la música está ausente en la mayor parte de este film, salvo al final. Es sin duda un recurso estético que eligió el director para no entrometer nada ajeno a la pareja que está intentando construir puentes para acercarse. Finalmente la excusa de una canción, un vals en este caso, permite al espectador avizorar que la guitarra y la voz de la bella Celine, sea el ladrillo final que hace que el puente esté finalmente terminado y puedan, quizá, volver a estar juntos después de nueve años. No es casual, que dos directores como P.T.Anderson y Richard Linklater, hagan uso de las canciones con un sentido estético, pese a las presiones de los estudios.
Por lo general el talento y las convicciones pueden con casi todo.

lunes, 4 de febrero de 2008

Oswaldo y César

(El Grito)
Oswaldo y César
Oswaldo Guayasamin es uno de los más importantes pintores americanos. Nacido en Quito, Ecuador en 1919, su obra reflejó las duras situaciones por las que debió pasar buena parte de la humanidad en este lado del mundo. Calificada como expresionista, podría también su obra ser catalagoda como humanista, nunca alejada de las atrocidades por las que se caracterizó el siglo XX. Falleció en 1999 a los 79 años.
César Vallejo, por su parte, nació en Perú en 1892, y se decidó a la poesía, tras deambular por otras profesiones. Fue uno de los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX, aunque también incursionó en la prosa y el teatro. Al igual que Guayasamín, no le fue esquivo al dolor ajeno y al propio, sus letras descarnadas incursionan sobre las injusticias y las luchas del hombre contra ellas. Falleció pobre y olvidado en 1938.
Tal vez nunca se hayan conocido. Pero sus obras bien pueden remitirse una a otra:
Los Heraldos negros
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufridose empozara en el alma... Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre!
Vuelve los ojos, como cuando
por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

viernes, 1 de febrero de 2008

Eva Cassidy

Eva Cassidy
Hace 45 años en Oxon Hill nacía Eva Cassidy, cantante de jazz y folk. De perfil bajo su carrera fue creciendo tocando en bares y teatros pequeños. A los 27 años grabó un disco con Chuck Brown , quien junto a su esposo aminaban a Eva a dedicarse de lleno a la música. Brown admiraba profundamente las condiciones musicales de Eva, llegando a decir que estaba a la misma altura de la gran Ella Fitzgerald. Recién en 1996, a los 33 años, grabó un disco solista, tras resistirse durante 6 años a que las grandes compañías le impusieran un sonido más pop. Al poco tiempo, una molestia en la cadera se terminó agudizando y le diagnosticaron cáncer de piel. Pese a la quimioterapia y otros tratamientos, el cáncer terminó venciendo y falleció el 2 de noviembre de 1996. Buena parte de su fama llegó postmorten, cuando sus amigos recopilaron sus actuaciones en las cuales versionaba grandes clásicos del pop, el jazz y el folk. Podés escucharla versionando la canción de Sting "Field of gold":

Música del mundo

José González
O la extraña forma que tienen las cosas de manifestarse
Aunque no lo crea, el personaje en cuestión es sueco, toca la guitarra española y canta en inglés. Con dos discos en su haber (Veneer y In our nature), este hijo de mendocinos exiliados durante la dictadura de 1976, es uno de esos artesanos que puede colarse en las grietas que deja el negocio musical, con un mensaje simple y contundente. Su primer disco fue hecho en forma casera pero vendió 700 000 copias, cosa que sorprendió a muchos incluido al propio José González. Admirador confeso de Silvio Rodríguez, sus comienzos estuvieron lejos de la música que hoy profesa, dado que aprendió guitarra clásica, para dar paso en la adolescencia al heavy metal.
Hace poco estuvo en Buenos Aires presentando en solitario su segundo disco, pasando desapercibido para muchos medios, dado que no dispone del aparato de difusión de las superestrellas. A continuación ofrecemos uno de sus temas: Teardrop

Escribió el crítico Roque Casciero el 29-1-2007 en el diario Página/12 a propósito de su actuación el pasado 27/1 en Buenos Aires: " Este personaje de pocas palabras y gran musicalidad (...) es una especie de hombre orquesta disfrazado de cantautor acústico: por la forma en que trabaja con la afinación de su guitarra, las seis cuerdas y la caja se convierten en una generadora de ritmo, armonía y melodía al mismo tiempo, tarea nada fácil para el instrumentista. Con eso sumado a su voz delicada pero intensa, González tiene elementos de sobra para mantener en vilo al público, que comparte el estado de éxtasis y abandono del músico durante la interpretación. los ojos cerrados, las manos de orfebre engarzando sonidos con tanta precisión como calidez, el pie derecho como un metrónomo (un micrófono para compartir el tap tap). Al momento de recibir los aplausos es como si saliera de un trance que él mismo creó; entonces sonríe tímidamente, agradece, se expresa en un español dubitativo, y toda esa aparente fragilidad le genera aun más empatía de la platea".

Para más información, visitá www.jose-gonzalez.com